
Despues de bajar de la torre nos llegamos a la Alameda de Hércules y nos sentamos en una terraza a tomar algo fresquito. De vuelta a casa pabamos por debajo de los toldos de la calle Sierpes
Visité la macarena que estaba tan guapa como siempre.
Era domingo y la gente salia de misa. El sol empezaba a hacer su aparición y se iban presurosos .
En el altar lateral de la derecha está la Virgen del Rosario que tiene a su Hijo en brazos con una dulzura especial.