15 de marzo de 2010

HISTORIAS DE AMOR

La montaña cubria su belleza con un blanco manto de nieve. El invierno había sido de una dureza extrema y el sol tímidamente se asomaba por los rincones y callejas del lugar anunciando una alegre primavera.

Como todas las mañanas Antonio se dirigía a comprar el pan, cuando al llegar a la esquina, se sintió indispuesto cayendo al suelo con toda la fuerza de su enorme cuerpo.

Rápidamente se acercaron a socorrerle los vecinos que pasaban cerca. A los pocos minutos una ambulancia llegaba al lugar y con rapidez masajeaban su cansado corazón, para devolverlo a la vida.

Todo fué inutil. Su cuerpo yacía inerte cerca de su casa donde su esposa enferma descansaba.

Antonio y Maria, se habían conocido tiempo atrás enamorándose al instante.

Maria era una mujer esbelta de cabello negro ondulado. Tenia los ojos color miel y unos andares que habian encandilado a Antonio desde el primer momento en que la vio.

Antonio era muy alto, de cabello liso y ojos oscuros . Poseia una bondad innata que se adivinaba en su porte exterior.

Su amor nació entre las calles del pueblo, en los recodos de las esquinas, en las fiestas del lugar, en las miradas de enamorado de Antonio a Maria, y de Maria a Antonio.

Una feliz mañana de Mayo, se casaron en la ermita cercana desde donde las montañas hacen guardia de honor al Cristo del Amparo.

Pasó el tiempo y vinieron los hijos a colmar la felicidad de los dos enamorados.

Aún los hijos no eran mayores cuando se manifestó la enfermedad de Maria. Era algo muy extraño, sus huesos se negaban a sostenerla y unos dolores inmensos, empezaron a formar parte de su vida.

Poco a poco, la vitalidad de Maria, se vino abajo. Pero allí estaba Antonio que la amaba mas que nunca.

Él, con la hija mayor, se hizo cargo de las tareas mas fuertes de la casa, cuidando de su mujer y de sus hijos mas pequeños.

Siempre estuvo a su lado, siempre ella, sintió su cariño...

Cada mañana, iba a comprar el pan y saludaba sonriente, con su enorme humanidad.

Desde aquella mañana, Maria guarda silencio.

. También las personas que le veían pasar le echan de menos.

Al poco tiempo, Maria se iba con él. No podia soportar su ausencia .

Las ventanas de su casa, se cerraron desde entonces. Permanecen calladas, con su historia de amor dentro. Si pudieran hablar, nos contarian tantas cosas...
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