10 de octubre de 2022

LA NOCHE.

 


La noche es mi aliada. Soy noctámbula por naturaleza.

Cuando el día termina, y el sol se va ocultando en el horizonte, es el preludio de lo que está por llegar.

La noche y sus encantos me atrapa y no puedo resistirme a ellos.


En la madrugada, revolotean las letras a mi alrededor pidiéndome a gritos que les de vida.

Me suele ocurrir, después de una tarde de cine o lectura, me voy llenando de nuevas ideas que intentan hacerse hueco en mi imaginación.

Entonces, comienzo a dar vueltas y vueltas en la cama sin lograr conciliar el sueño.

No me queda más remedio que levantarme y coger papel y boli y escribir.

La magia del silencio lo impregna todo.

Las letras y yo, cara a cara, en un lance atrevido de entendimiento.

Me refugio en la noche y las letras como necesidad imperiosa de sentirme viva.

Al acecho está, el paso del tiempo y la muerte misma.

Con las letras, me siento menos vulnerable, tratando de robar un trozo de eternidad que quedará impreso en el alma del que me haya leído y lo haya hecho suyo, cuando me vaya.

¡Pobre ilusa! 

Quizá mis cuadernos, donde escribo mis relatos para que no se me pierdan por internet, vayan a parar a la basura.

Pero aún así, amo las letras y ese instante en el que me siento todopoderosa dándoles vida a pesar de mi pobreza personal.

Las letras, viejas amigas, con las que tengo una enorme complicidad, son caprichosas y atrevidas hasta el extremo de no dejarme conciliar el sueño.

La noche y las letras, me atrapan en su telaraña, de donde me es imposible escapar.

Eso si, con la venia de mi propio deseo y el placer de hacer aquello que me gusta.

No me gusta dormir.

Siempre pienso que ya tendré tiempo de hacerlo a la hora del sueño eterno.

Suelo dormir lo justo y necesario.

Necesito todas las horas del día para vivirlas despierta.

La vida es fugaz. 

Un soplo, dicen algunos.

Es como el agua que se escapa entre los dedos.

Un suspiro.

Es corta.

Pero también es hermosa.

A las buenas noches, queridos amigos lectores.

12 comentarios:

A. Javier dijo...

ains, primero no me gusta la noche, cuando
estoy en casa quiero decir, me duermo enseguida
será la edad.

Y tu post, una gran partitura de tu forma
de afrontar esa oscuridad divina.

besos mil.

Macondo dijo...

A las buenas noches, Maripaz. Como puedes ver, yo tampoco me llevo mal con ellas.
Un abrazo.

Manuela Fernández dijo...

Sabía que eras activa pero ¡hasta de noche!
SAludos.

CHARO dijo...

También me gusta escribir pero lo hago para mí ya que es una gran fuente de desahogo y a la vez mantiene la mente despierta...que más da donde vayan una vez que hayamos partido.Besicos

Ernesto. dijo...

A las buenas Maripaz...
Excelente relato de un tiempo no perdido. Y guía personal con carácter.
Abrazos.

Ana Mª Ferrin dijo...

Querida noctámbula.
Tus textos son envidiables. Noche o día,
la vida, la vigilia, la experiencia, todo
encuentra su rincón entre tus líneas.
Un besazo.

Tesa Medina dijo...

Tus textos están llenos de vida, transmites mucha energía y ternura, y ese amor por la vida que compartes que a mí me contagía cuando te leo.

Compartimos gustos, Mari Paz, también me gusta la noche y ese estar en silencio conmigo misma, y es cuando se me ocurren las mejores ideas... Lo único que he perdido es eso de escribir a mano y me gustaría retomarlo pues la relación con el relato es más íntima más auténtica... Lo voy a intentar.

Duermo lo justo, no necesito mucho para estar vital y a punto.

Un abrazo, ah preciosas las fotos.

TORO SALVAJE dijo...

La noche es el refugio de los sueños.
Allí todo es posible.
Despierto o dormido.

Besos.

Mara dijo...


Las noches y las letras forman una perfecta telaraña, como dices, Mari Paz y en ellas quedamos atrapados muchos seres humanos. ¡Me ha encantado!
Besos.

Tais Luso de Carvalho dijo...

Que encantadora crônica, querida Maripaz!
Somos muito parecidas, eu também tenho ideias à noite,
e costumo ter um caderno e caneta na mesinha de cabeceira,
engraçado como as ideias nascem à noite, muitas de madrugada!
Bem que poderiam nascer mais cedo!
Mas, não mandamos muito na criação.
Gosto muito de ler suas crônicas, são deliciosas, como dizemos no Brasil.
Votos de um ótimo fim de semana, com muita paz!
Deixo um beijo.

Lu dijo...

Ayyy mi querida Maripaz!
Acá volviendo de a poquito al mundillo blogger paso a dejarte mi aplauso por tus letras y las imágenes con que las acompañas.
Te he leído hace varios días y me ha encantado la forma en que relatas algo tan simple a la vez que complicado como es el día a día.
También tengo una libreta/cuaderno/anotador siempre a mano. En mi mesita de luz, en el escritorio, en la cocina...Y siempre, obvio, con su respectiva birome.
Primero en papel -que de todas maneras el día que ya no esté seguramente irán a la basura-y luego los paso a mis archivos de la computadora.
También soy noctámbula, aunque de la pandemia para acá lo soy bastante menos.
A diferencia de ti, me gusta dormir hasta por lo menos las 9 de la mañana.
Lo que si creo que es perder parte de la vida o al menos un tiempo precioso es dormir siesta. ¡Ni loca lo hago!
Ufff! Disculpa amiga, me excedí con mi comentario pero es que tus escritos son tan coloquialmente bellos que siento que estoy charlando contigo
Abrazo va desde mi sur

Mónica dijo...

Maripaz.
Las noches tienen un sabido especial, se llama silencio y eso nos hace inspirarnos en la escritura y len la lectura.
Feliz miércoles