Se llamaba Genaro. Sentado en un banco veia pasar los últimos dias de su larga vida dejando que un rayo de sol le besara su frente. Tenia clara la mirada, suave sonrisa, pelo blanco como las nubes.
Mañana y tarde, esperaba ilusionado ver pasar el autobús que cubre el trayecto de varios pueblos hasta la capital y saludar con la mano al conductor amigo suyo.
Quizá se ha detenido el tiempo en su rincón, y en aquel banco. Posiblemente su soledad le lleva a sentarse cada mañana y esperar...
Mientras encuentre eco en su saludo, mientras se sienta correspondido, mantendrá su esperanza viva.
Mañana y tarde, esperaba ilusionado ver pasar el autobús que cubre el trayecto de varios pueblos hasta la capital y saludar con la mano al conductor amigo suyo.
Quizá se ha detenido el tiempo en su rincón, y en aquel banco. Posiblemente su soledad le lleva a sentarse cada mañana y esperar...
Mientras encuentre eco en su saludo, mientras se sienta correspondido, mantendrá su esperanza viva.
9 comentarios:
ay esas bancas de autobus son maravillosas, que bien que regresastes, vi esas fotos si que la pasabas bien,
un beso
Recordar a nuestros mayores nos hace mucho más persona. Recuerdo a mi abuelo, tras la cristalera del hogar del pensionista, dando con la cachaba en el cristal para que sus nietos entraran a tomar un corto con él...Como le gustaba eso...jejeje
Bésix
Precios homenaje a los ancianos que ven como se termina su vida y se aferran a los recuerdos que aún tienen vida.
Buen domingo Maripaz.
Un abrazo, me ha gustado esta breve historia...
Corta, pero bonita entrada dedicada a Genaro, que al igual que a todos nuestros mayores, ven como se le escapa la vida sentados en muchos bancos como ese…Un saludo…TONY
Cuantos bancos y cuantos personajes sentados y anónimos como "Genaro" hay en nuestros pueblos y ciudades, muchos felices rodeados de los suyos, familiares y amigos, y otros por desgracia condenados al olvido, un saludo.
En cada ciudad, en cada pueblo, en cada barrio... Uno o muchos Genaros dan vida y esperanza, luz a esos rincones que tu nos fotografías...
Un abrazo amiga.
Emilio.
¡que tristes son los bancos de los parques vacíos!
bicos,
Ver pasar el tiempo. Tampoco es mala ocupación. Hoy se vive tan deprisa que ni lo vemos :)
Con tu permiso enlazo tu blog con el mio, un saludo Sema "El blog del Huertero"
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