
Despues de bajar de la torre nos llegamos a la Alameda de Hércules y nos sentamos en una terraza a tomar algo fresquito. De vuelta a casa pabamos por debajo de los toldos de la calle Sierpes
Visité la macarena que estaba tan guapa como siempre.
Era domingo y la gente salia de misa. El sol empezaba a hacer su aparición y se iban presurosos .
En el altar lateral de la derecha está la Virgen del Rosario que tiene a su Hijo en brazos con una dulzura especial.
Epaaaaaaaaaaaaaaa! Que locura Sevilla!!!
ResponderEliminarLo que faltaba ahora Cronista Oficial de Sevilla, je je je, un saludo
ResponderEliminarSí, ya no te conformas con Guardo .
ResponderEliminarPronto te veremos en Europa y luego...tachán. a las Américas
Y después de darnos envidia con esa piscinita... jajajja, es broma, nos enseñas la belleza de Sevilla.
ResponderEliminarGenial amiga. Un abrazo.
Parece que te los estás pasando pipa...Miraque si tb sales al final en la Web de Sevilla además de la de guardo jejeje
ResponderEliminarBésix
Bellísimas fotografías, con tus explicaciones claras y concisas, además de las imágenes he realizado un bonito paseo por tierras lejanas. ¡Felicitaciones! Un abrazo grande.
ResponderEliminarAy que cerca estás, a ver si pudiera acercarmeee
ResponderEliminarSevilla tiene un color especial....y Paz tiene una sonrisa inigualable.
ResponderEliminarTienes una mirada de buena gente, mi niña.
Estoy muy contenta de estar en tu casa.
Besicos.
Gracias Maripaz por el paseo por Sevilla.
ResponderEliminarMaripaz, gracias por compartir tu viaje a Sevilla con nosotros (aunque uno vaya mil veces, no se cansa de Sevilla). El café y los dulces de La Campana, al final de Sierpes, están de muerte!. Cuídate de los calores.
ResponderEliminarUn besico.
¡Qué bonita es Sevilla sin sevillanos!, dicen algunos.
ResponderEliminarPero es bonita de todas maneras, sobre todo en primavera.
que hermosas fotos, la pasas de lo lindo
ResponderEliminarun beso