Eran las diez cuando Maria comenzó a prepararse para ir al altar. Su vestido blanco habia quedado colgado la noche anterior esperando la explendorosa mañana. Como en un rito ancestral, fue vistiendo su cuerpo desnudo, de ilusiones nuevas y sueños por alcanzar.
Le parecia a ella que sus preciosos zapatos hechos exclusivamente para la ocasión, le iban a llevar lejos donde la felicidad se esconde.
En silencio, se miró en el espejo y apenas se reconoció.¡¡ Estaba tan bella!!
Por un instante le pareció reflejarse en el cristal la sombra de la duda, pero no quiso encontrarse con sus ojos, y bajó la mirada.
Ya en el pasillo de la iglesia, su corazón latia tan fuerte que le hacia daño, como presagiando que el dolor y el amor forman parte de la vida y son compañeros de viaje.
Solo cuando se encontró con la mirada de él, comprendió que la primavera de la vida habia llegado a su encuentro, y se dejó llevar apretando fuertemente la mano de su amado.
Le parecia a ella que sus preciosos zapatos hechos exclusivamente para la ocasión, le iban a llevar lejos donde la felicidad se esconde.
En silencio, se miró en el espejo y apenas se reconoció.¡¡ Estaba tan bella!!
Por un instante le pareció reflejarse en el cristal la sombra de la duda, pero no quiso encontrarse con sus ojos, y bajó la mirada.
Ya en el pasillo de la iglesia, su corazón latia tan fuerte que le hacia daño, como presagiando que el dolor y el amor forman parte de la vida y son compañeros de viaje.
Solo cuando se encontró con la mirada de él, comprendió que la primavera de la vida habia llegado a su encuentro, y se dejó llevar apretando fuertemente la mano de su amado.
14 comentarios:
Has contado muy bonito la duda de cualquier novia y la sensación de conforto al mirar a su amado.
Bonito texto.
Un abrazo.
Sentimiento fuerte estallando en el pecho! Un abrazo.
Me ha gustado tu relato y tu espacio, por eso si me lo permites me quedo por aquí. Saludos =)))
Recreas de maravilla los instantes previos a la ceremonia, con sus dudas y el estallido de la confianza al contemplar al novio.
Muy bonito, Maripaz.
Un beso.
Parece más un prologo que un relato completo, y me da la impresión que todos han visto un final feliz y a mi me da que es el comienzo de una historia triste, ¿Será que hoy hay un día gris y lluvioso en Cádiz? Un saludo, ya veremos la segunda parte ¿La hay...?
El amor, el amor, el amor... que sí.
Habrá continuación?
El comienzo es prometedor.
Besos y un gran abrazo
¡Lo que inspiran unos zapatos!
Hasa el último momento creí que la iban a dejar plantada... Es que soy una bicha :D
Me gusta mucho la foto, me gusta mucho que uno de los zapatos mire hacia delante y otro atrás,así es como yo creo que debe ser, entrar de frente en la vida nueva y llevarnos las huellas de la que fue hasta ahora :)
Un beso, guapa
¡que momentos tan indescriptibles!, incertidumbre, nervios, ilusión... amor.
biquiños,
Unos momentos felices... bien contados.
no entiendo hoy en dia esas cosa me recuerda esos tiempos de maricastaña aya por la epoca ,de mis padres que se casaban por obligacion por clase o por el que diran , hoy en dia no esiste eso lo tienes mas claro y firme , cuando das el paso definitivo lo das ya segura , sin miedos ni tapujos , en realidad ya estabas mas casada que casada ya as vivido con tu pareja unos años juntos , y ese paso es como si fuera un paripe solo papeles etc para asi tener una seguridad y si tienes niños estar mas legal , es eso y nada mas lo demas sobra si te va mal hoy en dia no ay problema ,,,
...Y el novio pensaba al verla tan bella -quizá sin fijarse en el detalle de los zapatos, porque los hombres lamentablemente, por regla general, no somos tan detallistas como las mujeres-, que iba a contraer voluntariamente un maravilloso compromiso: protejerla y hacerla feliz.
Maravillosos esos momentos antes de entrar a la iglesia....Un saludo.
Publicar un comentario