Me han abandonado las letras.
Estoy en dique seco.
Una enorme pereza me invade y se me pasan las horas volando sin apenas hace algo de valor.
Bueno, estoy leyendo un libro y eso ya es un logro muy interesante.
Os tengo, amigos blogueros, abandonados. Hace tiempo que no os visito, ni comento, ni interactúo con vosotros.
Con la llegada del buen tiempo, y aunque es muy variable la temperatura, apenas paro en casa.
La luz y la vida me llaman a salir a la calle insistentemente.
Con la lluvia que ha caído estos días, está el campo precioso.
Ayer, un atrevido girasol ha tenido la osadía de abrirse a la vida antes que ningún otro.
Era bellísimo y hasta creí verle sonreír cuando me acerqué a robarle una instantánea.
¡Bienvenido a la vida! (le dije bajito)
Y hasta me atreví a acariciarle.
El mundo es de los valientes que arriesgan, que no ponen freno a sus ilusiones, que sueñan, que aman, que lloran...
Después, me alejé cantando a la vida.
Y al llegar a casa, mis pies, comenzaron un romántico baile, sentido, de corazón abierto de par en par, bailando también a la vida.
El hecho de estar viva y con salud, es de agradecer. Por eso canto y bailo a la vida.
Mientras pueda...
Oye, que quizá llegue un día en que sean arrebatados estos dones que poseo.
Por eso, vivo intensamente el hoy y el ahora.
El mañana ya se verá...
¡Vaya, han acudido a mi encuentro las letras!
Estaban adormiladas, perezosas como yo.
Tan solo hay que hacer el esfuerzo de desperezarse y todo llega con fuerza.
P.D. Perdonar, si no os visito a cada uno. Estoy tirando de mis relatos antiguos porque me han abandonado las letras.
Espero visitaros pronto.
Miles de besos.