27 de mayo de 2009

Viajes



En mi último viaje tuve que esperar en la estación de autobuses de una pequeña ciudad de provincias . Me entretuve observando a la gente y os puedo asegurar que no se me hizo largo a pesar de pasar allí un par de horas .

Había gente de lo más variopinta; era una hora temprana cuando llegué y se veían estudiantes que iban presurosos a sus clases cotidianas. La mayoría de ellos en grupos pequeños .

Charlaban animadamente de sus cosas. Al mezclarse su alegría y sus risas juveniles por la estación, llenaban aquel espacio de vida ...

Con sus atuendos informales y extravagantes eran observados por gente de más edad, incluso ancianos . Atraían la atención de los demás viajeros por la algarabía que formaban al pasar. Comprobé alguna mirada ejerciendo de juez los de edad más avanzada,  de nostalgia la mayoría, de curiosidad un buen montón, de indiferencia bastantes. También comprobé que algunos ojos miraban con ternura.

Quizá en la gente joven vemos reflejada nuestra propia vida . Comprobamos con curiosidad y mirada crítica cada una de sus acciones y juzgamos a veces duramente sus actos . Mostramos una indiferencia total por su peculiar mundo, generalizando maneras de comportamiento negativas, cerrando así la capacidad de esperar algo de ellos en el futuro.

Me gusta quedarme con las miradas de ternura que también observé. Son miradas llenas de esperanza, sin esas miradas nuestra sociedad no tendrá capacidad de renovarse porque habrá matado la ilusión de perpetuarse en las nuevas generaciones .
Posted by Picasa