Alberto pasea cerca del río mientras se fija en el viejo puente de hierro que se mantiene erguido de una orilla a otra desde hace muchos años.
No se había dado cuenta que le acaban de dar una mano de pintura azul y se sorprende. El lo recuerda como está en la foto, desnudo, tal y como ha sido siempre. Quizá el óxido había corroído su estructura reflejando su vejez y decadencia, y esa pintura de color de cielo ilumina su silueta que se refleja en las aguas del río con estrenada ilusión.
El puente y el río hace tiempo que comparten su amistad. Juntos han compartido la vida con las gentes del lugar: jóvenes, niños, viejos, adolescentes...
¡Ah, los niños y los adolescentes! esos de manera especial...
El puente de hierro posee desde tiempos muy lejanos un poder de seducción para la chiquilleria. A su lado se suele manifestar la valentía de los chavales cuando le cruzan apenas sin mirar...temerariamente, con la inconsciencia de sus pocos años. El grado mas alto de la transgresión consiste en permanecer cerca de el cuando llega presuroso el tren. Entonces la adrenalina se apodera de su corazón que late apresurado como si quisiera escaparse del pecho.
Solos los mas atrevidos son capaces de hacerlo, mientras a los ojos de sus compañeros manifiestan su recién estrenada hombría pavoneándose de acá para allá.
No ha ocurrido una desgracia piensa Alberto, porque como decia su abuela Maria, hay un angel custodio que vela por cada criatura en la tierra a lo largo de la vida.
El puente y el rio, permancen en silencio observando la vida que pasa, y las gentes. Solo el agua de vez en cuando tiene mas fuerza cuando su caudal se ve aumentado por las alborotadas aguas que bajan del pantano cercano y la nieve de la montaña que se confunde con ellas.
Por lo demás, no tienen ninguna prisa por llegar a ningún lugar. Saben que la prisa la mayoría de las veces está relacionada con el miedo, vamos a toda velocidad quizá huyendo de nosotros mismos sin saber donde vamos.
Alberto es un espiritu libre. Ha aprendido a vivir con curiosidad recien estrenada cada dia de su vida, Es lúcido, coherente, pragmático,tozudo,rompedor,pacientisímo...
Alberto, el rio, el puente, la vida, los juegos, la infancia, los recuerdos,las risa, la amistad,el amor, la paz, el llanto, los besos...todo se concentra en aquel rincón al atardecer.
7 comentarios:
Siempre me resultaron los puentes algo muy especial. No sé, unen tierras, unen gente, acortan distancias.
Bonito texto Maripaz.
Un abrazo.
Uno de los bienes más preciados que puede tener el ser humano es la libertad de sí mismo!!!
Bonita entrada para Alberto, el rio y ese puente.
Un beso Mari Paz
No me digas que han pintado el puente de hierro de azul...¿No había otro color?
Todos nacemos con ese ansia de ser espíritu libre, algunos fracasamos estrepitosamente, perdiendo con el tiempo hasta la esencia de esos rincones del atardecer.
Saludos
Un texto precioso Maripaz. Gracias por tus ánimos. Un beso
Calvarian, si, efectivamente han pintado el puente de azúl...
Está horrible!!
Una historia de recuerdos infantiles, adolescentes, ilusiones, juegos… Una historia cotidiana, de rincones que pueden existir en cualquier lugar del planeta. Biquiños,
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