22 de enero de 2012

EMETERIO ( Personaje del mes)


Hoy como personaje del mes, os traigo a Emeterio. Emeterio tiene 84 años y cuida desde hace quince años a su mujer, Angeles de 87, que padece Alzheimer y encamada desde hace tres años.
Conocí a Emeterio por medio de Yoli, la auxiliar de ayuda a domicilio que me ayudó con tanto amor a cuidar a mi madre y que también ayuda a Emeterio.


Emeterio nació en Rasgada de las Torres provincia de Santander. Llegó a Guardo por medio de un amigo que le contó las posibilidades de trabajo que había en este pueblo allá por los años cincuenta y sesenta.Se hizo una casa que ha sido desde entonces su hogar. Angeles y Emeterio tuvieron dos hijos, un niño y una niña.
Aquí encontró trabajo en la fábrica de Explosivos de Río Tinto donde estuvo unos cuantos años.
Después emigró a Francia tentado por las ofertas de trabajo que había en el extranjero. Mucha gente de la zona que había emigrado a distintos países de Europa venia contando maravillas. Allí permaneció dos años.
Regresó de nuevo a Guardo y a lo largo de 26 años trabajó en los lavaderos de Atracitas de Velilla con el carbón.




Después que su vida laboral terminase se jubiló dispuesto a disfrutar de su bien merecido descanso, pero el destino es a veces muy cruel, y al poco tiempo le detectaron a Angeles la terrible enfermedad.


Desde entonces, cuida de su mujer con devoción. Para ella compra la mejor comida, las mejores cremas para sus cuidados cuando las escaras asoman a su piel marchita. El mismo con la ayuda de Yoly ha aprendido a realizar los cambios posturales, a cambiarle el pañal...
Cuando le enseño la copia de la foto de la ampliación de su boda que he hecho, me mira emocionado y me dice:¡Que guapa era!
Me repite una y mil veces que jamás la llevará a una residencia, la quiere cuidar él, y a mi se me saltan las lágrimas porque veo el cansancio reflejado en su mirada.


Sus hijos y sus nietos, vienen siempre que pueden, pero están lejos, ninguno vive en el pueblo. En la foto, Melisa y Daniel parecen darle ánimo con su preciosa sonrisa.


En un rincón de la habitación de Angeles veo esta vieja máquina de coser, testigo mudo de vivencias y amores.
Me alejo despacio saboreando los momentos que he pasado con mi amigo Emeterio.
Es una mañana soleada de invierno, respiro profundamente y miro al cielo como esperando una respuesta.