Todavía conserva entre sus dedos la niñez perdida, y se aferra a ella con todas las fuerzas de su alma herida. Intenta desesperadamente retroceder en el tiempo y recuperar los momentos en los que no había lugar para la duda, y se asoma al balcón de sus días donde las nubes se le antojan sueños por realizar.
Con el brazo desgajado de su cuerpo yace inerte en el suelo sin poder expresar su dolor, un dolor que le asfixia por instantes.
¿Podrá vivir sin cabeza? ¿ Podrá alguien recomponer su corazón roto?
Mientras tanto el tiempo huye con la caída de la tarde, y amanece con sigilo misterioso intentando subyugar a los seres humanos que navegan a la deriva.
8 comentarios:
Muñec@s rot@s es lo que más abunda en esta sociedad. Una sociedad que lo mismo encumbra a alguien como lo hunde a los pocos meses en el más cruel de los abismos.
Bicos
Conservará su alma o es puro cuerpo?
No creo que pueda vivir sin cabeza ni con el corazón roto, pero hay una esperanza: que alguien la ame y se recomponga.
Bello texto.
Un abrazo.
El relato me suena bien poético.
Saludos
David
algún día alguien lo pegara y le dará de nuevo, brillo, color y calor, volverá a sonreír, y vivir, porque aprenderá que lo importante no es tener defectos, como un desconcho,o un arañazo, o golpes, si no que te quieran así, con esos defectos y taras y aun te sigan viendo el mas bonito ángel de su vida.
El consuelo es que las almas no se rompen... la materia sí. Pobre muñeca.
un texto muy poético y de mucha sensibilidad.
biquiños,
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