29 de mayo de 2012

LAIKA


Hoy me he acercado a tu tumba y te he llevado un ramo de sencillas flores, las que te tanto te gustaban cuando llegaba la primavera y los campos se llenaban de colorido. Te encantaba correr y saltar por los prados sonriendo a la vida. Juntas compartíamos los atardeceres recorriendo la orilla del río.  Por las mañanas sentadas a la sombra, tu, soñabas con tus cosas, mientras yo leía con pasión alguno de mis libros favoritos o escribía un poema.


Hoy hace un año que te fuiste de mi lado para siempre. Todavía recuerdo tu cuerpo frío e inerte mientras te daba mi último adiós y la tierra te cubría con su manto.  A veces acudo a ese rincón cuando necesito compartir mis penas o alegrías, por algo me regalaste diez años de maravillosa compañía.
Si, ya se, que esto puede parecer una tontería a los que nunca han tenido una compañera como tu, pero yo quiero recordarte por los buenos ratos compartidos, por los instantes de alegría, por tu incondicional compañía.


Leti, también te recuerda no creas...aunque ahora ella es la dueña de la casa y como buena depredadora de vez en cuando se carga un pajarillo ingenuo que se acerca al balcón. Mira que le afeo su conducta, pero lo lleva en su propia naturaleza y es inevitable.


Te recuerdo coqueta y presumida...eras como una modelo y posabas con inmensa paciencia sabiendo que yo me divertía así contigo.


Eras muy guapa, guapísima!! llamabas la atención cuando la gente te veía junto  a mi en nuestros paseos habituales. Todo el mundo te quería acariciar. Sobre todo los niños. Aun hoy me preguntan por ti muchos de ellos que notan tu ausencia cuando me ven pasear sola.


Te gustaba robar mis zapatillas cuando llegaba a casa, y tenia que perseguirte hasta lograr recuperarlas. Parece una tontería, pero al principio de tu marcha, ese pequeño juego entre tu y yo, me ponía muy triste porque nunca más se iba a repetir desde entonces.


Todas las tardes nos ibamos al parque las tres. Mamá Angeles, tu y yo. Te metia en la bolsa y te colgaba de la silla para poder llevaros a las dos. La gente sonreía cuando nos veía pasar. Formabamos un trío entrañable y muy querido. Mamá Angeles, se marcho  un poco antes que tu. Nos quedamos muy tristes sin ella. Ahora yo os recuerdo a las dos en los rincones donde fuimos tan felices.


Leti te recuerda sobre todo porque eras su compañera de juegos. Era muy pequeñita cuando la recogimos y tu generosamente y pacientemente, la acogiste sin protestar.
Donde quiera que te encuentres, siempre mi recuerdo estará allí, a tu lado.