Tierra Castellana

Observaba por la ventana del autobús la tierra parda de Castilla, y aunque no lucia el sol, me parecía de una belleza única

Después de pasar largos días en el sur disfrutando del colorido y alegría de sus rincones y gentes , al pisar de nuevo la tierra donde vivo en la actualidad, se ha removido mi interior . Apenas he vivido por esta zona, pero los recuerdos infantiles se graban a fuego y los primeros años de nuestra vida forman de manera especial los más entrañables recuerdos .

Los castellanos, tenemos fama de"secos" quizá en el sur, nos llamarían "saborios" "desaborios " que significa, sosos, con `poca gracia ...

El clima tiene bastante que ver. El sol no de deja ver con tanta frecuencia, los inviernos son fríos y largos, la nieve de las montañas  hace recio y fuerte el carácter de sus habitantes.

Me comentaba con mucha gracia el otro día  una amiga en Sevilla, que este invierno se le había hecho interminable  porque había llovido mucho y el sol, apenas había lucido . Me ponía muy triste, con mucha pena- me decía

Tenia razón mi amiga, el sol, tiene mucho que ver con la alegría de castañuelas, tiene una vitamina especial que produce buen humor a raudales.

No cabe duda  que influye en el carácter de la gente, pero de todas las maneras no se puede generalizar. Ni todos los andaluces son graciosisímos, ni todos los castellanos, sosisimos.

Se suelen dar más unas características concretas, pero todos  poseemos unos valores personalísimos y muy valiosos.

Precisamente ahí esta la grandeza de las gentes de cada una de nuestras regiones

No entiendo la estrechez de miras de los "catetos" que piensan que tienen un A D N especial , que piensan que son seres "únicos" con la capacidad de despreciar a los demás por no pertenecer a una región concreta.

Se creen que sin ellos la especie humana desaparecería del planeta que sin sus productos, su folclore , sus tradiciones, su lengua, sus monumentos, los demás ciudadanos, no podrían vivir ...

No se dan cuenta de que la riqueza del ser humano está en la variedad de caracteres, de lenguas, de tradiciones...

Por eso, de vez en cuando hay que viajar por el propio país y detenerse a observar  las maravillas de cada región y la riqueza tan variada del carácter de sus gentes  para no caer en la mentalidad pueblerina de creernos los mejores ...

Se aprende mucho viajando, y cuando se divisa la propia tierra, el corazón suele latir con más fuerza, sin que sea síntoma de que lo tenemos empequeñecido