Hace tiempo le hice una historia a este viejo árbol que ayer moria. La podeis ver en el enlace de abajo. Era un árbol con muchos años en el parque, tenia unos agujeros que despertaron mi fantasia y por eso le hice una historia idílica. Ayer, cuando veía como era despedazado pude observar en la mirada de alguno una pena contenida, era el árbol de su infancia, donde se subía para otear el horizonte, para estar cerca de las nubes, para mirar de hito en hito al sol, para sentir el aire fresco de un futuro soñador.
Hacia tiempo que este viejo árbol estaba muy enfermo. Sus ramas vigorosas y altivas de antaño habían notado una falta de vitalidad enorme. Con el paso del tiempo se fue encorvando poco a poco y su figura gallarda empezó a sentir los estragos de la vejez en su tronco.
Las autoridades que velan por los ciudadanos, tuvieron que tomar una decisión inamovible, habria que ayudarlo a bien morir para que no causara una tragedia.
Mas de uno se ha querido llevar un recuerdo. Mi amigo Paco, unas ramas que plantará para que sea un nuevo vástago del viejo árbol moribundo.
Le vamos a echar de menos. Cuando la nieve aparezca este año, no podrá saborear su blanca capa de terciopelo.Cuando vuelva de nuevo la primavera, no sentirá por sus ramas la savia de la vida.
Pero lo que si es cierto, es que en algún lugar nos acechará sonriente, escuchará las risas de los niños jugando, la música en la calle los días de fiesta, observará melancólico la mirada tierna de los viejos sentados al sol.
Este es su último aliento de vida
¡DESCANSE EN PAZ!