26 de marzo de 2015

CITAS DE SOLEDADES


Ella espera su llamada todos los días. Él no falta a la cita a través del teléfono.
La mayoría de las veces apenas cruzan unas palabras rutinarias que no van más allá de preguntarse que tal han dormido o como se encuentran de salud, pero es como un ritual necesario para sentirse vivos.
Citas de soledades envueltas en amores juveniles y deseos inalcanzables. Necesidad imperiosa de escuchar una voz cálida al otro lado y sentirse reconfortado, fuerte, amado, esperanzado...
Es el último tramo de la vida donde se acurrucan en el alma deseos ocultos por el paso del tiempo, torbellinos de pasiones encendidas en los días de juventud.
Citas de soledades, ocultas a los ojos de aquellos que todo lo juzgan, que todo lo controlan, que viven en una farsa echa de normas sociales ocultando su verdadero interior.
Citas de soledades, de corazones rotos por la vida y la decepción .
Citas de soledades, donde tomar aliento y beberse esperanzado los últimos sorbos de la vida.
Citas de soledades, donde aferrarse al amor como único recurso.
Citas de soledades, donde una mirada es capaz de remover el interior e irrumpir con la fuerza de un volcán.
Citas de soledades, donde sanar todo el dolor acumulado.
Ella, le habla bajito, despacio, casi al oído...
Él, la escribe poemas y se los lee.
Ella le amo siempre.
Él, la espero siempre...
Ella y él se llaman todos los días porque tienen una cita con la soledad.


4 de marzo de 2015

LA MALA EDUCACIÓN.


No puedo comprender la violencia gratuita hacia las personas o animales.
El otro día estaba en casa muy tranquila, cuando el ruido de unas carreras fuera, en el jardín, me llevo a asomarme a la terraza. Cual fue mi sorpresa al ver como unas "inocentes" criaturas como de siete u ocho años la emprendían a pedradas tras unos gatos que tomaban el sol plácidamente.
La verdad, es que no es la primera vez que lo hacen. Eso si, aprovechan cuando nadie los ve y les pueda recriminar su mala conducta.
Por supuesto que yo se la afee mientras ellos me hacían burla sin tener el menor respeto hacia mi o los gatos que corrían con un estrés impresionante tratando de guarecerse en algún rincón y ponerse a salvo de aquellos pequeños salvajes.
Esto me lleva a pensar que algo mal estamos haciendo a la hora de educar a nuestros retoños.
Pienso que en la familia es donde el niño recibe las primeras enseñanzas desde muy pequeñito sobre el respeto a los demás seres vivos. Y ahí no cabe duda de que no podemos dejar pasar "una" por pequeña que sea.
Si desde muy temprana edad no se ponen pautas de conducta y unas normas disciplinarias acorde con la edad del niño, él mismo se encargara de afianzar su carácter caprichoso intentado salirse con la suya y controlar a todas las personas que le rodean, ya sean, padres, abuelos, hermanos...
No es nada fácil educar.
 La mayoría de las veces le echamos la culpa a la falta de tiempo, o a los profesores que no se implican en su educación como debieran, o a un cariño mal entendido sobre la idea de que no tienen que sufrir a tan temprana edad, que ya les llegarán los sinsabores de la vida cuando sean mayores...
Todo son escusas con tal de no tomarnos en serio algo tan importante como es la educación de los hijos que tanto va a influir en su vida de adulto.
Educar es manejar en nuestras manos el alma de nuestros hijos cuando es dúctil,  y hace falta implicarse con una generosidad sin límites para darles lo mejor de nosotros mismos. Con el tiempo podremos ver el fruto de nuestra siembra.
Es verdad que toda nuestra labor puede verse afectada por una mala amistad, por el ambiente en el que se ve inmerso como hijo de su tiempo, por miles de situaciones circunstanciales, pero sin ese fundamento anclado en las raíces familiares sería mucho peor, pues no tendría armas para defenderse.
Luego también esta el "dejarse llevar" por la mayoría del grupo para ser aceptado, y es difícil navegar contracorriente. Con la formación debida, es más difícil que se pierdan en las turbulentas aguas de lo irracional.




Está en estos días corriendo por la red el vídeo de la brutal patada que un joven, no tan niño, le da a una muchacha con el solo fin de hacer una gracia y ser protagonista de un momento de gloria en YouTube.
¿Pero hasta donde vamos a llegar ?
Quizá tenga la culpa el alcohol que nuestros jóvenes consumen con enorme naturalidad desde críos. Pero eso no es atenuante para dar por sentada una disculpa.
Pienso que estas conductas agresivas vienen siempre precedidas de otras en la más tierna infancia. Quizá empezó a tirar piedras a los gatos como esos niños que se divertían al hacerlo. Se empieza con los animales que son los más vulnerables, y se llega a las personas de la manera más sencilla...
Es verdad que culturalmente en nuestra querida patria, no tenemos ninguna empatia con el mundo animal, pero creo que ya va siendo hora de que se legislen leyes que castiguen estas conductas agresivas y evitar que gente sin escrúpulos campeen por las calles ejerciendo la barbarie más absoluta con esas criaturas indefensas.
Y es que el "monstruo" se hace mayor y se desmadra.
Hoy mismo el Consejo de Europa, daba un toque de atención a varios países para controlar el maltrato infantil, impidiendo dar un "cachete" a tu hijo bajo pena de ser arrestado.
No soy partidaria por supuesto del maltrato infantil para nada...
Siempre recuerdo a mi padre, que jamás me dio un cachete, pero si me enseño con enorme paciencia a través del diálogo, a ser respetuosa con los demás y a saber respetar las barreras del bien y del mal.
¿Donde están los límites?
Cada uno juzgue como mejor vea conveniente.