Josefa, tiene noventa años, y si Dios quiere, el próximo dia 18 de Marzo cumplirá noventa y uno. Nació en Congosto de la Valdavia, hija única de Elvira y José.
Su vida transcurre en ese pequeño pueblo, donde desde la escuela conoce a Emerito que hace tiempo está enamorado de ella. El enamoramiento es compartido por ambos, pues siendo apenas unos adolescentes tienen claro que les gustaría ser novios y vivir su vida juntos para siempre.
Al entrar, un suculento olor a lentejas y carne guisada invade la cocina. Es media mañana y mis papilas gustativas se aceleran.
Recorro con ella las habitaciones de la casa tratando de obtener alguna fotografía antigua. De repente se para delante de una vieja ampliación, y señala con orgullo a su madre rodeada de sus cuatro hermanos.
A esta anciana mujer se le llenan los ojos de lágrimas recordando a su madre porque siempre estuvo muy unida a ella.
Todo parecía sonreirles, cuando de pronto, Emérito, empezó a sentirse mal. Después de varias visitas al médico le diagnostican una enfermedad del corazón agravada por la silicosis, la enfermedad de los mineros.
Josefa, se vuelve a emocionar cuando me cuenta los últimos días de su marido. Les gustaba a los dos dar grandes paseos hasta la ermita del Cristo y los pinares. Ella sabiendo que son los últimos meses de su marido, le gusta pasear con el muy despacio, apoyándole con su brazo y escondiendo su miedo de que se le quede muerto en cualquier rincón.
Con 45 años Emérito se muere dejando viuda a Josefa con una miserable pensión de 2.300 pesetas.
A pesar de su dolor tiene que seguir viviendo y contribuir con algo a su mermada economía . Para ello tiene en su casa dos pupilos de su pueblo que le pagan una modesta cantidad por el alojamiento en su casa.
De repente me dice divertida que me va a contar algo para que me ria. Dice que ella cuando era joven estaba de muy buen ver... Por entonces un chico que se las daba de ligar con las mas guapas, la conoció y se quedó prendado de ella. Por entonces ella tenia su novio que era por supuesto, Emérito. Este chaval le gustaba ir pregonando como un fantasmón que todas las chicas guapas del pueblo se habían acostado con él, incluso Josefa. Cuando ella se enteró, se llevó un enorme disgusto porque era mentira. Un día que iba con su cuñada a comprar el pan, se lo encontró en la tienda. Sin darle tiempo a reaccionar, se acercó a él con la madreña en la mano propinándole un mamporro. Tuvo que defenderse chillando:" Pero Pepa, para, no me pegues más"
Me río sin parar por la divertida anécdota de esta mujer que no dudó en usar su madreña para salvaguardar su honor delante de su cuñada y los tíos del chico obligándole a confesar la verdad.. Además me dice como si le quedase duda de no haberlo lavado suficientemente :" Me hubiera gustado hacerlo en el baile, delante de todo el pueblo".
Mientras bajo la escalera, mi corazón late con fuerza. Me he acostumbrado a verla por el barrio con su pelo blanco, su sonrisa, a subirle los recados cuando la veo cargada...son los tesoros que van quedando.
16 comentarios:
Estupendo homenaje a Josefa, eres estupenda en esto Maripaz.
Bicos
Maripaz, hubieras sido una perfecta periodista que, en caso de trabajar para la tele, la hubieras dignificado grandemente. Bonito homenaje. Y me has hecho buscar madreña en la rae, que no la he encontrado: he encontrado almadreña, una especie de zueco. Ya me aclararás...
Como siempre tus personajes son entrañable, sigue descubriendo más... un saludo y placer conocer a Josefa.
Ramón, efectivamente es "almadreña" una especie de zuecos de madera que se usaba antiguamente por la zona.
Muchas gracias por tus cariñosos comentarios. Tienes razón, me hubiera gustado ser periodista, me apasiona el mundo de la comunicación.
Qué bonito Maripaz, gracias por hacer protagonistas a quién realmente se lo merece!!!
A pesar del dolor, su rostro deja fluir el brillo de la vida. Un abrazo.
Joven llamado Cuervo, has captado muy bien la expreión de su mirada. Nunca habla lastimera para dar pena, ni critica a nadie, sus ojos trasmiten una alegria serena que a mi personalmente me cautiva.
Una historia entrañable. como todo en Guardo.
pues ahora sólo queda que le enseñes a Josefa su historia en el ordenador, se quedará asombrada.
¡que bonitos me sigue pareciendo estos homenajes!
historias sencillas pero grandes historias.
biquiños,
Izotz, bienvenido aL baúl.Para mi tu tambien eres entrañable.
Un beso
Mari Paz, que maracilloso homenaje a Josefina, en este homenaje seve reflejada muchas mujeres de su epoca, un beso
jOSEFA, SE SENTIRÁ MUY ORGULLOSA, ES UN HERMOSO HOMENAJE.
Te tienen que querer muchísimo, Maripaz, porque eres un encanto.
La narración de tu visita a Josefa es entrañable y cálida. Felicidades anticipadas para ella por esos 91 años que cumple la semana que viene. Una vida dura y digna, como la de tantas mujeres.
Mis felicitaciones por tu magnánimo corazón.
Un beso bien grande.
Entrañable historia la de esa mujer .Cuantas cosas podrá contar vividas en esos 90 años.Un abrazo
Mari Paz: me he emocionado leyendo lo de Josefa, la has definido tal como es. Una mujer entera, cariñosa cuya vida ha tenido que ser dura como la de tantas mujeres de esos años. Pero ellaes especial como tu dices nada cotilla y muy respetuosa, yo la recuerdo siempre con mucho cariño. ERES UNA ARTISTA QUE DAS MUCHO CARIÑO A TODA ESE GENTE ANONIMA QUE DESPRENDE TERNURA. Te quiero .Visi
Como siempre que leo tus homenajes, me he emocionado.
Espero que sigas con el personaje del mes durante mucho tiempo.
Es bonito compartir tus recuerdos con los demás y sobre todo sentirse querida.
Un abrazo muy fuerte de Aurora Boreal
Publicar un comentario