Con la llegada de Septiembre me dispongo a escribir de nuevo en mi baúl.
Han comenzado los días lluviosos por la zona y casi todo el país. La tierra está sedienta y necesita el agua para seguir viviendo.
Atrás quedaron los días calurosos del verano y la algarabía de las gentes en calles y plazas.
Se adivina el Otoño en el parque y la orilla del río.
Guardo ha recobrado la tranquilidad que le caracteriza en su vivir diario.
Yo, aún estaré por aquí algunos días, quizá semanas.
Ha sido un verano intenso en emociones, vivencias, encuentros, abrazos...
En la foto que os muestro, Marisa Vázquez Sierra me acompaña al lado de una lámpara de cerámica hecha por ella misma y que estuvo expuesta junto con otras piezas de la artista en una exposición que tuvo lugar en la Sala de Exposiciones de la Casa Consistorial.
Me quise hacer la foto, porque la lámpara la estaba haciendo cuando falleció Lidia, amiga de ambas. Al terminarla se la dedicó a ella. Si recordáis, le hice una entrada en mi blog al enterarme de su fallecimiento. Fue muy emotivo.
Marisa, maestra de profesión y ceramista por devoción, vino desde Granada a exponer su arte en su pueblo acompañada de las gentes del sur.
Con ellas pude charlar y rememorar mis buenos tiempos en Andalucía.
Pero además, mis amigos, Begoña y Carlos, han tenido la amabilidad de llevarme a conocer los Chozos de la Peña y los de Villafría de la Peña.
Los chozos eran cabañas hechas por los pastores para guarecerse de las inclemencias del tiempo con materiales de la zona.
El Club de Entibadores Mineros, los han reconstruido y el Ayuntamiento ha señalado las sendas, donde uno se puede encontrar hasta la mismísima "Vieja del Monte" un ser de la mitología leonesa conocida de todos los niños.
Los Chozos de Villafría de la Peña, se han convertido en un lugar donde visitar mini chozos como si fueran de duendes o hobbits que representan distintas cabañas de la región.
Fusión de arquitectura y tradición, gracias a Carlos del Valle, artífice principal de ello y oriundo de Villafria que regala su tiempo y dinero.
Begoña y Carlos, además de llevarme a visitar los chozos y dedicarme su tiempo, me presentaron a su gato "Bombóm" un animal bellísimo que me cautivó para siempre.
Ellos mismos me llevaron a Velilla del Río Carrión a visitar el Museo Mina, donde el Club de Entibadores han recopilado la historia minera de la zona para que no se pierda.
Presentaban un libro de relatos cortos sobre historias de los perros, escrito por Raúl Guadián Delgado.