Hoy, hace quince años que nos dejaste desconsolados con tu marcha.
Tu amor incondicional por cada uno de nosotros, es el mayor legado que conservamos de tu paso por la vida.
Mujer, madre, abuela y bisabuela muy querida.
Te llevamos siempre en el corazón, donde se guardan las personas importantes.
Mi recuerdo se va a Guardo y esos paseos en tu silla de ruedas acompañada de perrita, Laika.
Todo el mundo nos conocía y nos saludaba, pues eran muchas las personas que te amaban. Solías coger entre tus manos, las suyas. Era lo más cercano que tenías e incluso las besabas.
Tu cara entonces, resplandecía, pues reflejaba la grandeza de tu alma buena.
Y recuerdo, esos cumpleaños maravillosos, donde yo te compraba flores y regalos, y tú llorabas de la emoción.
Recibías, amor, por amor. Amor puro. Del bueno...
¡Era tanto el amor que de ti habíamos recibido...!
Tu risa cantarina y llena de complicidad, tenía el encanto de las mujeres que saben vivir en libertad.
Tenías un puntito de rebeldía que se reflejó desde que eras muy joven, allá en tu Valderrueda natal.
Y te enfrentaste a tu madre, que no te dejaba poner la "permanente" ( que consistía en rizar el pelo con una técnica moderna, para mujeres "atrevidas" por la mentalidad del momento) escapando montada en la burra, acompañada de una amiga, hasta la peluquería de Guardo, con un dinero prestado por tu hermano mayor. Al regreso, apareciste con tu pelo rizado en la "hila" ( reuniones de las gentes del lugar al amor de la lumbre) para disgusto de tu madre y el placer de mi padre, que te cortó un rizo para llevarlo en su cartera como prenda de su amor por ti.
Mujer generosa y buena, en el mejor sentido de la palabra.
Luchadora de causas justas, amante de la naturaleza, las gentes y las cosas bellas bellas y simples de la vida.
Pude amarte hasta el final con todo mi amor de hija buena, recibiendo los mejores cuidados, con la ayuda de mis hermanos y las chicas de ayuda a domicilio, a las que estaré enormemente agradecida siempre.
Y te fuiste, en paz, rodeada de amor. Ese amor que fuiste dejando en tu caminar, te fue devuelto con creces, por parte de mis hermanos y mío.
Tu recuerdo perdura en mi memoria siempre.
Y de manera particular, cuando regreso a Guardo, a la vieja casa familiar. Aún se pueden sentir las almas de papá y la tuya en cada rincón.
Vuestro amor aletea una vez más y se hace enorme.
Incluso alguna vez he sentido la tentación de besar las paredes, como si se tratara de un templo sagrado. Porque sagrado es el amor que nos profesasteis y que se mantiene perenne en el tiempo.
Mil gracias y mil besos al cielo.
13 comentarios:
Fine, touching words in memory of your mother!
Great, dignified picture of you and your Mom!
Es una gran tristeza ver partir a los padres, mi madre en febrero hará 11 años y todavía la siento cómo si estuviera a mi lado, y no veas cuanto la extraño y la sigo necesitando. Besicos
Entrañable, siempre lo son tus relatos, pero este es tan conmovedor como extraordinario. Yo los perdí en el 88 y en el 92, se fueron jóvenes, 74 y 71, sé lo que sientes. Yo aún no me he repuesto y veo que tú tampoco. Nos queda su recuerdo y todos esos momentos que pasamos con ellos.
Un fuerte abrazo, Maripaz.
Maripaz, qué recuerdo tan humano y hermoso has reflejado con este entrañable retrato que haces de esa mujer maravillosa que detalladamente nos presentas. La ida de nuestros seres más queridos nos deja huérfanos; cada vez más huérfanos ante la vejez que nos va mirando a la cara. Pero ellos fueron ejemplo de fortaleza hasta el final viviendo sus vidas con voluntad y entereza. Todo un ejemplo.
Gracias por recordarla y recordarnos lo que significaron.
Un abrazo grande.
Mari Paz no se si fue mayor la rebeldía de ir desde Valderrueda a Guardo en burra o hacerse la permanente. Hoy con el coche es un momento pero con la burra es otra cosa aun habiendo un camino por la montaña que acorte.
Si hubiera nacido unos años mas tarde igual hubiera practicado la lucha leonesa de los que hay dos buenos ejemplos en Valderrueda como los hermanos Llamazares, Víctor y Marta.
Saludos.
Ahora lo entiendo todo. Has salido a tu madre.
Un abrazo.
Pienso lo mismo que Macondo :))
Preciosa entrada
Un beso
Olá, amiga Maripaz, gostei muito de ler essa maravilhosa crônica,
na qual você fala com muito amor e carinho de sua saudosa mãe.
Uma crônica que demonstra bem a qualidade e o amor dessas duas pessoas,
mãe e filha.
Uma homenagem escrita com muito amor e saudades.
Brabo, amiga!
Uma feliz semana, com muita saúde e paz.
Abraços.
Fuerte abrazo Maripaz.
Has sido tan descriptiva, y más en ese Guardo, que queda la impresión de haberla conocido...
El amor de una madre, Maripaz, siempre deja huella aunque pasen años sin ella. Lo de la permanente me ha hecho sonreír.
Besos.
Que homenaje tan hermoso y merecido le haces a tu madre, y que por lo que cuentas de ella, que repartía amor a todos, ya tengo claro a quien has salido tu.
Gracias por compartir tus sentimientos, y un fuerte abrazo, apreciada amiga.
Un homenaje tan merecido como bonito a tu madre. Con el tiempo ocurren dos cosas: siendo duro, se aprende a vivir sin ella y se le echa más de menos. Me has emocionado, posiblemente heredaste su sensibilidad.
Un abrazo.
Querida Maripaz,
crônica maravilhosa sobre sentimentos, uma homenagem
repleta de carinho, amor, sensibilidade e saudade de sua mãe!
O amor dos filhos pela mãe é o maior e mais puro amor do mundo!
Uma feliz semana, muita paz e saúde!
Beijo.
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