16 de diciembre de 2022

NAVIDAD


 Apenas he dormido anoche. De vez en cuando me desvelo y el insomnio se adueña de mi.

Me pongo entonces la radio, con los auriculares, para ver si así me canso y puedo por fin conciliar el sueño.

Voy cambiando de emisoras, según los programas nocturnos. Son entretenidos y me sirven. Pero claro, llega la hora de dar las noticias y mi gozo en un pozo. Todo lo que cuentan es negativo, tremendista, doloroso...

Entonces, mis ojos bailan una danza imaginaria donde la desazón se adueña de mi. Imposible cerrarlos.

Como consecuencia, me levanto casi sonámbula, con la mirada perdida, los huesos molidos y el ánimo por los suelos.

Menos mal, que con el paso de las horas me voy recomponiendo.

Ya tenemos las fiestas navideñas aquí.

En el supermercado se pueden ver a las familias llenar el carro de la compra. 

Ardua tarea, pues con la subida de precios hay que hacer malabares para cuadrar las cuentas.

Se miran concienzudamente las marcas blancas, las ofertas, los chollos, hasta decidirse por algo.

"Pollo campero con salida al aire libre" leo en una etiqueta. 

Sonrío para mis adentros. Habría que preguntarle al pollo...

Me gusta observar a la gente, porque me veo reflejada en ella.

Mi amiga, que trabaja en la pescadería del súper cercano, tenía hoy una cola inmensa esperando. Con enorme destreza limpia el pescado de la manera que el cliente le va diciendo. 

¡Madre mía! 

¡Qué trabajo más duro!

Al llegar a la caja, la cola de espera también es enorme.

La gente de edad, ya no tenemos las manos ágiles como antaño.

Una mujer, con cara demacrada, enormes ojeras, pelo descuidado y cuerpo encorvado, trata de meter la compra en las bolsas. 

Se le amontona todo en un instante según va corriendo la cinta.

De tal manera,  que no le da tiempo.

Pero no se inmuta. Hace tiempo que ha asumido que la prisa no es buena para nada, y lentamente trata de hacer su cometido lo mejor que puede.

A su lado, un señor con tan solo una barra de pan, se inquieta.

Y otra mujer, un poco más joven que ella, con el carro casi lleno.

Y yo, que no llevo prisa alguna.

De repente, se le olvida el número Pin de la tarjeta. 

Mientras trata de recordarlo, esboza una tímida sonrisa, tratando de disculparse.

Para entonces, la cola se ha hecho interminable.

Observo las caras de los allí presentes. Personas maduras, con las cicatrices del paso del tiempo, en su cuerpo, en su pelo, en sus manos...

Rostros ajados, con el cansancio acumulado en su mirada, con prisa, con la responsabilidad de llegar a tiempo, al trabajo, a la casa. 

Agotados por el peso de los días.

¿O es qué, quizá yo lo vea hoy así, por mi noche de insomnio?

A la salida, mi amigo Ahmed, pide unas monedas. 

Su blanca sonrisa me conmueve y colaboro con su mermada economía.

 Me saluda, le saludo, y me alejo con las bolsas de la compra llenas.

El Otoño expira y los árboles desnudos me atrapan en su vulnerabilidad. Quizá como la de los humanos.

Desnudos de toda hojarasca vana, en más fácil reconocerse y aceptarse para alcanzar la paz con uno mismo.

Una madre abraza a su pequeño niño, que llora, despacito, con lágrimas dulces y tiernas.

¿Pero pueden ser las lágrimas dulces?

¿Tiernas, si, pero dulces...?

Bueno...se puede llorar de alegría y emoción.

A mi me han parecido dulces, porque corren despacito por su carita cobijándose en su pena. Son los primeros sollozos que nos marcan que la vida no va ser fácil.

-No, no te puedo cargar.

-Le dice la mamá bajito, mientras hace ademán de cogerlo en sus brazos.

No sé cual es el motivo de su pena, pero me acerco a interesarme por el pequeño, evitando saciar mi curiosidad. Simplemente, la escena me ha conmovido y quiero interesarme por él.

Es un crío muy guapo, moreno, de pelo revoltoso, ojos maravillosos llenos de lágrimas que parecen perlas.

Por unos instantes, el llanto cesa y pone su atención en mi.

-¿Por qué lloras?

No me contesta. Se siente cohibido.

-Mamá, no puede cogerte en brazos. ¡Eres tan grande ya...!

Sonríe el peque y su mamá.

No insisto es saber el porqué de sus lágrimas. 

Son suyas. De los dos. 

De su mamá y de él.

-Gracias, señora.

- De nada. Ha sido un placer.

La mamá limpia esas lágrimas dulces de su niño y yo me alejo despacito.

La magia de la vida te puede sorprender en cualquier rincón.

Al volver la esquina, me tropiezo con una vecina.

Tiene la mirada color azul, el pelo claro, sonrisa abierta, de maneras dulces y amante de la ropa bonita.

De hecho, nos hicimos amigas un verano que volvía yo de pasear con un vestido de Purificación García que le gustó. 

Fue ella, la que se acercó a mi y me saludó.

Saca del carro una bolsa, y me enseña una bonita bufanda que se acaba de comprar en una tienda del barrio.

-¡Es preciosa!

-¿Te gusta?

-Si, mucho.

Después, hablamos de nuestras cosas y quedamos para tomar un chocolate en su casa una tarde de estas cercanas a la Nochebuena.

¡Ah, pero yo había venido aquí a hablar de la Navidad!

El título así lo dice.

Os confieso, que desde hace unos años, estas fiestas no tienen para mi mucho aliciente.

Es más, incluso me agobian bastante.

Pero bueno, respeto a aquel que las viva intensamente desde sus creencias religiosas y su significado, o a los que les gusten las reuniones familiares.

Por eso, os deseo:

¡FELIZ NAVIDAD!

18 comentarios:

Ana Mª Ferrin dijo...

Bendita imaginación que a veces nos lleva en volandas fuera de la rutina y los problemas.
Nos hace ver a la gente con comprensión, poniéndonos en su lugar.

Y pienso, que aunque en tu caso, en estos momentos las Fiestas te parezcan cansinas, también habrá otros en que recuerdes tiempos de ilusión cuando a tu alrededor estaban quienes eran imprescindibles para ti.
Eso te deseo. Y que se cumpla todo lo que esperas de la vida.
Un abrazo y un par de bessazzos, Mari Paz.

CHARO dijo...

Interesante escrito de tu vida cotidiana, es admirable lo observadora de la vida que eres.Te deseo una FELIZ NAVIDAD. Besicos

Sara O. Durán dijo...

También te deseo una Feliz Navidad!!! Que pases unos momentos muy hermosos, como los mereces.
Un abrazo muy grande y cariñoso.

Macondo dijo...

Yo también soy radiodependiente. Con ella me duermo y con ella vuelvo a reafirmar mi sueño cuando me despierto por la noche. Cuando llegan las noticias es mejor cambiar de emisora.
Me encantan estas descripciones que nos haces de pequeños momentos vividos en un día cualquiera.
Qué bien puesto tienes el nombre, Maripaz.
¡Feliz Navidad!

Enrique TF dijo...

Entrañable, como siempre, Maripaz. Ese recorrido lo has relatado como tú sabes hacerlo ... he estado a tu lado durante todo ese paseo y hasta he visto las caras de todos tus personajes.
Qué bien lo cuentas.
Un abrazo muy fuerte y feliz Navidad aunque sea, hoy por hoy, ciertamente agridulces para los que ya tenemos algunos años.

Rud dijo...

¡Oh, qué hermoso adorno de navidad, estimada Maripaz!
Hasta el momento nunca he tenido insomnio, así que no puedo decirte qué hacer.
He reído con el asunto del pollo, hay quienes dicen que son “pollos de campo”, otros que: “han sido criados con maíz” … :)
Me ha fascinado tu relato, tan natural, tan actual, tan humano…
Aunque tus navidades ya no sean como antaño, deseo para ti: ¡Felices fiestas!
Un abrazo colmado de energía positiva.

Mari Carmen dijo...


Hola Laika, con sencillez nos narra unas vivencias cotidiana con gran capacidad de observación y por eso precisamente, la haces interesante y amena.
Me gusta la radio, los informativos los evito, he descubierto que es mucho mejor...
Paso por aquí para desearte unos días estupendos con los tuyos y que disfrutes de tu tiempo libre. Que el 2023 sea portador de bienestar y tranquilidad para todos.
Un abrazo.

Lu dijo...

¡Qué linda postal navideña!
Maripaz querida, hace ya unos 5 0 6 años que dejé de celebrar la Noche Buena y Navidad.
Como vos, respeto a quienes celebran intensamente desde su creencia religiosa, que van -o no- a misa de Gallo pero tienen claro que se trata del nacimiento del Niño Jesús y que es eso lo que se celebra.
Como no soy católica practicante y no quiero hacer "porque sí" o porque todos lo hacen dejé de celebrar.
Sí espero con ansias el nuevo año, tiene para mi mucho significado esta festividad.

Me encantó tu crónica "de un día cualquiera" amiga. Siempre es bello adentrarse en tu cotidiano, en tus pensamientos y sentir tu calidez.
Fuerte abrazo y celebres o no que estés muy a gusto con tu decisión.
¡A por un venturoso 2023!

Ernesto. dijo...

¡Fekiz Navidad!
Fuerte abrazo Maripaz.

Ernesto. dijo...

Feliz... :)))))

Manuel dijo...

Estoy seguro, que después de tan ajetreado día, esta noche vas a dormir como un lirón...Se que me voy a repetir, pero, es que me encanta cundo escribes sobre tu vida cotidiana, pero sobre todo, la forma tan amena de contarlo.
Felices fiestas y un próspero año nuevo,estimada y querida amiga Maripaz.

Tesa Medina dijo...

Hola, preciosa, qué guapa luces en tu postal navideña, lo mejor tu sonrisa y esa luz que tienes en la mirada y que luego se traduce en cómo nos cuenta la cotidianidadz, con detalles, con sentimiento y con corazón, porque así es cómo tú miras, Mari Paz, con empatía y ternura. Por eso me encantan tus relatos y tus fotos.

Ah, la Navidad, todos mis emociones están revueltas y con altibajos, deseando que pasen, pero este año también con la ilusión de que las voy a disfrutar muy intensamente con mis nietas más pequeñas... Y mis mellizos que, aunque estemos a dos horas y media de AVE, los echo mucho de menos.

Abrazo grande,



Ernesto. dijo...

Blogger Rajani Rehana dijo...

¡¡TIMO TIMO!!

Caderrno de San dijo...

Também desejo para você e toda a sua família uma Feliz Natal. Que 2023 seja uma no grandioso e momentos muitos felizes!
Fraternal abraço, Maripaz!

Tais Luso de Carvalho dijo...

Querida Maripaz, pois eu me vi nessa sua maravilhosa crônica!
Insônia é comum em mim, passos noites com o radio ligado no ouvido, mudando de estações
para achar algo interessante e talvez dormir pelo cansaço! Que coisa ruim isso.
E as enormes filas de gente atrás das mesmas coisas, para a mesma festa? Estou nesse quadro caótico, também.
Você abordou tantas coisas interessantes e que acontece no nosso cotidiano!
Adoro ler você, Maripaz!
Desejo que seu Natal seja lindo, feliz como você, e para o Novo Ano, desejo a você
muita paz, muita saúde e alegria!
Foi um ano muito agradável com você, e juntas em 2023! rss
Deixo um beijo para a minha querida amiga!

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá, amiga Maripaz,
gostei muito desta sua excelente crônica, na qual você fala
sobre as coisas que vê quando fazia suas compras, como também
na abordagem feita anteriormente, nas suas noites de insônia,
em que o rádio é seu companheiro para ouvir as mais variadas
estações, até que as más notícias atrapalhem um pouco.
Passando, também, para deixar aqui votos de um Feliz Natal
e que o ano de 2023 venha com paz, com saúde e com esperança
para você e sua família.
Que tenhamos um mundo melhor.
Boas Festas, amiga!
Meu abraço.

Anónimo dijo...

Un saludo Mari Paz, y sigue publicando tus historias, y relatos, estan llenos de buena onda como dicen en America. Felices Fiestas

Ambar dijo...

Feliz Navidad, Maripaz.
Un fuerte abrazo