De vez en cuando le asfixia el aire, no puede reprimir una angustia vital que desde hace tiempo se acurruca en los pliegues de su alma. No, no es que se sienta triste, o sola, es simplemente un ligero malestar, como si se le escaparan los días de la manos, como si las nubes, y el sol, y la vida diaria, le acobardase.
Mientras tanto, se deja llevar por el susurro del viento como tratando de rescatar la belleza que se esconde en cada instante.
7 comentarios:
La angustia hace estragos... espero que sea pasajera. Un saludo.
Siempre queda la des_angus_tía, que por cierto da mucha vitalidad y es la que nos mueve.
Besines utópicos, Irma.-
Ese susurro de viento es aire limpio para unos Pulmones que quiere oxigenar nuestra mente con aire puro y limpio.
Precioso Post.
Abrazos.
Para mi en ese momento, precisamente, lo mejor es dejarse llevar. Un abrazo.
Vive, como siempre. Vive con intensidad: dejarse llevar es dejar que otros vivan por uno.
La mejor receta contra la angustia, es la confianza y una buena sonrisa. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana Mari Paz.
Es dificil no sentir esa angustia en algún momento y más con los tiempos que coren.
biquiños,
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