Carmela se ha soltado el pelo, y con sus pies descalzos, comienza una danza con una música imaginaria.
Le suele ocurrir de vez en cuando, que le sale al exterior su puntito de locura en plena calle.
Es algo que no puede evitar.
Carmela camina despacio, como queriendo atrapar el tiempo.
Sus bellos ojos oscuros, escudriñan todo lo que ven a su paso, con vehemencia.
Así puede construir pequeñas historias que luego plasma en un cuaderno de pastas rojas.
Ama las letras desde su más tierna infancia y se refugia en ellas siempre que puede.
Carmela es de este mundo, pero parece de otro desconocido.
Carmela es una flor, cuyo néctar es capaz de irradiar belleza por donde quiera que va.
Su risa, suena a cascabeles y poemas de amor.
Carmela, ama, sufre, sueña, ríe, llora...
Lleva en su mochila remedios capaces de aliviar cualquier dolor.
Y siempre canta.
De vez en cuando le da un pronto y no hay quien la aguante...
Carmela ama la soledad, el campo, la montaña, la gente, la vida...
Le gusta contemplar los trigales al atardecer, cuando se mecen al compás del viento junto a las amapolas.
Se funde con la naturaleza para sentir los latidos de su corazón inquieto.
Carmela es una incomprendida, y se aísla para que no la hieran demasiado.
Sufre en silencio, como la mayoría de los mortales.
A veces no puede más y le parece que se va a ahogar en su dolor.
Carmela es un pajarillo perdido en el universo como tantos seres.
Sus miedos la acosan sin cesar cuando menos lo espera.
Suspira una y otra vez al caer la tarde, cuando el sol se oculta en su belleza.
Carmela se canta una nana, para alejar viejos fantasmas.
Y una vez más, se suelta el pelo, y con sus pies descalzos comienza una danza con una música imaginaria al son de la vida.
17 comentarios:
Carmela ea más libre y feliz que muchos de nosotros.
Un abrazo grande.
Carmela camela mucho, como su dueña. No es un semoviente es una persona individual y dulce que hace feliz a su creadora y, de rebote a sus seguidores.
Camela la libertad y el ensueño de Carmela.
Cual lejos esa niñez de mirada limpia y expresiva con ansias del saber...Un relato tierno, y al mismo tiempo duro en estos días que corren.
Me ha encantado.
Un saludo.
me tienes que presentar a Carmela... un saludo.
Un bonito relato, creo que todos tenemos algo de Carmela.Besicos
Carmela es un ser muy especial,
con generosidad, sensibilidad, alegría
e inocencia; cualidades que ojalá
nunca pierda.
Besos, Maripaz.
(PD- Me emocionó tu comentario en casa,
infinitas gracias)
Carmela debe estar contentísima contigo.
No es para menos!!!
Qué bonito lo que cuentas de ella.
Besos.
Es precioso lo que cuentas de ella, un alma generosa, hermosa y que ojalá nunca cambie.
Un beso muy grande!!
Carmela es feliz ya que su vida es una pluma que se deja guiar por la buena mano.
Un feliz fin de semana.
Carmela baila por la vida equilibrando tristezas y alegrías. La veo fuerte y valiente, venciendo sus temores y atreviéndose a vivir.
Muy lindas tus letras.
Un abrazo!
Me gusta Carmela, su forma de vida y de enfocarla.
Ama la libertad y la naturaleza, tiene que tener un corazón de oro.
Estoy encantada con haber entrado en tu espacio, poco a poco voy recuperando a mis antiguos seguidores, agradezco mucho tus letras de bienvenida.
Cariños.
kasioles
Me encanta tu Carmela, tan libre y sensible, que lo mismo baila, sueña o ríe y canta. Y su amor a la naturaleza donde encuentra refugio... Pajarillo perdido...
Parece de otro mundo pero intuyo que no lo es, ya que eres amiga suya y la conoces tan bien.
Un texto precioso de verdad.
Cada día me gusta más leerte, MariPaz :) Y me acuerdo de quien me dio la oportunidad.
Un abrazo, amiga :)
Conozco por aquí una muy parecida, la llaman "Lola", casi todos los día la veo cantando y bailando en cualquier esquina... libre como el viento.
Un abrazo.
Pon una Carmela en tu vida. Que maravillosa.
🌷
Carmela... Ese personaje que hemos interpretado todos en algunas ocasiones... o vidas pasadas.
Abrazos Maripaz.
Me encanta como suelen terminar estas cosas... ♥
Carmela es demasiado mágica para llevar una vida convencional.
Me gusta Carmela, me gusta la ternura con la que la describes, Maripaz, y esa manera talentosa de relatar con pequeños detalles, y de resaltar su peculiaridad que es como un conjuro: cuando el mundo se pone incomprensible, ella baila.
A veces me he sentido como Carmela, por eso me chiflan las Carmelas como la de tu historia.
Que pases un estupendo verano, Maripaz, nos leemos en otoño.
A ratitos iré mirando y escuchando tus vídeos de más arriba. No hay nada más veraniego que las bandas.
Un abrazo preciosa. Mímate mucho.
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