6 de diciembre de 2021

DUNA

 


Me llegaba la noticia por medio de una amiga, del terrible suceso del que ha sido víctima, Duna, una perrita galga.

Os cuento: Duna, estaba con sus dueños, Laura y Juanma en la sierra de Tajonar realizando unos ejercicios de adiestramiento.

Tenía cuatro años y había sido adoptada por la pareja hace dos.

En un momento determinado, perdieron el contacto visual con ella, dado que era parte del adiestramiento.


Al ver que no regresaba, llamaron insistentemente a la perra, sin ella dar señales de vida.
Pero gracias al dispositivo GPS que llevaba en el collar, pudieron rastrear sus movimientos desde el teléfono móvil.
Siguieron el geolocalizador durante un kilómetro hasta el pueblo de Tajonar.

Una vez allí se desplazaron a una finca donde llamaron a Duna con insistencia, sin que ella respondiera con ladridos.
Extrañados y muy preocupados accedieron a a un cobertizo donde se encontraron a la perra ahorcada y sin vida.


Un ser malvado y ruin, la había raptado en una furgoneta y la había matado.
¡Pobre Duna!
Perrita dulce, confiada, amada...
Se fue a topar con la muerte de la manera más cruel.

Puedo imaginar, sus bellos ojitos pidiendo clemencia a una escoria humana que se atrevió a quitarle la vida, así, sin más...
Sus ladrillos de angustia no pudieron llegar a oídos de aquellos que la amaban.
Sin entender que ocurría, fue arrastrada sin piedad alguna hasta el potro de castigo. 




No puedo comprender a este tipejo desalmado que no tuvo compasión alguna de un ser tan bello e inocente.
Quien es capaz de hacer algo tan tremendo y vil, es capaz de cualquier cosa. Incluso con los seres humanos.
No me cabe la menor duda.
Es un peligro para la sociedad.

Allí se quedó la pequeña, Duna con sus ojitos sin vida, esperando que, Laura y Juanma vinieran a socorrerla. Pero no llegaron a tiempo. Tan solo pudieron cubrir su cuerpecillo de besos y acunarlo acompasado con su dolor.

¡Pobre Duna!

La preciosa galga que amaba la vida y era amada.


La maldad humana me desconcierta y me asusta.
¿Cómo somos capaces de tanto horror?

Descansa, pequeña. 
Nosotros nos encargaremos de hacer justicia. O de que se haga justicia, ya que en este país sale muy barato maltratar, causar daño, golpear y matar a los animalillos.

Mientras no se endurezcan las leyes, esto será lo más habitual.
Por supuesto que fui a la manifestación que había programada  delante del negocio familiar en protesta.
La rabia popular se había acumulado allí, de gentes de bien, mientras las fuerzas del orden cumplían su cometido. 
Los ánimos estaban caldeados y aquello se podía ir de las manos.

Tu muerte no será en vano. Poco a poco la sociedad se va concienciando de que una sociedad avanzada, es aquella que respeta a los animales y, al contario, el maltrato animal es la antesala de la violencia. 
Me viene a la memoria la letra de una canción, de la cual no conozco su autor.
Dice así: "No maten a ese animal, porque matan la escritura, la canción, la pintura, los poemas y el amor. Tienen derecho a la brisa, noche luna y sol".

Pequeña Duna, de ojos bellos, te imagino allá en las verdes praderas del cielo saltando y amando la vida.














Como colofón y en memoria de Duna, os dejo alguna fotografía de los que acudieron con sus perros a la protesta.

También hice muchos vídeos que he subido a las redes sociales. La noticia se hizo viral en pocas horas.

P.D. Las primeras fotografías de Duna, son de los dueños que me he permitido el atrevimiento de compartirlas.

¡Está tan guapa!

7 comentarios:

Sara O. Durán dijo...

Siento una gran tristeza, Maripaz. Es algo horrible.
Un fuerte abrazo.

Luz dijo...

¡Monstruo! No desaparecen nunca malditos monstruos, y por supuesto son capaces absolutamente de todo, pero tan rastreros y sinuosos, que su instinto asesino y psicóticos graves lo sacan con seres indefensos y no protegidos por la justicia, ese humano merece estar encerrado de por vida en una cárcel o manicomio, pero si recién ahora sacaron una ley en España donde dice que las mascotas no son objetos ni carentes de alma. Por favor... No ven esas caritas, sus ojos, su ternura, todo.
Me he quedado tan mal y eso pasa seguido.
Un abrazo Mari Carmen.

CHARO dijo...

Nunca puedo entender ni entenderé la maldad humana.Besicos

Campirela_ dijo...

Que seres mas depravados, dios que les pasara por la cabeza. Una pena sin lugar a dudas, pero si hay justicia ya lo pagaran. Un abrazo.

Macondo dijo...

El ser humano puede llegar a ser el animal más atroz. Parece que los pobres galgos son frecuentes víctimas de quienes los ahorcan si no son buenos para correr. Deberían endurecer las leyes, para impedir esto y otras muchas salvajadas que salen casi gratis.
Un abrazo.

Moony-A media luz dijo...

No te conozco, vengo del blog de Luz, pero he leído lo que has contado y no puedo dejar de llorar. No entiendo que haya gente así, pero la hay y hacen el mal allí por donde pasan.
Pobre Duna...pobres tantas Dunas...y la ley nunca hace nada.
Hoy en la Constelación del can hay una estrella nueva muy brillante, Duna.

Un beso grande.

Enrique TF dijo...

Una verdadera desgracia. Tuve dos caniches durante 16 años y sé lo que pueden sentir los propietarios de Duna y mucho más, al ver como un desgraciado ha acabado con su vida de una forma tan cruel.
Recordaré aquí esa vieja frase de autor controvertido... "cuanto más conozco al hombre, más quiero a mi perro".
Un abrazo muy fuerte.