29 de abril de 2013

LA VIEJA FOTOGRAFÍA


Sus ojos se detuvieron en aquella vieja fotografía de no muy buena calidad,  un poco arrugada  y llena de manchas por el deterioro del paso del tiempo.

Dos chicas sonrientes se asomaban en una playa argentina a la mirada de aquel joven fotógrafo que las inmortalizó para sus familiares.

Fernando, guardó siempre como un verdadero tesoro aquellas sonrisas de sus queridas primas que partieron  un lejano día a hacer las américas como se solía decir entonces.
Era lo único que le quedó de su primer amor adolescente después de la marcha de su prima Soledad.
Fernando tenía entonces catorce años y Soledad quince.

Se habían criado juntos, y desde muy pequeños se sintieron atraídos el uno por el otro. Les daba igual el hecho de ser primos hermanos, e incluso pensaban pedir dispensa papal cuando llegara la hora de su casamiento.

Vivían en un pueblecito de la montaña leonesa donde la paz del paisaje rural llenaba de ilusiones el estreno de su joven vida.
Soledad tenía los ojos negros y una piel morena tostada por el aire y el sol de aquella zona. Su mayor entretenimiento era bañarse en el río cuando llegaban los meses de verano y las clases habían terminado.
Tardes enteras soñando en el prado y chapoteando en el agua hasta la llegada de la noche que se dedicaban a contar estrellas.
Mas de una vez su madre le regañó por su tardanza y porque se escabullía de ayudarle en las tareas de la casa.

Pero ella solo escuchaba y hacía caso a lo que su corazón le susurraba.

Algún atardecer les gustaba subir a un monte y gritar con todas sus fuerzas al viento.

-¡Sole y Fernando se quieren!

Y el eco llevaba como en una melodía los sueños de amor y todos sus secretos.

-Se quieren, se quieren, se quieren...iban gritando las montañas y los pájaros, y las nubes...

Pero no corrían buenos tiempos para la economía familiar, y un día el padre de Soledad, atraído por lo que contaba un pariente sobre lo bien que le había ido a un conocido en Argentina, decidió explorar nuevos horizontes y llevarse a su familia con él.

Soledad tenía una hermana dos años mas pequeña que ella, se llamaba Lucia.
Tristes noticias recorrieron los rincones donde había nacido su amor, y se quedaron mudos de dolor como Fernando, cuando vieron alejarse a Soledad por la vieja carretera.

Cuentan que no fue fácil para la familia vivir en aquel lugar lejos de sus raíces. Tuvieron que pasar largos años hasta encontrar su lugar. Pero el ser humano tiene una capacidad enorme de adaptarse a las circunstancias.
Al principio las cartas llegaban a raudales.La nostalgia formaba parte de sus días.
Luego, los acontecimientos se sucedieron con la naturalidad que da el paso del tiempo.
Solo de vez en cuando y para la Navidad, esperaba Fernando correspondencia.

Pasaron los años y Lucia, la hermana de Sole, se casó con el fotógrafo que les hizo la foto del relato.
Soledad llegó muy lejos profesionalmente, como médico cirujano. Se casó con un terrateniente que la colmó de felicidad.

Fernando se quedó esperándola siempre.
Un día le envió una fotografía sonriendo en la playa, al lado de su hermana.
Fernando la guardó como un tesoro.
Cuando supo que su prima venia de visita al pueblo después de muchos años, se marchó al monte intentando arrebatar al eco las promesas de amor de Soledad.
No quiso verla en compañía de otro hombre.
Tuvieron que pasar muchos años para recuperar su amor.
Soledad enviudó con sesenta años y sintió la necesidad de volver al pueblo y sus recuerdos.
 Él la estaba esperando con la fotografía en su mano. Siempre la esperó.


23 de abril de 2013

MARTER CHEF




Intentaba yo escribir algo para el blog, pero no había manera (las musas hace semanas que me abandonaron) cuando de pronto, decidí poner la tele, y me encontré con el programa de enorme éxito que Televisión Española trasmite desde hace unas semanas.
Ya había visto el estreno, y me quedó un mal sabor de boca, no por los manjares que en el se cocinan, sino por la angustia que sentí al comprobar la presión a la que son sometidos los concursantes a la hora de realizar sus platos.
Al día siguiente, cuando tuve que ponerme a cocinar, me sentí aliviada de no tener encima a estos estupendos profesionales, según dicen, unos prestigiosos chef que se toman muy en serio su labor de jurado con los participantes del programa.
Están muy de moda estos reality show donde se pone a prueba a los concursantes llegando a veces a ridiculizarles hasta límites insospechados. Para ello no tienen ningún reparo en humillar y avasallar con tal de conseguir la audiencia deseada.
No digo que no sea lícito competir por ser el mejor. Es más, es necesario. El ser humano la mayoría de las veces tiende a conformarse y  a dormirse en los laureles como vulgarmente se dice, sin sacar partido de las capacidades que anidan en su interior.
Por  supuesto que necesitamos que nos pongan tareas, que nos incentiven, que nos pidan más...
En la lucha por la supervivencia no podemos alcanzarla meta a cualquier precio, porque hay por encima otros valores que nos dignifican como seres humanos.
En esta jungla que es nuestra sociedad, no todo vale...
No corren buenos tiempos, y la competitividad es enorme a todos los niveles. Podemos ser los mayores depredadores, los más crueles y sanguinarios a la hora de conseguir el éxito personal.
También es verdad que en los momentos de grandes catástrofes se pone a prueba lo mejor y lo peor de cada hombre, los mas grandioso y lo más vil.
Bueno, con esto no quiere decir que yo esté en contra del programa de Marter Chef. Me parece una estupenda oportunidad de cumplir los sueños de muchas personas. Hay un sustancioso premio para el ganador y los finalistas, incluso para los participantes, la marca patrocinadora le regala los electrodomesticos que han usado.
Nadie ha dicho que sea facil la lucha por llegar...

En el programa de hoy he visto menos tensión e incluso me he sonreído cuando Michell, ( la reina Isabel ) en la pantalla, se ha colado en la cocina y ha probado los platos.
Eso si, después de ver estos programas culinarios me entra un apetito tremendo y asalto la nevera a la primera de cambio.

17 de abril de 2013

SEVILLA Y SU FERIA



Hace solo un par de días que Sevilla ha estrenado un año mas su Feria, y yo desde un rincón de Castilla la añoro con nostalgia.
Llevo a Sevilla en mi corazón, siempre la llevaré...
Sevilla en primavera es luz, alegría, color, poema, canción.


El color de su bugambilla me atrae de manera especial.



Siempre que puedo, me gusta volver de nuevo, y recorrer las callejas del Barrio de Santa Cruz, perderme por el Barrio de Triana mientras el sol besa el Guadalquivir, visitar al Cachorro, la Esperanza Trianera.



Cuando llega la noche, la Torre del Oro se engalana con la luz de la luna, y se escucha a los duendes decirle piropos.



Cada rincón guarda retazos de mi historia, momentos vividos.  Se acumulan recuerdos y personas amadas que permanecen en mi memoria para siempre.









Mi paso por la Feria esta lleno de alegría bullangera, de rebujitos con amigos muy queridos, de sevillanas con arte, de pescaito frito, de buñuelos y chocolate...

Algún amanecer he saboreado el encanto del Barrio de la Macarena para acabar visitándola en su casa. Después, sin prisa, me he perdido por las calles sin rumbo con la simple idea de disfrutar de cada rincón, como si el tiempo se hubiera parado y los sentidos agazapados y pletóricos de belleza se negaran a despertar de tan bello sueño.
Siempre me gusta visitar a la Virgen de los Reyes y postrada a sus plantas, rezo.
Me emociono siempre con la mirada serena del Gran Poder.

Sevilla es cálida, como sus gentes, sus paisajes...

Cada vez son más intensos nuestros encuentros y más dolorosas nuestras despedidas, como temiendo no volver a encontrarnos de nuevo.

Sevilla, yo nunca me voy a olvidar de ti.

10 de abril de 2013

PENSAMIENTOS


Acaricia una y mil veces tus sueños hasta hacerlos realidad. No te duermas en los laureles si deseas amar a alguien, poseer algo, saborear instantes, atrapar estrellas, pisar nuevos caminos...
Cada uno es responsable de los límites que se pone al caminar.


Algunas veces es preciso ampliar la visión para descubrir un horizonte nuevo. De vez en cuando la niebla puede ocultarnos el camino, y es necesaria la serenidad para encontrarlo de nuevo.
Cada sendero, cada noche de luna, cada tormenta, cada atardecer, cada risa, y cada llanto, forma parte del paisaje de la vida.


Hay miradas de colores, miradas anhelantes, miradas doloridas, miradas ilusionadas, miradas cariñosas, miradas suplicantes, miradas divertidas...
Infinidad de miradas, capaces de trasmitir toda la más bella y variada composición de sentimientos.



El poder de la palabra es infinito. Ya sea escrita con la belleza de la prosa o el verso, ya sea hablada como instrumento de comunicación con los demás.
Con la palabra podemos dar forma a las ideas, y con ellas, podemos construir o destruir, unir o desunir. Con la palabra podemos amar u odiar. 

7 de abril de 2013

LA LOCA DE LA PRADERA


Se despertó sudoroso y angustiado.Una horrible pesadilla le había llevado a aquel estado. Un terrible miedo se podía percibir en su mirada cuando, Laura, su mujer, que dormía a su lado le preguntó que le ocurría.
-No es nada, solo un mal sueño, respondió para no preocuparla.
Ella le acarició con ternura y poco a poco  volvió la calma.

Hacía tiempo que de vez en cuando le venían recuerdos del pasado con un gran ímpetu. Amaba a Laura o eso creía. Se había casado con ella porque era lo correcto, lo que todos esperaban de él, lo que estaba previsto familiarmente casi desde su tierna infancia.
Era un hombre de carácter amable siempre dispuesto a complacer a los demás. De buena familia, atractivo, con buena formación académica, con un porvenir brillante.
Sus padres siempre quisieron para él lo mejor de lo mejor.
Una tarde conoció a Manuela, una muchacha muy joven que vivía en un barrio marginal rodeada de la mas absoluta pobreza.
Manuela tenia los ojos mas bonitos del lugar y una inocencia que se reflejaba con asombrosa candidez en su preciosa cara.
Era una tarde de primavera y él, Ramón, preparaba un examen sentado debajo de un árbol, en el jardín de su casa.
De repente, ella paso rozando la reja y se miraron fugazmente .  Era muy vergonzosa, y echó a correr como si hubiera descubierto el mayor de los secretos de la vida.
Pero su alma quedó herida desde ese instante y su corazón prisionero de la reja.
Al atardecer cuando nadie les veía, se escapaban a un campo de girasoles en flor, y su amor se mecía con el viento mientras sus besos eran más y más ardientes cada día.
Cerca estaba la pradera, el río, los chopos...testigos mudos de su pasión. Aquel trozo de tierra sentía palpitar sus corazones y desde sus entrañas les enviaba una fuerza desconocida desde entonces para ellos.
Fueron días intensos, donde se dejaron llevar sin tener que dar cuenta.
Al fin y al cabo era su amor, su vida, su historia...¿que le importaba a nadie?
Pero si que importaba a alguien...
Desde siempre sus padres mantenían un viejo sueño; casar a su hijo con la hija de unos buenos amigos. Para ello organizaban fiestas y encuentros pactados por ambos padres, los de él y los de ella.
Ramón, de carácter débil, se dejaba hacer temiendo defraudar a sus progenitores.
No opuso resistencia y aprendió a resignarse casándose con Laura.
Ha preferido olvidar el amor en estado puro, y vivir la vida que otros se han encargado de ofrecerle ya echa.
 A fin de cuentas el amor es una utopía había escuchado decir a su padre. ¿ por qué arriesgarse?
En la vida hay que ir a lo práctico decía su madre con gran vehemencia.
Manuela, llora con desconsuelo y se abraza a la tierra, y le grita al río,y habla con los girasoles dando grandes voces...
Pasados los primeros meses de dolor, sus padres le animan a casarse también, con un guapo mozo de su entorno, pero ella se niega rotundamente.
Solo encuentra consuelo en la pradera. Desde entonces el lugar se convierte en su refugio. Hay una comunión con las entrañas de la tierra que la consuela y la acaricia para siempre.
Cuando llega la noche, se escucha un llanto de mujer que recorre el lugar y se posa en las copas de los árboles.
Cada noche Ramón a la misma hora se despierta angustiado porque cree escuchar un lamento.
A Manuela le llaman "La loca de la Pradera" mientras acurrucada al pie de un árbol, solo quiere escuchar el sonido de las entrañas que guardan el secreto y el recuerdo de él.

3 de abril de 2013

EL LIBRO DE EMILIANO


Hace tiempo que me hablaron de Emiliano y su libro, incluso una amiga suya me invitó a la presentación del mismo no hace mucho. Como son tantos los actos culturales y ludicos que se organizan, a veces no puedo acudir a todos.
Por otro lado tenía pendiente de comprar el libro pero lo había ido dejando. El libro se titula, "Los ojos que vieron mi espejo"


Por eso me hizo mucha ilusión una mañana que paseaba y decidí entrar en la Librería Líebana, encontrarme con el mismísimo Emiliano en persona firmando libros.


Por suerte llevaba la cámara en el bolso, y sin pensarlo un instante, empecé a hacer fotografías con la intención de hacerle una entrada en el Baúl de Laika.


Emiliano, "Emi" para los amigos, estaba acompañado de su familia. En la fotografía se le puede ver con Amparo, su mujer a la que dedica el libro junto con sus dos hijas, Sara y Lorena.


Su hermana Maria Jesús, la segunda por la derecha, ha sido una gran ayuda para el a la hora de llevar a cabo la labor de poner por escrito su obra.También estaba junto a sus dos hijas su otra hermana.


Emi, es un hombre de mirada cálida, sensible, afectuoso...
Nació en Colmenares-Palencia en el año 1960. Cunado contaba un año, sus padres vinieron a vivir a Intorcisa, un pueblo cercano a Guardo, y después definitivamente se vinieron a vivir a Guardo.
Cursó estudios de E,G.B. en Cervera de Pisuerga, el el Colegio Misioneros de la Sagrada Familia y de bachillerato en Amurrio.(Álava) y en Guardo.

Cuando le pregunto como surgió la idea de escribir un libro, me cuenta con la ilusión a flor de piel, que ya en sus tiempos de instituto le gustaba escribir historias de amor. Es una idea que el paso del tiempo ha ido fraguando hasta hacerla realidad.
Es una persona llena de inquietudes que suele participar en la vida cultural del pueblo aportando sus escritos para el Pregón de Carnaval en varias ocasiones.

Cuando se planteó escribir el libro tenia las ideas muy claras, reflejar las vivencias, los valores, las injusticias, que han visto sus ojos, a lo largo de su vida, para ello ha creado unos personajes que lo reflejan en su historia.
Apenas he podido echar un vistazo al libro que por fin pude comprar, por estar por medio la Semana Santa, pero ahora con tiempo le iré leyendo.


Las palabras que me ha dedicado reflejan su enorme corazón.. Deseo con toda mi alma que se encuentre con muchas personas que conecten con su obra.


En la librería había una gran ambiente . Fueron muchos los que se acercaron a Emiliano para pedirle que les dedicase su libro.


Con motivo de estos días festivos, el pueblo estaba lleno de gente que había venido a pasar las vacaciones, incluso esta chica que estaba con su familia y que no es de aquí, pudo comprar el libro y saludar a Emiliano.


Otros le conocían y se encontraron con la agradable sorpresa, momento que recoge la fotografía.


Tampoco yo quise ser menos y me hice una foto a su lado.


Son muchas las personas que le apoyan y se siente muy querido por todos. Actualmente trabaja en el Ayuntamiento. Tiene proyectos de futuro de seguir escribiendo. Su próxima obra, una novela.
Yo quiero desearle toda la suerte del mundo, porque se la merece.


 Ha sido capaz de cumplir un sueño y sonríe a la vida como siempre lo ha hecho.