28 de diciembre de 2020

¡FELIZ NAVIDAD!

 


Días de vacaciones.

Estaré ausente de la blogosfera.

Os deseo una Felices Fiestas Navideñas.

No serán como siempre, pero esperemos que el próximo año podamos celebrarlo por todo lo alto.

Miles de besos para cada uno de vosotros.

Os dejo estas fotografías que me hice el año pasado con mi gata Leticia. Estoy en pleno proceso de duelo.



El año pasado disfrutó mucho con las bolas y cintas del árbol de Navidad.

Nada hacía presagiar que serían sus últimas fiestas a mi lado.

Os deseo una feliz Nochevieja y entrada de Año Nuevo.

Deseando dejar este año maldito y poniendo la esperanza en el que está a punto de comenzar.

Un recuerdo entrañable para aquellos que han perdido la vida.También para sus familiares que lloran su ausencia.

6 de diciembre de 2020

PASEOS POR LA CIUDAD

 



Acudí por la mañana al centro. Tenía que comprar un encargo de unos amigos de la zona de Guardo.

Aproveché para hacer una gestión en el banco. No tuve que esperar mucho. Había cuatro o cinco personas mayores delante de mi un poco perdidas.

Ahora todo se hace a través de frías máquinas que ni te saludan, ni te miran, y que no funcionan como tengas algún fallo.

En honor a la verdad, en esta oficina hay una mujer encantadora que te facilita todo enormemente con una sonrisa. Ella, solícita, teclea el DNI de algún anciano que apenas ve, para coger el número, o te soluciona cualquier problema que pueda surgir. Y todo ello con una sonrisa, repito, y una esmerada educación. 

Hoy, no me he podido reprimir, y le he dicho en voz alta, qué donde tenía que firmar para poner un diez, un once, un doce...por su buen hacer y que llegue a oídos de sus superiores. 

Ella, un poco avergonzada, ha sonreído con más ganas y me ha dado las gracias.

Estas personas con este temple, son el alma de las grandes empresas. Quizá nunca sea reconocido el valor de su trabajo, pero continúan dando lo mejor de ellas mismas. 

Cuando las descubro, me gusta hacérselo saber, como justo pago a su humanidad y profesionalidad. La mayoría de las veces, solo sabemos protestar. 

Por supuesto debemos protestar cuando no nos prestan un buen servicio, claro que sí, pero también agradecer los servicios prestados.

Me conmueven esos ancianos de mirada perdida, con su cartilla de siempre esperando ser atendidos. 

Preguntando una y otra vez: ¿Qué significa esta cantidad que me han cobrado y no sé de qué? 

Al no llegarles los recibos en papel a casa, no se aclaran los pobres.

Ahora el auge es la banca electrónica. 

Muchos pueblos pequeños se quedan sin oficinas, con lo que conllevan esos servicios para las zonas rurales y su población mayoritariamente de edad avanzada.

Quizá sea más sensible para captar este problema por mi edad. Y eso que yo domino bien las nuevas tecnologías...

El mundo, y los que lo dirigen, avanza, sin importarles un pepino los seres que lo habitan.




Una tarde acudí con mi amiga, Yolanda a un centro comercial. Me habían encargado unos décimos de lotería unos amigos de la zona de Guardo. Pensábamos que era en Pamplona capital donde se encontraba la administración de lotería San Fermín, pero resulta que era en Huarte. No está muy lejos de donde vivo, pero no sabía como ir, por eso acudí a mi amiga que tiene coche.

No puso ninguna pega para hacerme el favor. Es una mujer joven, de la que podía ser su madre, pero que nos entendemos a las mil maravillas. Generosa, alegre, amante de los animales y muy buena gente. Me gusta rodearme de la gente joven y aprender de su pura inexperiencia. 

Cadena de favores. Yo le hice un favor a mi amigo, y ella me le hizo a mi.

Había expuesto un Belén hecho de globos. Los niños posaban delante de él para tener una foto para el recuerdo.

Yo, no quise ser menos que ellos...




El alumbrado navideño ya luce en la Plaza el Castillo. Me acerqué a verlo y a hacer unos vídeos y fotos.

Los niños son los que más disfrutan con ello.




El árbol de Navidad, lucía con su colorido poniendo una nota mágica a la noche. La gente procuraba cumplir con las medidas de seguridad, mientras los padres hacían fotos a sus retoños.




El Ayuntamiento también lucía engalanado. Ya estaba expuesto en el zaguán , el Belén y el Olentzero. No me paré a visitarlo.



Había grandes colas para entrar a comprar en las tiendas de regalos. 



Acababan de dar permiso a la hostelería para abrir las terrazas y se podía ver a la gente en ellas, pues no hacía demasiado frío. 



En el casco viejo pude ver muchos pequeños comercios y bares que habían tenido que cerrar para siempre. Me conmoví viendo su orfandad y el problema para esas familias que vivían de ello.




No soy de jugar a la lotería, pero al pasar por la Calle San Nicolás, compré un décimo; por lo visto el año pasado repartió algún premio.



Por precaución suelo bajar poco al centro. 

Una tarde, me acerqué a comprar algo que necesitaba.

En el autobús pude observar un par de detalles solidarios. Un chico de origen chino, pasó su tarjeta por el lector de billetes y le pitó porque no tenía saldo. El, un poco azarado, buscaba el monedero en su bolsillo sin encontrarle. Detrás venia una chica de origen peruano que se brindó a a pagarle su billete.

La chica llevaba una preciosa niñita de la mano. Por unos instantes, una sonrisa unió a estas personas de países tan distintos.

Luego, le ocurrió lo mismo a un hombre maduro y fue un chico joven el que le pagó su billete.

Con la mala prensa que tienen a veces los jóvenes, no pude por menos de dedicarle una sonrisa y una mirada de aprobación. 

Había un ambiente de armonía que me hizo tener esperanza en el ser humano.



Un olor a castañas recién asadas me llegó al llegar a la plaza de la Iglesia  de San Nicolás. 

En el Corte Inglés, Jimena e Iñigo sentados en el suelo pintaban en un cuaderno. Solo la voz de su madre les interrumpió , diciendo a Jimena que cuidara de su hermano.

En Zara, unas chicas comentaban al lado de una chaqueta de cuadros rojos, que ese mismo modelo lo llevaba el otro día, Inés Arrimadas.

Escuché a unas amigas mayores al pasar: Si...embargados por los hijos, porque ellos..."

Me imaginé que les habían avalado.



En Primor, un crío muy pequeño lloraba a mares sin que su madre, hermana y abuela pudieran hacer nada por consolarle. 
"¡Arabia, coge a tu hermano y sácale fuera!"Gritaba su madre. 
El pequeño tenía un berrinche que pensé me rompía los tímpanos. 
Un par de amigos, iban comentando: "Para ver a Julian riñendo a sus hijos, mejor no juntarnos" Imaginé que sería para las próximas fiestas.


Como no sé si voy a escribir algo antes de la Nochebuena, me voy a tomar un trozo de panettone a vuestra salud y desearos una felices fiestas.