Ventanucos, testigos mudos del paso del tiempo, de amores en las callejas escondidas, de te quieros a la luz de la luna.
Ojos abiertos que escudriñan el ser humano y lo que le rodea.
En su interior esconden retazos de vidas, confidencias a media noche, lagrimas en la almohada, sonrisas con sabor a felicidad...
Su presencia llena de poso los días vividos, los atardeceres de citas furtivas, de esperanzas y sueños, los minutos en que nos atrevemos a soñar.
Prisioneros del tiempo, envejecidos por las inclemencias de los días, pero siempre presentes en cada rincón.
Ojos abiertos que escudriñan el ser humano y lo que le rodea.
En su interior esconden retazos de vidas, confidencias a media noche, lagrimas en la almohada, sonrisas con sabor a felicidad...
Su presencia llena de poso los días vividos, los atardeceres de citas furtivas, de esperanzas y sueños, los minutos en que nos atrevemos a soñar.
Prisioneros del tiempo, envejecidos por las inclemencias de los días, pero siempre presentes en cada rincón.
hoy vienes vestida de poeta... muy bonito, maripaz, buen finde
ResponderEliminarHola Maripaz.
ResponderEliminarBonitas palabras dedicaste hoy a esos ventanucos testigos de amores y desdichas, de besos y riñas.
Un beso.
Esos rincones son lo que a veces le dan sabor al tiempovivido. Uno recuerda y se llena de emociones. Un bello texto MaripaZ
ResponderEliminarE iluminando, en la medida de lo posible.
ResponderEliminarEres la que más provecho saca de cada elemento urbano. me ha encantado.
ResponderEliminarSaludos
¿Quién se serán los personajes que se habrán asomado a ese ventanuco? Un poquito de imaginación y que cada uno cree a los que quiera, un saludo.
ResponderEliminarSiempre me gustaron esas ventanas diminutas que hoy apenas se ven. Recuerdo una muy chiquita en la casa de mis tías, en un pequeño pueblo de la provincia de Murcia. Me gustaba mucho y me agradaba mirar por ella. Quizá éra porque se adaptaba muy bien a mis hechuras de niña.
ResponderEliminarQué recuerdo me has traído, Maripaz.
Hace años las novias se asomaban por esos ventanales para sonreírles a las flores…
ResponderEliminarUn gran abrazo para ti.
Y esas rejas... cuánto no habrán encerrado. Bello texto.
ResponderEliminar¡Y qué bonitos que son! Con tus cálidas palabras les has puesto más magia que la que ya tienen. Imaginar sus historias es revivir el pasado.
ResponderEliminarHermoso, Maripaz.
Besos, amiga.
A veces merece la pena ver la vida por un ventanuco de esos, así, descrito como tu lo haces.
ResponderEliminarTu si que sabes apreciar cada rinconcito por donde pasas.
Un abrazo amiga
que foto más bonita, Maripaz. Un beso
ResponderEliminarHola Maripaz, no aparece tu mai sinó te mandaría un ventanuco català precioso. Mira colgaré la fotografía en mi blog, dedicada a todos esos ventanucos que esconden vidas y miradas.
ResponderEliminarUn saludo
Nostalgia y recuerdos de los tiempos que se fueron.
ResponderEliminarUn saludo.
Y tal vez de brujas, como los de la calle de las brujas de Cervera....
ResponderEliminarRecuerdos del pasado.
Un abrazo.
Yo también dediqué una entrada a las ventanas... y también como a Isabel me gustan las ventanas diminutas de antes. Un abrazo.
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