Era difícil conciliar desde entonces el sueño, porque se le venían imágenes de los años pasados en su compañía constantemente. Quizá no estaba aún preparada para su marcha ¡Tenia tantos sueños por vivir con ella!
Siempre le gustaba presumir de las bufandas tan preciosas que le hacia cada invierno. Cuando alguna vez había invitado a alguna amiga a casa comer, sus ojos se iluminaban al ver la cara de asombro y placer que ponía cuando degustaba los macarrones de su abuela. ¡Nadie los hacía mejor!
Con ella de la mano aprendió a amar a los animales y la naturaleza, dando grandes paseos por el campo. Las abuelas -pensaba ella- poseen toda la sabiduría del mundo encerrada en su corazón y la van desparramando a manos llenas en el camino de aquellos que aman.
Mas de una vez sus pies descalzos, jugaron a atardecer con la corriente, como pretendiendo escaparse con él por esos mundos caminando al unísono. Y es que al lado de su abuela, aprendió a amar la vida apasionadamente.
P.D. Este relato, me lo ha inspirado la mirada inocente de una niña amiga mía, que acaba de perder a su querida abuela, y he querido traerlo aquí, como homenaje a su abuela y a todas las abuelas del mundo que cualquier otoño de la vida nos dejan.
8 comentarios:
Entrañable homenaje a todas la abuelas...
Preciosa y Realista Historia de esa Abuela y esa Niña compañeras de Ilusiones, de juegos y de sensaciones.
Ese vacío que deja es enorme y su estela permanecerá eternamente en el Corazón y el Alma de esa criatura.
¡¡¡Gracias por tu comentario de Cariño, Humanidad y Complicidad!!!
Abrazos y besos.
Casi naturalmente es uno de los primeros dolores que los niños prueban... y cómo los marca a fuego!!! Un abrazo.
precioso, tierno, bien escrito...
¡¡Preciosoooo!!
Besines utópicos, Irma.-
Yo conozco a esa niña... y aunque mas grande soy una niña que tambien llora por la ausencia de esa abuela..aunque , tal vez por la edad, cada es es mas fuerte el sentimiento de gratitud por todo lo aprendido. Como bien dices no hay nadie mas sabio que una abuelita. Lo has descrito de manera muy cierta y bonita. Gracias
Gracias a ti, anónimo por tu visita. Si he podido aliviar un poco tu dolor, ha merecido la pena.
Cuídate y muchos besos.
No te fíes un pelo de "aquel sencillo tren...". Para mí que es el mismo que dos días más tarde, en el próximo relato hará trizas los sueños de una nube la mar de noble y simpática.
Un beso.
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