13 de julio de 2018

¡VIVA SAN FERMIN!


Mi primer año viviendo en Pamplona no podía dejar de contaros sus famosas fiestas de primera mano, aunque ya hice un año una entrada hablando de ellas.
La fiesta comienza con el célebre "Chupinazo" y todos pañuelico rojo en alto se disponen a vivirla intensamente. Una vez que el cohete vuela por los aires, todo el mundo se pone su pañuelo atado al cuello.

La verdad que es imposible estar en la Plaza del Ayuntamiento en esos momentos, pero este año lo quería vivir desde muy cerca. Para ello fui con tiempo para poder ver el ambiente.
Desde las calles aledañas a la plaza los dispositivos policiales de empeñaban en controlar el acceso a la misma. Hasta yo misma con cara de abuelita encantadora y pacífica, tuve que mostrar lo que llevaba en mi bolso.
Hay que estar ahí para comprender el ambiente de este ritual que cada año congrega a multitud de gente en un pequeño lugar.


Los jóvenes intentaban refrescarse en la espera con vino tinto...
Como estaba muy cerca de ellos, no me libré de alguna mancha en mi vestimenta de blanco impoluto.




Después, las calles se llenan de una marea humana rojiblanca con ganas de disfrutar de la alegría de la fiesta.


Los balcones son los más solicitados para hacer fotografías y vídeos.






El siete de Julio es el día de la fiesta del Santo Patrón San Fermín. Este año quise vivir la procesión desde dentro intentando no molestar demasiado, aunque fui llamada al orden varias veces...








A lo largo del recorrido por el casco antiguo la gente emocionada desde los balcones va siguiendo al santo que en algún punto es obsequiado con una nube de pétalos de rosas blancos y rojos.

También están las autoridades eclesiásticas y las Cofradías.


El señor alcalde y la Corporación Municipal.



Todos vestidos de gala.


Los gigantes acompañan a lo largo del recorrido con sus bailes. Tienen sus propios nombres. Esta, creo se llama "Braulia".


Impresionantes las volteretas con ese pesado armazón .




La alegría se puede ver en las caras de la gente.


Las charangas inundan la ciudad con su música bullanguera.




Las Peñas son el alma de la fiesta.


Hice muchos vídeos en directo para Facebook, pues no pensaba hacer una entrada para el blog, pero hay gente que me sigue y no está en las redes sociales, por eso les brindo esta entrada aunque no me lo he currado mucho.


Por allí estaba el campeón Miguel Induraín que accedió amablemente a posar junto a mi.


Los mariachi mexicanos nunca faltan a la cita. Quise dejar testimonio con esta simpática fotografía.


En la Calle Estafeta nos dieron un bonito recital.
Como ya sabéis siempre rescato la belleza de la vida , por eso he querido rescatar la belleza de la fiesta que quizá los medios no nos muestran.

5 comentarios:

Susana dijo...

Que te diviertas. Un beso

Mari-Pi-R dijo...

Creo que es una fiesta que hay que estar allí por lo menos una vez en la vida, no he tenido la oportunidad de asistir nunca.
Un buen reportaje que me has dado un gran paseo.
Un abrazo.

Myriam dijo...

¡Hermosa crónica!

Felicidades por esa sana alegría.

Besos, a mi regreso de Grecia

Ernesto. dijo...

Cuando ya empezábamos a conocer cada piedra del camino, recodo del río, cada vecino, cada disfraz y grupo de Guardo en fiestas, empizas el relato de lo que vas viendo y viviendo en los Sanfermines...

Excelente reportaje en imágenes, colorido, fiesta y alegría.

Un abrazo Maripaz.

llorenç Gimenez dijo...

Hola Maripaz.. Que gozada de fiestas, no he estado nunca en San Fermín, me encantaría vivirlas de cerca, pero eso sí tras la barrera..jeje.
Un gran reportaje.
Un abrazo