25 de febrero de 2016

EL NIÑO-HOMBRE


Erase una vez, un niño, que se hizo mayor antes de tiempo.
Una criatura que nació al arrullo de un campo de amapolas una tarde de primavera.
Le cantaron nanas prendidas en besos de amor de madre, mientras la vida le sonrió.
Pusieron amor en su cuerpecillo vulnerable, un día y otro, a la par que  brillaba su buena estrella.
Sus balbuceos y lloros infantiles de entonces, nada tenían que ver con el llanto que el destino le depararía...
Sus primeros pasos vacilantes, eran seguidos con amor, uno a uno.
Le llevaron a conocer el mar y las gaviotas.
Y hasta un día se enamoró de una estrella queriendo atraparla...
Le contaron muchos cuentos de dragones y princesas alimentando su curiosidad e imaginación.
Pensaba, sentado boca arriba en el prado, viajar al mundo de las nubes aunque fuera sorteando miles de peligros.
Pero de repente, todo aquello se desvaneció.
A cambio, voces, gritos, golpes y llantos le hicieron sentirse "hombre", tratando de defender a su madre.
¡Pobre niño!
Su pequeño sendero se ha cubierto de sombras y un frío intenso cala sus huesecillos aun sin formar.
Se parapeta detrás de un escudo invisible esquivando los golpes.
De pie, erguido, sacando pecho como un pequeño niño-hombre.

P.D. Dedicado a todos aquellos niños víctimas de la violencia, denunciando la sinrazón.