Se conocieron una tarde de primavera.
Fernando era un apuesto mozo de una pequeña capital de provincias . Tenia unos profundos ojos color grisáceo que le hacían especial cuando miraba. Era el mayor atractivo de su rostro, lo primero que llamaba la atención al observarle por vez primera.
No era de gran estatura, pero aún así resultaba elegante y distinguido.
Era un hombre muy atractivo por el cuidado esmerado en su manera de vestir.
Carmela, era el mismísimo retrato de la alegría.
Había llegado a la ciudad con apenas dos años, por eso le gustaba pregonar a los cuatro vientos que había nacido allí.
Tenia, además de una bonita sonrisa, un pelo moreno ondulado que cuando caminaba le iba bailando en sus hombros desbordando alegría.
Aquella tarde de primavera no significaban nada el uno para el otro . Fue al doblar la esquina cuando el viento travieso les sirvió de cupido...
Los libros que Carmela llevaba en la mano como si tuvieran vida propia saltaron por el suelo ... Pero allí estaba Fernando solícito, para recogerlos
Los dedos de Carmela se enredaron entre las paginas de un libro, cuando al recogerlo del suelo Fernando la miró con sus ojos claros por primera vez.
Un mundo nuevo se abrió ante ella, limpio y claro, como aquella mirada ...
Siempre a lo largo de la vida le acompañarían esos ojos ...
Se juraron amor eterno a los pocos meses.
Comenzaron una historia de amor que aún hoy perdura.
Más adelante llegaron los hijos, los días felices, los malos momentos, las dudas, el dolor, las pequeñas ilusiones, el amor con toda su belleza .
Después de toda una vida juntos, hoy, Carmela, contempla embelesada a Fernando. Se ha convertido, en su memoria ...
Fernando, no recuerda nada !!
Se ha olvidado de quien es.
Apenas sabe vestirse.
Anda con la mirada perdida.
De vez en cuando se pone huraño y le falta la sonrisa.
No le apetece comer.
Ni salir.
Ha perdido sus recuerdos.
Como un niño, cuando se pierde, busca con ansiedad la mano de Carmela.
Ella, le mira a los ojos y allí le encuentra ...
Siempre le reconocerá en esa mirada.
Le aprieta su mano con ternura y él siente su cariño.
El cariño de siempre ...
MariPaz Brugos
Fernando era un apuesto mozo de una pequeña capital de provincias . Tenia unos profundos ojos color grisáceo que le hacían especial cuando miraba. Era el mayor atractivo de su rostro, lo primero que llamaba la atención al observarle por vez primera.
No era de gran estatura, pero aún así resultaba elegante y distinguido.
Era un hombre muy atractivo por el cuidado esmerado en su manera de vestir.
Carmela, era el mismísimo retrato de la alegría.
Había llegado a la ciudad con apenas dos años, por eso le gustaba pregonar a los cuatro vientos que había nacido allí.
Tenia, además de una bonita sonrisa, un pelo moreno ondulado que cuando caminaba le iba bailando en sus hombros desbordando alegría.
Aquella tarde de primavera no significaban nada el uno para el otro . Fue al doblar la esquina cuando el viento travieso les sirvió de cupido...
Los libros que Carmela llevaba en la mano como si tuvieran vida propia saltaron por el suelo ... Pero allí estaba Fernando solícito, para recogerlos
Los dedos de Carmela se enredaron entre las paginas de un libro, cuando al recogerlo del suelo Fernando la miró con sus ojos claros por primera vez.
Un mundo nuevo se abrió ante ella, limpio y claro, como aquella mirada ...
Siempre a lo largo de la vida le acompañarían esos ojos ...
Se juraron amor eterno a los pocos meses.
Comenzaron una historia de amor que aún hoy perdura.
Más adelante llegaron los hijos, los días felices, los malos momentos, las dudas, el dolor, las pequeñas ilusiones, el amor con toda su belleza .
Después de toda una vida juntos, hoy, Carmela, contempla embelesada a Fernando. Se ha convertido, en su memoria ...
Fernando, no recuerda nada !!
Se ha olvidado de quien es.
Apenas sabe vestirse.
Anda con la mirada perdida.
De vez en cuando se pone huraño y le falta la sonrisa.
No le apetece comer.
Ni salir.
Ha perdido sus recuerdos.
Como un niño, cuando se pierde, busca con ansiedad la mano de Carmela.
Ella, le mira a los ojos y allí le encuentra ...
Siempre le reconocerá en esa mirada.
Le aprieta su mano con ternura y él siente su cariño.
El cariño de siempre ...
MariPaz Brugos
14 comentarios:
Que bonito, se puede perder la memoria, pero la mirada conserva todos los recuerdos. Un beso
Precioso, Maripaz.
Sí, porque a pesar de todo, no han dejado de estar el uno al lado del otro...
Besos.
Me has hecho recordar a mi abuelo; perdió la memoria pero tenía una mirada...imposible quitarmela de la cabeza.
No puedo seguir.
Besos Maripaz
Bonita historia mi Señora,.. no por ser duro,repetido y terrible este mal,... deja de ser una bella historia de amor.
Expresiones de olvido varias.
Bella historia y tragica a la vez, como es la vida. Y la memoria, ay, la memoria... Y los recuerdos.
Espero que estés bien, amiga. Un besito para tu Laika.
Un abrazo,
Una entrañable historia. No es justo que personas así, no puedan disfrutar hasta el último día de su existencia de la entrega y del amor que han sabido dar a lo largo de su existencia.
Los imagino a los dos sentados alrededor de la mesa camilla, mirándose, disfrutando y a la vez sufriendo de su amor.
Un abrazo.
que bonito
Isabel con la mirada expresamos la mayoria de las veces, los sentimientos
Lourdes, es importante en la vida , saber ser fiel , auque nó esté de moda
Arantza, es bonito recordar a alguien tan querido como és un abuelo ...aunque lo hagas con un sentimiento de tristeza ... lo siento ...
Capitan Escarlata, la vida, como bien sabeis como buen soldado , es una lucha por sobrevivir a la dureza de la vida, aún así, la vida es un don precioso, llena de bonitas historias de amor
Mi señor, valor en el combate
Lydia, que alegria tenerte por aquí ...
Espero que estéis bien Laika y tú ...
Jose Maria, tienes razon, no és justo ...
Solo queda, la esperanza de apoyar a estas personas hasta el final
Se suele decir que no sienten ...pienso que el lenguaje del cariño , se siente siempre ..
Maripaz, en el día de la mujer, quiseira compartir contigo, el premio "Caminamos Juntas", que está en mi blog. Un beso fuerte
Marga, gracias por tu regalo ... no sé si voy a saber ponerlo en mi blog ...
Un beso
No soy un angel me alegra tenerte por aquí ...
Un beso
Que bonita entrada, pero que triste a la vez. Cuanta gente conocida que ha perdido sus recuerdos pero que por lo menos tiene alguien a su lado que recuerda por los dos. saludos
En esos momentos es cuando el amor todo lo puede, una vida juntos y ahi siguen uno sin memoria, pero a su lado la persona que ha estado siempre y solo mirandole sabe llevarle la serenidad, fabuloso. Con éstas cosas recobramos la confianza en las personas. Un beso
Olalla.
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