Recuerdo a Quilin cuando los dos teníamos doce o trece años y jugábamos en el patio de donde eramos vecinos.
Con el paso del tiempo la vida me llevó lejos de mi tierra y en ella se quedaron amigos, conocidos, recuerdos...
Un día después de volver a mis raíces descubrí una mañana en la plaza una carpa con varios objetos artesanales expuestos . Al preguntar quien era el que hacia esa exposición, descubrí con alegría a mi amigo de juegos infantiles. Quise saludarle y a pesar de los años que hacia que no nos habíamos visto enseguida me reconoció.
Quilin, es un artista, un bohemio...
Tiene una manera peculiar de vivir la vida como todos los que tocados por la varita del arte tienen mucha riqueza interior y mucho que compartir.
Por eso desde hace tiempo compra objetos en Marruecos y Mali como queriendo fusionar el arte de los países y darlo a conocer por medio de mostrarlo en estas exposiciones y ponerlos a la venta.
Parte de los fondos recaudados se emplean en proyectos de ayuda a estos países.
Por ejemplo, me contaba que si compraba objetos por valor de 2.500 euros, para los nativos era el sueldo de todo un año.
Quería desde aquí, dar a conocer este proyecto solidario y prometo hacer otra entrada en mi blog, con sus propias obras de arte.
El que sale en la foto a mi lado, no es Quilin, es Javi, otro de mis vecinos y amigo.
