15 de julio de 2015

IN MEMORIAM


Querido Raúl: se me ha pasado el día volando y al final se me ha hecho tarde para hacerte mi homenaje en el Baúl de Laika.
Pero no dudes de que a lo largo de las horas has estado muy presente en mi corazón.
También despedía a un buen amigo esta misma tarde.
Se cumplen hoy tres años de tu marcha y tu huella sigue perenne.  No se quien te hizo esta foto, pero me encanta, y como dice tu madre, tu mirada es tan penetrante que parece que nos sigues allá donde vamos.
Recuerdo que esta foto la tenías en tu Facebook y te la robé para hacerte una entrada en mi blog el mismo día de tu marcha. Es así como me gusta recordarte, con esa mirada serena y auténtica con la que tu mirabas a tus amigos.


Esta mañana te compre una rosa roja en la floristería "Magnolia" porque allí se encuentra mi amigo Edu que es un artista  y un poeta con las flores. Cuando le dije que era para ti, se emociono y me hizo un ramo precioso y con un precio especial. Él mismo, se ha brindado a llevarme al cementerio en su coche dadas las altas temperaturas, pero amablemente le he dado las gracias y le he explicado que iba a ir a pie. Desde que te fuiste es como un ritual que en le día de tu aniversario necesito tener contigo.
Ya he explicado otras veces, que te llevo la rosa, porque el día de tu funeral, se escapó, una, de las numerosas coronas que allí había, y vino casi rodando a mis pies. Yo, pensé que tú, me la enviabas, y por eso año tras año, te la devuelvo. Por cierto que aun conservo la tuya.



Bajo un sol abrasador, me fui campo a través pisando la hierba recién cortada, mientras veía a lo lejos el camposanto. Podía observar una multitud de coches congregados, mientras sus dueños despedían a un buen amigo.


Me gusta ir a nuestra cita,  despacio, contemplando el paisaje, mientras interiorizo las vivencias del camino hasta llegar a tu tumba.


Una vez allí, deposito mi rosa en la losa mientras la sujeto a una argolla para que no se la lleve el viento.


Después, en el silencio del camposanto, me acurruco a tu lado con infinita paz mientras te siento cerca. Comienza entonces un diálogo- si, digo diálogo, que no monólogo- entre tu y yo, charlando de nuestras cosas.
Mi emoción es enorme, porque lo vivo desde el corazón, aunque mi cabeza quiera hacerme creer lo contrario. A fin de cuentas, no sabemos nada del más allá y cada uno puede imaginárselo como quiera.

Anoche estuve con tus queridos padres. Me los encontré al azahar y no dude un instante en acompañarles en esa víspera de tu marcha cada año más dolorosa.
Estuvimos largas horas hablando de ti, de tu enfermedad, de tu lucha, de tu buen humor, de tu dolor,  de tu alegría...
Aún sus heridas están en carne viva, aunque han ido superando pequeñas cosas.
Pero lo bonito, es que sigues formando parte de sus vidas como siempre, como cuando te tenían en casa y eras su niño del alma.
Tus amigos te recuerdan con enorme cariño, porque la huella que dejaste en sus vidas fue muy profunda.
Tu pequeña sobrina esta preciosa, y es impresionante como te recuerda con lo pequeñita que era cuando te marchaste. Tu hermana me ha contado que ha querido tener una foto tuya en su habitación.



¡Que rápido pasa el tiempo! Ya tres años añorando tu ausencia...



El año pasado, tus amigos con la complicidad de tus padres, organizaron una exposición con todos tus trabajos artísticos y fue un éxito. No te imaginas la ilusión que pusieron todos ellos.
Yo quise hacerte un vídeo con las fotografías de estos inolvidables días y con una canción entrañable con el mensaje que me gustaría enviarte allá donde te encuentres...
Eso en la primera parte, en la segunda música de rock, vibrante, como tus obras.

Me despido de ti, como siempre. Y es que cada año te cuento, que te siento en cada primavera nueva, en cada otoño, en cada invierno, en cada verano. Que tus huellas se quedaron prendidas en el asfalto o en el parque cercano cuando jugabas con los niños de las ludotecas.
Siempre estarás presente en las calles de nuestro pueblo y en cada esquina, porque tu historia esta escrita en cada rincón y aquí se encuentran las personas que te amaron.
Un abrazo enorme y todo nuestro cariño.

2 de julio de 2015

REBAJAS


Ayer comenzaron las rebajas. Aprovechando que estoy pasando unos días en casa de mi hermana en Pamplona, esta tarde he acudido a los grandes almacenes y tiendas de la ciudad.
Me encantan los "trapos" como suelo llamar a la ropa, y cuando voy de compras, salvo en alguna ocasión que me acompaña algún familiar o amigo, me gusta ir a mi aíre. Soy capaz de pasarme horas y horas de probador en probador sin cansarme hasta conseguir el modelito deseado.
Eso de ir de compras de ropa es muy femenino. Cada cambio de temporada como si de un ritual se tratara, miles de féminas se debaten entre la elección de lo más bonito y económico, dedicando largas horas y aguantando largas colas...
Aunque no me gusta generalizar, y estoy segura que habrá varones amantes de las compras  también.
Últimamente, no me caen nada bien los probadores.Cuando ya se tiene una edad, nos devuelven nuestra imagen tal y como es multiplicada por los varios espejos de las paredes.  Es allí en la soledad del probador donde nos encontramos cara a cara con nosotros mismos y la realidad de nuestro propio cuerpo y su declive.
La talla que usábamos siempre, llega un momento que no nos sirve. Los famosos "michelines" rebeldes ellos,  luchan por salir por el menor resquicio que pillan. Ya podemos una y mil veces tratar de doblegarles, que ellos  se saldrán siempre con la suya...
Si hablamos de la piel, se la puede observar flácida y con arrugas varias.
El probador es un lugar con mucha luz que nos hace protagonistas de nuestra propia historia. Como si de un espectáculo se tratara, nos enfocan sin piedad esas luces sin previo aviso de cosméticos que disimulen un poco nuestras arrugas y ojeras.
Pero bueno, una vez superada esta prueba y dándole la menor importancia, puede uno pasar un estupendo día de compras y sonreír a la vida, precisamente por eso, porque tenemos vida...
Me gusta observar a la gente con la que me cruzo. También cuando voy de compras por supuesto.
Se puede ver un matrimonio joven con niño, o niños, incluidos, que cansados lloriquean mientras los padres estresados  ya no saben que hacer con ellos. He podido ver muy cerca de donde me encontraba maridos aburridos deseando que se acabe ese suplicio. También me he divertido viendo a toda una familia en el mismo probador, tratando de escoger el mejor vestido de la madre para una boda, mientras ella posaba una y otra vez para ellos con varios modelos intentando obtener la aprobación del grupo.
Se puede ver gente muy sencilla, buscando una ganga en la percha de los modelos del Corte Inglés de hace dos años a bajo precio, o personas muy rimbombantes, poniendo cara de importancia en las ofertas de las grandes firmas.
Me gusta de manera especial observar a personas que compran compulsivamente, como si les fuera la vida en ello. Rastrean una y mil veces cada stand como los buscadores de oro en el lejano oeste.
Existen los indecisos, que se prueban muchos modelos y nunca se deciden, poniendo cara de circunstancias. Los tacaños, que recorren todas las tiendas antes de comprar, con tal de no gastar ni un céntimo más de lo que ven necesario, y sin  permitirse jamás un pequeño capricho.
Punto y aparte es la gente joven, con su belleza recién estrenada y que todo les queda como un guante...Estos seguro que no tienen manía al probador, más bien al contrario...
Se puede ver mujeres entradas en años, madres de familia con la ilusión a flor de piel, pudiendo por fin darse un día de relax y un pequeño capricho que las saca durante unas horas de su monótona y sacrificada vida.
En fin, podía estar hablando horas sobre las personas que observo y de las que muchas veces aprendo, pero por hoy ya creo que basta. Quizá el próximo año si se tercia que estoy por la zona os cuente algo más.
¡Felices vacaciones y feliz verano!