5 de noviembre de 2015

CREATIVIDAD


Últimamente me cuesta darle forma a mi creatividad. Se acumulan mis ideas unas veces vacilantes y otras desordenadas sin poder hilvanarlas.
Es como si me hubiera quedado al ras del suelo sin poder volar.
Cuando me ocurre este abandono por parte de las musas, me entra la tentación de cerrar mi blog porque pienso que no tengo nada interesante que comunicar.
Tengo entonces una enorme pereza para entrar en los blogs amigos y leer y comentar, mientras se instala en mi una modorra asfixiante que me incapacita para casi todo.


Y no es porque no haya noticias que comentar o situaciones que capten mi interés a lo largo de las semanas.
No me considero una persona conformista, de vuelta de todo, resabiada por la vida...
Soy curiosa por naturaleza, voluntariosa, inconformista, siempre dispuesta a aprender algo nuevo.


Muchas veces me gusta dejarme llevar sin más, como el agua en la corriente del río.
Y sostener la mirada irrespetuosamente  aunque se enciendan mis mejillas de rubor.
Dejarme de cumplidos en el trato con el otro y actuar a la pata llana, sin servilismos que me hagan vulnerable.


Captar de la vida y los acontecimientos la cruda realidad y aceptarla como tal.
 Conocerme un poquito más y mejor, tratando de rescatar la utilidad de lo inútil.
Recoger lentamente con mis manos todos los momentos vividos, felices o infelices, para poder ser libre al fin.


Airear mis propias miserias al viento, asumiéndolas para poder avanzar.
Dejarme llevar del remolino de mis pasiones sin guardar las apariencias.
Atreverme en mi osadía a robar una estrella que me redima con su luz.


Porque el afán de crear lo siento en mis propias entrañas y bulle por salir fuera.
A veces con la sencillez de una flor, con la intensidad de una mirada, con el dolor de un suceso, con la crudeza de los duros acontecimientos diarios.
Y siento la necesidad  de entregar sin reservas aquello que nace del interior.


Quiero acariciar con mis manos cansadas todas las penas del universo.
Acariciar conciencias.
Acariciar manos frías de deseos.
Acariciar corazones aferrados al pasado.
Acariciar bocas que se olvidaron de reír.
Acariciar almas agrietadas por el dolor.
Acariciar ojos que velan ausencias.
Acariciar con mi creatividad.

M.Paz.