14 de junio de 2023

LA NOCHE

 


En las noches de insomnio me acosan las letras y no tengo más remedio que jugar a darles vida.

Tan solo escucho caer unas gotas de lluvia en mi ventana.

¡Benditas sean!

La noche, la lluvia, las letras y yo...

Hay un halo de misterio que me atrapa. Mis miedos e inseguridades se cobijan al amparo de mi edredón de tulipanes, poniendo una nota de color a la negra noche.

El silencio me trae calma.

Pero no hay manera de que mis ojos se cierren.

Verás mañana que cara y cuerpo voy  a tener...

Pero aún así, este juego entre las letras y yo me resulta apasionante.

Vienen a mi memoria retazos de mi vida.

El pasado siempre nos acecha y acompaña.

Pero mira tú, que yo estoy ahora muy centrada en vivir mi presente.

La gente duerme.

Mañana será un nuevo día, con la posibilidad de vivir, y eso ya tiene un aliciente.

El tiempo corre y yo con él.

Una carrera veloz, impetuosa, que no hay quien la pare.

Pedacitos de ilusión bailan a mi alrededor y quiero atraparlos con mis manos.

Sigue lloviendo.

Parece qué con más intensidad por el ruido.

Me asomo a la ventana y el asfalto brilla con las gotas de agua y la luz de las farolas. 

Pura fantasía para mi alma inquieta.

La noche, las letras, la lluvia y yo...

En unas horas, se desperezará la vida por las calles.

Gente que coge el autobús, o el coche, para ir a trabajar; niños que van al colegio, perros acompañados de sus dueños que hacen su primera salida...

Y yo, sin apenas haber podido cerrar los ojos.

Revolotean las traviesas letras a mi alrededor, juguetonas, atrevidas...

Me tienen prisionera.

¡Pobre de mi!

Y vosotros durmiendo a pierna suelta.

Bueno, quizá al otro lado del charco, no.

Ya voy notando mis párpados cansados.

Voy a hacer un último intento por cerrarlos.

A las buenas noches queridos amigos.