4 de febrero de 2022

AMIGOS

 


Amigos, que al amparo de la noche te  cuentan lo que llevan dentro en su corazón, sea bueno o malo.

Eso da igual.

Lo que importa es que los amigos estamos para lo que haga falta. 

Confidencias a media voz, miradas que penetran dentro del otro.

Del amigo.

Cuitas al abrigo de la luna, que parece compadecerse de los pobres mortales y nos mira desde su pedestal hasta con afecto.

Porque la vida nos puede cambiar en un instante.

En el día menos pensado.

En el momento más inesperado.

Somos vulnerables. 

Pequeños puntos en el Cosmos.

Y no somos conscientes la mayoría de las veces de ello.

Nos adornamos con baratijas de colores para disimular nuestra indigencia.

Miseria y grandeza implícita en nuestra naturaleza humana.

Pisadas que se entrecruzan y se confunden en el silencio de la noche bajo la luz de una farola cercana.

Alivio pasajero de un instante al calor de la amistad.

Un ¡Hasta mañana! preñado de comprensión y esperanza.

Porque la vida, unas veces te da y otras te quita.

Pero siempre se sale adelante. 

Más tarde o más temprano volverá a brillar el sol de nuevo.

Se derriten las las penas y las lágrimas esperando un mañana.

Los ojos, cansados de vagar por el infortunio de unos días llenos de desencanto, se dormirán plácidamente al arrullo de la vida y el amor.

Todo pasa.

Y uno vuelve al punto de partida con fuerzas renovadas.

Somos caminantes y sentimos el cansancio de la monotonía de los días iguales.

Hasta que un suceso nos arranca de nuestra indiferencia, nos vapulea, nos hiere. Pone nuestra vida patas arriba.

Son días extraños.

Sentimos el desgarro interior con tal fuerza, que pesamos no seremos capaces nunca de reponernos.

Pero si.

Al final, no nos queda más remedio, que  llevar en la mochila el peso de la experiencia cuando todo termina.

Pero antes, hemos perdido la inocencia por el camino.

El aprendizaje es duro, largo, doloroso, lento...

Pero recobraremos de nuevo, el brío, la risa, los besos, mientras seguimos caminado.

Y eso es lo que importa.

P.D. Dedicado a aquellas personas que pasan por un mal momento.