Hoy día 22 de marzo del 2007 escribo esta carta con motivo de la demolición de la torre del ayuntamiento y la titulo "Muerte de una torre"
Hoy ha muerto una torre, o mas bien la hemos matado ...Una torre, símbolo de una época de este pueblo de la montaña palentina y sus gentes.
A las doce treinta el garfio de la maquina depredadora, hundió sus dientes en las piedras recias y fuertes de tan preciosa torre, y al sentir la dentellada, toda ella se ha estremecido de dolor y rabia. Pero llena de dignidad se ha mantenido en pie, erguida, dando a entender que aun herida de muerte, hasta el ultimo momento quiso representar el trabajo y esfuerzo de todo un pueblo que allá por los años cincuenta la levanto como símbolo de progreso.
Desde su atalaya ha sido testigo mudo de la vida del pueblo. Fiestas patronales, bailes populares, fuegos de artificio ...
Cuando el ciudadano reía ella era feliz. También cuando ha oído tañer las campanas de la iglesia cercana y le han hablado de muerte que llega inexorable para todos ¡ Cuantos atardeceres de dolor ha contemplado !
A sus ciudadanos, como hoy a ella, les ha llegado el final ...
Como decía esta mañana una amiga: "¡como vamos a tener historia, si hoy estamos destruyendo algo que forma parte de ella! Solo el ser humano es capaz de tan grandes contradicciones, destruir para luego construir"-me comentaba otro amigo
Y allí, estaba "ella"dolorida, casi agonizando...pero acompañada por su pueblo hasta el final...
Miradas de frentes arrugadas, los viejos del lugar, como presintiendo el propio final de sus vidas.
Gentes de mediana edad, los jóvenes y los niños ...
¡ ah, y por las nubes!...
Porque hoy el sol que tantas veces beso sus piedras no se atrevió a salir...sintió verguenza del ser humano y prefirió acompañarla en su muerte como a lo lejos...acariciándola, como siempre.
¡ Descanse en paz !
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