26 de octubre de 2014

BOMBEROS DE GUARDO 30 AÑOS CON NOSOTROS



A lo largo de la semana ha habido diferentes actividades con motivo de la Semana de la Prevención de Incendios que ha organizado el Área de Salud y Prevención de Fundación Mapfre, la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos-APTB- y los Servicios de Bomberos de varias administraciones españolas que se han unido para promover esta actividad.


El objetivo de esta Semana de la Prevención de Incendios por medio de la Diputación, es trasladar a la población conocimientos de autoprotección  para que aprendan a reconocer los riesgos de incendio que tienen en sus casas, en su entorno, en sus centros de trabajo, en los comercios y en los lugares de ocio que frecuentan.



En el IES Cludio Prieto y el Colegio Público Vegarredonda han tenido lugar charlas de prevención de incendios y simulacros de incendio y ejercicio de evacuación.


El Parque de Bomberos de Guardo, celebraba su 30 Aniversario y habían organizado una Exposición en la Plaza de la Constitución.


Me hubiera gustado sacarles fotos en grupo, pero llegue tarde. Pude hacer una a Alfonso.


Había gran afluencia de público, sobre todo de niños con sus padres que disfrutaban emocionados y gritaban con fuerza cuando veían las llamas cerca.




A lo largo de la tarde se pudieron ver las distintas actuaciones con gran expectación del público allí reunido.



Bajo un sol abrasador tuve que grabar, se me puede ver reflejada en la ventanilla del coche.



Después, los más pequeños quisieron participar para poner en práctica las lecciones aprendidas.


Pude hacer varios vídeos como este que muestra un rescate de altura.


O este otro de la extinción de un coche incendiado.


Aquí se puede ver como excarcelan a una víctima de un accidente.


Impresiona el fuego de cerca. Los pequeños que estaban delante de mi chillaban sin parar, incluso me dejaron en primera fila al ver las llamas tan cerca.

Con este reportaje quiero rendir mi pequeño homenaje a estos hombres valientes y entregados, que son capaces de poner en riesgo su vida para salvar la de los demás con su profesión y felicitarles por su 30 Aniversario.

15 de octubre de 2014

ATARDECER


Era una tarde cualquiera, en un lugar cualquiera, en un pueblo cualquiera...
Amenazaba tormenta y una luz azulada iluminaba los prados. A lo lejos se veían las siluetas de las casas donde seguramente las familias disfrutaban de una tranquila tarde de otoño al calor del hogar.  Atrás habían quedado los días del verano y los largos paseos a la orilla del río.
Él, caminaba deprisa, las manos en los bolsillo, la mirada perdida en la lejanía.
 Había salido de casa muy temprano. Necesitaba tomar aire puro, y un deseo incontrolable de salir al exterior le había llevado a caminar largo rato sin tregua.
Señales de sudor recorrían su frente sin recato alguno. Iba inmerso en sus pensamientos íntimos, como rumiándolos para sus adentros.
Alguna vez le pesaba la soledad a ratos y se rodeaba de amigos con los que compartía sus temores. Pero la mayoría de las veces era amante de su tiempo, de su persona, de sus proyectos... y se le podía ver solo, a su manera.
Dicen que alguna vez estuvo enamorado.Y se cuenta, que amó  con intensidad a una mujer que un atardecer sin mediar palabra le abandono.
No vio llegar su infortunio. Vivía confiado.
Controlaba lo inmediato con brillantez, sin percatarse ni un ápice de pequeñas sombras de futuro.
No, no tenía mala voluntad, era bueno, honrado, cariñoso, solícito, trabajador, amante...
Muchas veces se preguntaría a si mismo, cual habría sido su fallo sin encontrar respuesta alguna.
¿Se le acabó el amor? ¿ Se habían marchitado sus sueños? ¿Se había enamorado de otro?
Ella, simplemente se fue.
Nunca llego a percatarse de la angustia vital que la corroía y que se reflejaba en una actitud pasiva a lo largo de los días.
"¿Quien puede entender el corazón humano?"- se preguntaba en sus noches en vela-
De repente, se había quedado como flotando en el aire cual marioneta movida por los hilos de un destino burlón .
Sin ganas ni fuerzas para reponerse de su fracaso y el alma rota, llena de preguntas, necesita aliviar su pena y caminar, caminar...
Pone en cada una de sus pisadas un hálito de esperanza.
Si el atardecer se llevo todo, quizá la brisa de la tarde le traiga un nuevo atardecer.

13 de octubre de 2014

PISPAJOS URBANOS


Los carteles anunciaban por las esquinas un fin de semana lleno de cultura urbana y aunque yo pensaba hacer alguna fotografía sin más, acabe como siempre grabando todo lo que veía. La verdad que los chicos que organizan esta actividad son geniales y lo hago por ellos.


Desde primera hora quise estar allí con los artistas. Y allí pude ver a Diego que siempre participa e incluso ya ha ganado un premio.





Y por allí estaban los chavales muy ilusionados






A lo largo de la mañana los artistas fueron dando forma a sus obras bajo la atenta mirada de la gente que había acudido a verles, pues es un concurso que tiene muchos seguidores que no faltan a la cita.







Aquí os dejo un vídeo de los artistas en plena creación.




Y aquí otro de las obras ya terminadas.



Por la noche tuvo lugar la entrega de premios.






El grupo Naán nos ofreció un concierto en la carpa con motivo del Festival de Música.




En el estadio de la Camareta los veteranos del C.D. Guardo y el Racing de Santander Veteranos disputaron un partido para colaborar con la Asociación de familiares de Alzheimer.


El partido estuvo muy reñido.



Mientras los espectadores lo vivían con intensidad.




Como colofón os dejo un vídeo que grabé, la pena que no lo hice cuando metieron los goles . Ganó Guardo.




El Concurso de Tapas también ha tenido enorme éxito.

5 de octubre de 2014

LA VENTANA DEL ADIÓS


Le conoció una tarde de verano mientras ensimismada hacía fotos de los rincones del pueblo de sus ancestros. Era un hombre maduro, bien parecido, de sonrisa amplía tirando a burlona, unos ojillos picarones le daban un aire atractivo e incluso se le veia guapo. De estatura más bien pequeña, pero de vigorosos brazos, se lo encontró segando a la antigua usanza, con la guadaña, un prado cercano.
No pasó desapercibida para él la presencia de la improvisada fotógrafa por aquellos lares e incluso tuvo el atrevimiento de llamarla desde lejos.
Ella, sorprendida por su presencia, no tuvo el mayor reparo en acercarse para ver que deseaba aquel atrevido galán.
- Hola, tu no vives aquí, verdad? - le dijo cuando hubo llegado a donde estaba
-No- contestó ella mirándole con curiosidad
-Pero me suena mucho tu cara le dijo él escudriñándola con la mirada.
-Estoy pasando la tarde en el pueblo y como me encanta hacer fotografías, aprovecho para buscar nuevos rincones. Me gustan los pueblos con sus callejas, sus prados, sus casas llenas de historias. Intento rescatar mis raíces- le comentaba ella poniendo mucha pasión al hablar
-Creo que conozco a tu familia- le comentó él
  Mientras la observaba divertido, ya pensaba en regalarle la invitación para que viera su casa, pues era de las que conservaban la arquitectura de la zona con sus enseres, y le dijo: "Si quieres otro día si vuelves por aquí, te enseño mi casa"
 Ella, con el paso del tiempo había aprendido que las ocasiones hay que saber aprovecharlas cuando llegan, porque quizá no vuelvan nunca más, y le contestó: ¿Te importa que la vea ahora?
Juntos recorrieron las calles hasta llegar a un viejo portón, pues también él quería vivir aquel momento que la tarde le había regalado con la llegada de aquella mujer y su encuentro.
Una vez dentro, un perro salio a saludarles moviendo la cola, mientras ella se acercaba lentamente a acariciarlo.
Un enorme corral lleno de cosas antiguas daban a aquel lugar un aire muy particular, como si el tiempo se hubiera detenido en aquel rincón y uno se hubiera trasladado a otro siglo.
Mientras le contaba que le gustaba coleccionar aquellos objetos porque tenían vida propia, ella miraba con asombro todo y hacía fotos sin parar.
Una vez que había visto todo lo del exterior, se adentraron dentro de la casa mientras la expectación era cada vez mayor.
En la vieja cocina se tomaron un café con sabor a recuerdos, mientras su amistad se afianzaba.
Eran dos almas solitarias que el destino había unido aquella tarde de verano y que juntas disfrutaban de aquellos instantes mágicos.
Cuando ya había pasado largo rato charlando de sus cosas y fotografiando todo aquello, se despidió de él con un abrazo, mientras de nuevo acariciaba al perro.
Él, se asomo a la ventana para decirla adiós, mientras sonreía emocionado.
Ella le miraba divertida.
La tarde se despedía en silencio mientras la ventana testigo mudo de aquel instante observaba todo con curiosidad.
No volvió ella por allí hasta después de mucho tiempo. Para entonces, él se había ido para siempre en circunstancias trágicas por una terrible enfermedad. Tan solo quedaba de aquel encuentro, una casa vacía y la ventana del adiós.

M.Paz