9 de octubre de 2018

MI AMIGO TINO


Ayer en mi paseo habitual me encontré a mi amigo Tino. Estaba pasando la tarde con unos amigos junto a la Oficina de Turismo. Me saludó con enorme cariño y me comentó que me quería regalar manzanas y ciruelas de su cosecha.
Conocí a Tino una tarde del año pasado al azar. Una nieta suya me lee y me había comentado que le gustaría que le hiciera una foto a su abuelo y la colgara en mi Facebook. Le comenté que estaría encantada de hacerlo. Me dijo donde vivía y quedamos en que un día me acercaría a saludarle. Pasó el tiempo y me olvidé. Pero una tarde que paseaba cerca de su barrio pasé al lado de un hombre y le saludé. Como llevábamos el mismo camino fuimos charlando un rato.
-¿No serás tú la fotógrafa que pone cosas de Guardo en internet? -me dijo.
Sonreí divertida y después de haberle sacado de su error y confesar que en realidad no era fotógrafa, simplemente hacía fotografías...me di a conocer.
-Mi nieta en Barcelona te lee y me ha hablado de ti- siguió comentando.
Al preguntarle el nombre mi sorpresa fue mayúscula. Era el abuelo al que yo tenía que retratar...
El azar nos había unido sin previo aviso.
Desde el primer instante conectamos y así nació nuestra bonita amistad.
Esa tarde le hice unas fotos con sus amigos que le esperaban y luego se las lleve a su casa impresas en papel.
Pero volvamos con la cita de esta mañana...


Llamé a la puerta, y al no obtener contestación miré a la derecha de la casa y cual fue mi sorpresa que estaba sacando patatas en un pequeño huerto.
 Me encanta el olor a tierra. Allí estaban desparramadas las entrañas de la tierra pariendo su fruto.


Mi amigo, Tino tiene noventa años y está a punto de cumplir noventa y uno.
Es un hombre de mirada serena que trasmite una paz enorme. Tiene una sabiduría que me atrapa cuando hablo con él. Sus palabras pausadas me trasmiten un cúmulo de sentimientos bellos por las enseñanzas que encierran llenas de valores denostados hoy por la sociedad actual.
Al verme, deja el surco y se acerca sonriente. Nos saludamos como viejos amigos aunque nuestra amistad haya nacido apenas hace un año.


Abre un portón y encima de unas mesas están esparcidas las manzanas una detrás de otra...
Parece un cuadro impresionista.
-¡Huele, huele...! me dice.
Un delicioso aroma invade la estancia.
Luego me pide que pruebe una ciruela de color rojo de un cajón cercano no sin antes haberla lavado bien- dice.
¡Son exquisitas!-le digo.
Me anima generosamente a coger las más duras y cuantas quiera. Con las más maduras quiere hacer mermelada.
En unos minutos lleno un par de bolsas de cada.


Es albañil de profesión y él mismo ha edificado su propia casa.
Me muestra con orgullo toda la bajera que ha adornado con trozos de losetas variadas componiendo un auténtico mosaico artístico.
Le pido posar para mi con su obra de arte, y muy coqueto me comenta que con el mono de trabajo no se ve muy favorecido...
Le insisto y al fin cede ante mi requerimiento mientras le robo una sonrisa.
Ante mi pregunta de que cuantos años lleva viudo, se pone nostálgico al decirme que siete.
La confidencia surge despacio mientras un sol otoñal es testigo de nuestro encuentro.
-Entonces si que sufrí mucho-me dice bajito.
Emocionado recuerda a su mujer con tanto amor, que la emoción me embarga.
Hubiera querido grabar sus palabras y lanzarlas a la red como homenaje a este hombre bueno con un corazón de oro.
Como veo que aún le queda tarea me despido de él para no entorpecer su trabajo.
En unas semanas se irá a Barcelona con sus hijos y yo volveré  a Pamplona.
Nos damos un abrazo por si no nos volvemos a ver antes de nuestra marcha.


Los árboles cercanos vestidos de Otoño se asoman a la despedida de dos amigos. Dos almas que han conectado desde el primer momento.
Ha sido maravilloso conocer a Tino.


Me alejo con las dos bolsas repletas de frutos.
Su figura a lo lejos agachado con el azadón,me conmueve. Es un hombre atado a la tierra y a sus raíces.
Espero con ilusión nuestro nuevo encuentro el próximo año cuando volvamos a Guardo.

13 comentarios:

Arantza G. dijo...

Que bonito lo cuentas, Maripaz.
Gracias
Besos y cariño

Sara O. Durán dijo...

Maripaz. Tu calidez elimina la distancia. Leerte es como estar escuchándote aquí. Un hombre muy lindo y generoso, como tú. Por eso es como si se conocieran de mucho tiempo atrás.
Recibe un gran abrazo.

Susana dijo...

Da gusto conocer buena gente. Un beso

llorenç Gimenez dijo...

Hola Maripaz.. A las personas como tu, y un poquito como yo, que les gusta contar historias, historias humanas, historias sin pretensiones, con humildad y mucho cariño, encontrar personajes que acaban siendo amigos como Tino, son pequeños tesoros que satisfacen esa afición que tenemos por contar cosas sencillas pero humanas.
Te felicito a ti, y felicito a Tino. Espero que se lo pase bien en Barcelona, que a pesar de todo y de los turistas, es una ciudad bonita y acogedora y a ti un fuerte abrazo por traernos esas historias tan reales y tan humanas..
Un abrazo..

Framboise dijo...

Me ha conmovido este texto tan cariñoso... Conocer a gente tan auténtica como tu amigo Tino es un milagro que creo se da pocas veces. Y casi siempre elige un pueblo para aparecer.
Tuve un encuentro de ésos nada más llegar a este pueblito donde vivo ahora. Una conversación pausada y rica en enseñanzas varias.. pero no volví a saber de este hombre tan parecido a Tino. Y cuando paso cerca del banco donde coincidimos, me sube a la boca el sabor de las moras que generosamente compartió conmigo aquella mañana.
Pufff... me estoy poniendo meláncolica.
Un abrazo grande

El tejón dijo...

No hay más que ver su cara para saber que Tino es buena gente.
Un abrazo.

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá, Maripaz,
Que magnífica postagem a sua, na qual você fala dessa amizade feita há pouco mais de um ano com esse sábio senhor. Entendo que seu mérito pela formação desse lastro de amizade também se deve a você, que soube ver nele, seu novo amigo, o que ele tem de bondade e sabedoria. As fotos suas estão muito boas (senti vontade de comer alguma dessas ameixas).
Um abraço, amiga.
Pedro

Mari-Pi-R dijo...

Con la actividad que lleva por esto se mantiene tan bien físicamente.
Ya ves la coincidencia hizo realizar el sueño de su nieta y a la vez has hecho una buena amistad.
Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Es bonito conocer a gestes en todas partes, y más si son de la calidez de Tino. Tomo nota por si algún día aparezco por Guardo y, como amigo de la amiga :))))), acabamos merendando juntos en esa huerta...

Abrazos Maripaz. Y un saludo para Tino y nieta.

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz dijo...

Delicioso encuentro. Tienen un sabor riquísimo. No sé pueden comparar con las que venden.
Fantástica tu visita
Saludos 🌞

Conxita C. dijo...

Conmovedor Maripaz. Me ha gustado mucho la manera de contarlo y las fotografías que lo acompañan, tienen alma.
Besos

Manuel dijo...

Como todo lo que cuentas: sencillo y entrañable, además como tu bien dices, tiene cara de buena gente, y seguro que lo es. Amigos así son los que yo quiero y si además tienen huerto mejor que mejor. jeje.
Un fuerte abrazo, amiga.

Ana Mª Ferrin dijo...

Todo es interesante en Tino, contado por ti. Desde la fruta que te regala a la casa que se ha construido. Saber encontrar el placer en las cosas importentes de la vida, es una suerte. Un beso.