Intentaba yo escribir algo para el blog, pero no había manera (las musas hace semanas que me abandonaron) cuando de pronto, decidí poner la tele, y me encontré con el programa de enorme éxito que Televisión Española trasmite desde hace unas semanas.
Ya había visto el estreno, y me quedó un mal sabor de boca, no por los manjares que en el se cocinan, sino por la angustia que sentí al comprobar la presión a la que son sometidos los concursantes a la hora de realizar sus platos.
Al día siguiente, cuando tuve que ponerme a cocinar, me sentí aliviada de no tener encima a estos estupendos profesionales, según dicen, unos prestigiosos chef que se toman muy en serio su labor de jurado con los participantes del programa.
Están muy de moda estos reality show donde se pone a prueba a los concursantes llegando a veces a ridiculizarles hasta límites insospechados. Para ello no tienen ningún reparo en humillar y avasallar con tal de conseguir la audiencia deseada.
No digo que no sea lícito competir por ser el mejor. Es más, es necesario. El ser humano la mayoría de las veces tiende a conformarse y a dormirse en los laureles como vulgarmente se dice, sin sacar partido de las capacidades que anidan en su interior.
Por supuesto que necesitamos que nos pongan tareas, que nos incentiven, que nos pidan más...
En la lucha por la supervivencia no podemos alcanzarla meta a cualquier precio, porque hay por encima otros valores que nos dignifican como seres humanos.
En esta jungla que es nuestra sociedad, no todo vale...
No corren buenos tiempos, y la competitividad es enorme a todos los niveles. Podemos ser los mayores depredadores, los más crueles y sanguinarios a la hora de conseguir el éxito personal.
También es verdad que en los momentos de grandes catástrofes se pone a prueba lo mejor y lo peor de cada hombre, los mas grandioso y lo más vil.
Bueno, con esto no quiere decir que yo esté en contra del programa de Marter Chef. Me parece una estupenda oportunidad de cumplir los sueños de muchas personas. Hay un sustancioso premio para el ganador y los finalistas, incluso para los participantes, la marca patrocinadora le regala los electrodomesticos que han usado.
Nadie ha dicho que sea facil la lucha por llegar...
En el programa de hoy he visto menos tensión e incluso me he sonreído cuando Michell, ( la reina Isabel ) en la pantalla, se ha colado en la cocina y ha probado los platos.
Eso si, después de ver estos programas culinarios me entra un apetito tremendo y asalto la nevera a la primera de cambio.
5 comentarios:
No he visto el programa que describes, pero no me gustaría actuar como concursante, ya que parece que el trato es un poco ultrajante. Una frase famosa dice: nunca otra vez, debería ocurrir que esta tierra hermosa experimente la opresión de una persona por otra. Estos programas hacen que esta frase se repita en nuestras mentes ¿verdad?. Parece ser que tal trato nos hace sentir placer y se incrementa la audiencia. Una pena!!!
No he visto el programa, pero está de moda maltratar a los concursante de los reality show, y eso la culpa lo tienen los seguidores de los mismo, que quieren ver y escuchar insultos y broncas, ya solo queda por ver sangre y esto lo convertirá en los reyes de la audiencia, quizás tengamos lo que nos merecemos... (Lo mejor de la TV La Carte de Ajuste aunque ya no exista...). Un saludo.
Bueno, ahí en la tele está lo más atroz de la realidad, o la ficción... Un abrazo.
No he visto, aún, el Programa.
Creo que estamos al roce de la estupidez por tanta competitividad, porque siempre habrá alguien de las mismas condiciones que el Campeón (o quizás mejores)y por cuestiones arbitrarias quedará relegado a otro puesto que no será el primero. Hay muchas personas en la historia que no daban un duro por ella y llegaron a ser grandes Genios.
Abrazos y besos.
pronto superaremos, si tenemos suerte, esta época de reality show
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