30 de enero de 2011

ANIVERSARIO



Hoy se cumplen dos años de tu despedida. Es un día agridulce.  Una nube de tristeza me acompaña, y al  mismo tiempo siento una paz en el fondo del alma que me dice que sigues estando presente en mi vida.

Quiero recordarte como tu eras. Para ello he buscado tu imagen en las fotografías que guardo entre mis cosas mas valiosas y te he hecho un vídeo. Un vídeo que sea como la película de tu vida, rodeada de las personas que amaste y te amaron.
Además conociéndote como eras, te hubiera gustado ser la protagonista de una superprodución en la gran pantalla. Amabas el cine y me enseñaste a amarlo. Recuerdo cuando me contabas las pelis que habías visto y me sumergía contigo en un mundo mágico.
Siempre fuiste una mujer adelantada para tu tiempo. Rebelde, simpática, generosa, vital...mas de una vez nos contaste como fuiste la primera del pueblo en ponerte la permanente aun a costa de hacerlo en secreto sin el permiso de tu madre y presentándote con tu cambio de imagen delante de todos.  Una auténtica revolución para la época. Reías divertida cuando recordabas, como papá, había cortado uno de tus rizos para llevarlo siempre con él en la cartera.
Tu me enseñaste a amar la vida, porque tu misma la amabas con pasión. Cuando estaba interna en el colegio, ansiaba que llegaran tus cartas, tus preciosas cartas, donde la poesía se mezclaba con tu amor de madre de una manera bellísima. Creo que heredé esa faceta tuya y muchas veces necesito plasmar mis sentimientos, y la poesía fluye de una manera natural, quizá recordándote...
Tu amor por todos nosotros siempre fue incondicional y por igual para cada uno. Fuiste una mujer que siempre estuvo presente en la vida de sus hijos, para quererlos, para mimarlos, para tener siempre un apoyo vital al que volver siempre, cuando la vida nos zarandea y nos maltrata.
Te gustaba cantar, te recuerdo cantando canciones de amor mientras hacías las tareas de la casa. Mi alma infantil, recuerda tus risa fresca y cantarina.
Cuando fui una adolescente, nuestras relaciones cambiaron...me convertí en la rebelde que antaño habías sido tú. Es ley de vida, y cuando pasan los años comprendes tantas cosas que a esa edad, eres incapaz de comprender.
Me encantaba como vestías...eras para mi un referente de elegancia. De hecho siempre me ha gustado la ropa bonita y el mundo de la moda porque de alguna manera me recordaba a ti. En estos últimos años que has estado postrada en una silla de ruedas, tu elegancia se podía adivinar todavía. Te gustaba que te pusiera ropa de colores alegres.
Tu cara se iluminaba cuando te compraba algo nuevo. Yo, aun sabiendo que se quedaría en el armario casi sin estrenar, te compraba siempre cosas bonitas por ver tu cara y tu sonrisa llena de ilusión.
Te pude cuidar cuando no te valías por ti misma, y te puedo asegurar que lo volvería a hacer, una y mil veces. Aun puedo sentir tus besos, el tacto de tus manos en mi piel...Tus manos, tus preciosas manos, me trasmitieron mil caricias olvidadas por el paso de los años, y que tuve la suerte de recuperar en el último tramo de tu vida.

Hoy, todos te recordamos con inmenso amor, tus hijos, las mujeres y maridos de tus hijos, tus nietos, tus biznietos...
¡ Como te gustaban los niños !
Llenaste de amor la vida de tus hijos y la de los hijos de tus hijos. Ellos te llevan siempre con ellos...Después, acariciaste con la misma ternura, los suyos propios. Te alegrará saber que esperamos un nuevo miembro en tu preciosa familia.

El primer perro que llegó a nuestra familia, fue Lagun. Siempre le quisiste mucho...blanco, peludo, era tu favorito.

También Laika, echa de menos tu regazo. Aun recuerdo que no querías animales en casa y cuando llegó- adivinando tus pensamientos- se acurrucó cerca de ti. Desde entonces, vuestro cariño fue mutuo...siempre estaba  reclamando caricias y sintiendo el latir de tu corazón, le gustaba dormirse en tus brazos.
Leticia, sin embargo, no llego a intimar contigo...eso de que una gata traviesa te arañase el sofá y se subiera por tus muebles, nunca te gusto...
Neska, la perrita de tu hijo, también te cautivó, y cuando se murió lo sentiste mucho.
Espero que papá que tanto te amó, te acompañe siempre...allí donde os encontréis los dos, nuestro recuerdo y nuestro amor mas puro para vosotros.