24 de noviembre de 2022

OTOÑO

 


El Otoño ha llenado de color mi barrio en el parque cercano.

Por fin, la tan deseada lluvia ha hecho acto de presencia. 

Aunque muchos días seguidos sea un incordio y apenas se pueda disfrutar de los paseos que a mi tanto me gustan, sea bienvenida.

Y además, bien es verdad que se puede pasear incluso con un paraguas de colores.


Me gustan esas tardes de lluvia de sofá, manta, libros, cine. Son deliciosas.

Eso si, las musas andan perezosas. O quizá yo ando perezosa...

Me dejo llevar de mi pereza mientras la tarde se va llenado de penumbras y nostalgias.

El Otoño es muy nostálgico.

Salí a pasear un rato, pues hacía varios días que apenas había salido a la calle. Lo único para comprar el pan o algo de comida.

A lo lejos escuché un ruido que venía de unas máquinas con las que los operarios del ayuntamiento recogían las hojas muertas.

Las iban apilando en montones. Eran de colores varios.

Las gotas de lluvia parecían haberles dado vida. Hace apenas unos días yacían muertas, pero secas y sin apenas color.

Siempre me conmueven. 

Incluso a veces me parece oírles llorar cuando las piso.

Si, ya sé, que forman parte del ciclo de la vida, que caen y se convierten en nutrientes para la tierra, en materia orgánica que alimenta de nuevo el subsuelo con el agua de lluvia y la luz del sol, pero me producen ternura porque me recuerdan la fugacidad de la vida. De mi propia vida.


Cada día que pasa se lleva un poquito de mi.

Como también, cada Otoño, voy muriendo un poquito, como las hojas.

Buf...me estoy poniendo lastimera...

Y mira que no quiero.

La lluvia golpea en mi ventana mientras escribo. La noche, la oscuridad, el silencio, lo envuelve todo.

Pero las musas siguen sin aparecer, las muy tunantas...



La belleza del Otoño me subyuga y me atrapa.

Soy capaz de pasarme largo rato con la cámara tratando de captar ese halo misterioso y mágico hasta conseguir una instantánea que atrape su esencia.


Y si llevo un paraguas, juego con él como si fuera un niño travieso que se cuelga en las ramas de los árboles, o se sienta en un banco a observar el paso de los transeúntes en su ir y venir.


Los que si me miraban asombrados eran los operarios que estaban inmersos en su arduo trabajo de recoger la hojas.
Mi paraguas parecía haber tomado vida, e iba de acá para allá posando a los requerimientos de su dueña.
Al final de la sesión de fotos me acerqué a saludarles y reímos de buena gana.
Total, que mi paseo se vio limitado por mi afán de hacer fotos y vídeos de todo lo que mis ojos ven.
¡Feliz Otoño!

P.D. He intentado poner la diéresis en la palabra "paraguas" pero al final no me ha salido. Lo siento.

17 comentarios:

Macondo dijo...

Eres injusta con las musas. A mí me parece que sí te han acompañado en tu escrito.
Eso de que te guste le lluvia y pienses en estar a buen recaudo cuando llueve en un poco de trampa, dicho sea con todo el cariño. Creo que te gusta casi tan poco como a mí. Otra cosa es que —como yo— quieras que llueva.
Un abrazo.
P. D. Deja al pobre paraguas sin la diéresis, que maldita la falta que le hace. :)

CHARO dijo...

Pues para no inspirarte las musas te ha salido un buen escrito, quiere decir que o siempre se las necesita . Y cómo bien dice Macondo al paraguas no le hace falta la diéresis para "na".Besicos

Lu dijo...

¡Qué bellas esas fotos con "Paraguita" de protagonista.
Y los colores del otoño ¡soñados!
Para no estar contigo las musas, te ha quedado muy bien el relato y las imágenes.

Entiendo lo que dices de todas maneras porque estoy atravesando un proceso similar y ¡vaya casualidad! algo de eso he dicho en mi última entrada.
En estos días me he puesto "climadependiente" pero ya pasará.

Fuerte abrazo Maripaz bonita

Manuel dijo...

A ti no te hacen falta las musas para inspirarte, como ejemplo tu excelente reportaje con un sencillo pero bonito paraguas, y ahí lo tienes unas imágenes que son son un deleite para todos los sentidos.
Un fuerte abrazo, amiga, y ánimo que no me gusta verte decaída.

Ana Mª Ferrin dijo...

Al pararme a leer tu entrada he oído un ¡Plás! ¡Plás! en la pantalla.
Era tu Musa, la Musa de Guardo a la que hoy tocaba acompañarte.
La misma que cuando no te inspiras, arranca el paraguas de tu mano con un soplo de viento y te obliga a enfocar el objetivo destacando entre los colores del otoño.

Querida amiga. Un besazo para ti.

Recomenzar dijo...

Viviendo en miami no existe el otoño
en Miami todo el año es maravilla
beso

diego dijo...

Maripaz, no sé qué ocurrió pero desapareciste de mi lista de blogs favoritos. Ya te he recuperado :) Ahora voy a ponerme al día leyendo tus entradas no leídas :)
Me gusta mucho tu paraguas viajero, tus fotos y tu optimismo de siempre. Es imposible leerte sin una sonrisa.
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

El otoño nos llena de nostalgia y melancolía.
Además falta luz por la tarde.
Y sí, yo también lo identifico con mi propia vida...

Tesa Medina dijo...

Como me gusta el otoño, y cómo me gusta tu otoño, MariPaz, con esa melancolía, y ese travieso jugueteo con tu bonito y alegre paraguas, y ese buscar la esencia en un encuadre, y esa pequeña tristeza de que la luz dura menos y parece que nos recuerda que también nosotros vamos a durar menos de lo que nos gustaría, pero sabes... que nos quiten lo bailao.

Como soy una mujer de otoños e inviernos a mi me activa este tiempo, aunque mis musas siguen por ahí agazapadas, yo veo que las tuyas no, pues tus post es una delicia y las fotos muy bellas, y con esos colores que amo.

Un abrazo,

Mari Carmen dijo...

Precioso reportaje otoñal, me ha gustado mucho.
Con tu creatividad no te hacen falta las musas, lo has bordao.
Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Diéresis... Como estamos en otoño se habrán desprendido! .)))))

La "fugacidad" de la vida es solo una impresión... Va al mismo ritmo de cuando niños. Que parezca que se acaba o continúe, impresión!

Los otoños en el salvaje Guardo son otra cosa que en ciudad de asfalto.

Abrazos Maripaz.

Ernesto. dijo...

A ver a ver!!!
¿Para qué querías tú diéresis en el paraguas?
Los "Inocentes" son el 28 de Diciembre...
Muchos te nombran el paraguas pero nadie te tira de la oreja... :))))))
Chao.

Un poco de todo dijo...

Nunca odie a nadie
Su sonrisa es preciosa
Felices Fiestas

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá, amiga Maripaz, meus sinceros parabéns pela belíssima crônica,
mais uma de suas belas criações que gostei muito de ler.
Gostei de todas as passagens da crônica como, por ex, você com o
guarda-chuva vermelho, vendo as folhas secas molhadas no chão e depois
empilhadas pelos encarregados da limpeza da rua.
Votos de uma ótima semana, amiga.
Meu fraterno abraço.

Teo Revilla Bravo dijo...


Es un gozo entrar en tu otoño, recoger todos los colores que le son propios a través de tus excelentes fotografías y de esas palabras que acarician el alma cuando nos lo vas contando con tanto mimo. La vida reflejada en este otoño que sin duda se va y nos lleva. Para nacer con la primavera, amiga, llenos de estímulos de nuevo. Y así la vida...
Dibujaste el otoño con sonrisa y viento y paraguas...

Un abrazo inmenso apreciada paisanuca.

Rajani Rehana dijo...

Beautiful blog

Caderrno de San dijo...

Confesso que as fotos parecem pinturas, e se tens o outono, temos a primavera do lado de cá. Gosto do seu jeito de registrar com certa nostalgia a passagem dos dias. Seguirei lendo teus e o teu olhar sensível para os clicks.
Abraços, Maripaz!