El agua de la fuente se había congelado durante la noche de manera espectacular formando unas caprichosas esculturas en las ramas cercanas que causaban la admiración de los transeúntes. Parecían de cristal transparente, como si un artista hubiera plasmado en ellas la belleza de su inspiración.
Los días invernales se habían precipitado aquel año, y aunque estaban acostumbrados a las bajas temperaturas, no se había librado de la primera impresión . Con enormes bufandas y gorros se cruzaban en su ir y venir saludándose al pasar, como intentando aliviar el frío de su rostro acartonado con una tenue sonrisa que le acerca al calor humano de los demás.
Las luces que adornan las calles al anochecer se han vestido de colores alegres con mensajes de felicidad.
Familias enteras se acurrucan entre si para darse calor deambulando por las tiendas de regalos. Niños pequeños con los ojos muy abiertos observan los juguetes que se exponen en los escaparates, mientras sus madres les acarician con ternura.
Las familias se felicitan una y otra vez, deseándose felices días venideros.
En los hogares se preparan desde hace días suculentos manjares para una noche que según dicen es bendita.
Quizá el frío no pueda con la ilusión de la Navidad y se pueda conservar su espíritu de siglos, sin convertirla en unos días de consumismo salvaje.
Los días invernales se habían precipitado aquel año, y aunque estaban acostumbrados a las bajas temperaturas, no se había librado de la primera impresión . Con enormes bufandas y gorros se cruzaban en su ir y venir saludándose al pasar, como intentando aliviar el frío de su rostro acartonado con una tenue sonrisa que le acerca al calor humano de los demás.
Las luces que adornan las calles al anochecer se han vestido de colores alegres con mensajes de felicidad.
Familias enteras se acurrucan entre si para darse calor deambulando por las tiendas de regalos. Niños pequeños con los ojos muy abiertos observan los juguetes que se exponen en los escaparates, mientras sus madres les acarician con ternura.
Las familias se felicitan una y otra vez, deseándose felices días venideros.
En los hogares se preparan desde hace días suculentos manjares para una noche que según dicen es bendita.
Quizá el frío no pueda con la ilusión de la Navidad y se pueda conservar su espíritu de siglos, sin convertirla en unos días de consumismo salvaje.
12 comentarios:
Que lindos están Laika y Leti, me encanta, feliz navidad querida amiga, un abrazo
Una postal de Navidad muy original, estáis las tres muy guapas.
Felices fiestas, bicos
Felicidades también para ti.
La Navidad ya está aquí, así que muchas Felicidades... a las tres.
Laika está para comérsela.
Feliz Navidad.
Preciosos Leti y Laika.
Vengo a felictarte por que me voy fuera estas fechas, feliz año 2011 Maripaz.
Besos
Fíjate el tiempo, siempre tan veloz... en verano los castillos de arena que duran hasta que el agua los ha lamido, en invierno esos caprichos de hielo que duran hasta los primeros soles.
La navidad es eso, justo eso: invierno. A mí se me hace difícil y complicado imaginar la navidad de cono sur, tan calurosa. Besos.
Que regrese el espíritu, diría. Y que estés muy bien en este tiempo. Un abrazo.
Felices fiesta, Maripaz! (preciosos tus calcetines colgados.)
Beso.
Me contagias la alegría al pasarme por aquí. Estáis maravillosas todas en las fotos.
La foto de la fuente es espectacular. No salgo de mi asombro y mira que yo he vivido con frío, frío por Canadá...
El relato es estupendo, se aprecia que nos muestres lo linda que puede ser la vida.
Muchos besos!!
Me temo que este año no están los bolsillos muy airosos para el consumismo. Basta con salir a la calle y ver la poca gente animada en compras. Será la crisis, el paro, el descontento...
Me encanta tu felicitación navideña, Maripaz. Laika y Leti están hechas unas super-modelos, y tú estupenda, como siempre.
Un beso cuyo aliento se congela (aquí hoy también hace muchísimo frío).
¡que duro es el invierno para muchas familias!
tú y tus bichitos tenéis mucha suerte, tú los quieres a ellos y ellos a tí; se nota.
biquiños,
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