13 de junio de 2022

VERANO

 


Aún no ha comenzado el verano y el calor hace días se ha adueñado de las calles.

Todo el mundo habla de las altas temperaturas y el cambio climático.

Aún así la gente no para en casa.

Terrazas, piscinas, bares, conciertos, están a rebosar.

Y escucho en la radio que las reservas en los hoteles y zonas de veraneo están a tope.

Parece que quisiéramos resarcirnos de aquellos días en que tuvimos que estar encerrados en casa, o con muchas limitaciones a la hora de movernos de acá para allá.

Después de la experiencia y lo que ahorramos, estamos deseando vivir.




Yo, estos días ando perezosa para escribir.

La "caló" como dicen en Sevilla, me aplatana y hace que las musas no me acompañen.

Además, suelo cerrar en verano el blog.

Suelo decir que las bicicletas son para el verano y los blogs para el invierno.

Eso si, nada más baja la temperatura aprovecho para pasear por el campo y robar la belleza de la naturaleza con mi cámara fotográfica.




Ya están los trigales en sazón formando un mar de espigas doradas que se mecen al arrullo de la suave brisa.

Me encanta escuchar el canto de los pájaros que se funden con mis pasos peregrinos de rescatar lo bello.

Y aunque no haga el "Camino de Santiago" como muchos peregrinos a los que veo pasar por él, mi alma inquieta se siente afortunada de disfrutar de tan bellos paisajes a la puerta de casa.

Además, estos parajes están ligados a mis amigos andaluces a los que acompañé en su peregrinar, aunque fuera por media hora solamente, cuando pasaron por aquí no hace mucho.




 Pero también me suelo ir al centro para disfrutar del ambiente sanferminero que ya se escucha por los rincones.




Y siempre me encuentro con mi amigo, Iker y sus amigos, amantes de la fiesta, la música y la alegría como yo.




Estamos hambrientos de la fiesta de San Fermín después de dos años sin poder celebrarlo.

Suelo acudir acompañada de mi cámara fotográfica dispuesta a captar la fiesta popular, esa que las teles no suelen contarnos. Porque vende más el morbo.

Ni los Sanfermines se libran del uso del móvil...jejeje.

Esta instantánea hecha al azar habla por si misma.

Después, cerraré mi blog y me iré a pasar el verano a Guardo, pueblo muy querido, donde me esperan mis amigos.