3 de marzo de 2010

PERSONAS Y PERSONAJES

Tengo que decir que últimamente estoy obtusa. Por ejemplo, ayer pretendía hacer un enlace a Facebook, y lo puse en el blog.  La fotografía anterior, se me ha escapado...en fin, que soy un desastre. ¿ Será por el cambio climático ?

Mi historia empieza una tarde de primavera cuando contemplaba a una madre y a su hija sentadas en un banco de la plaza saboreando el sol de la tarde.

A lo lejos, aparecieron dos personajes con unos sombreros muy curiosos. Parecian salidos de una pelicula del oeste, tan solo les faltaba el caballo. No lograba adivinar desde lejos, si eran portadores de un revolver...

Todos los presentes en los demás bancos, les miraban. Unos a hurtadillas, y otros con enorme descaro.

Aquellos personajes, habían captado de manera especial la atención de los demás. Casi temían que se acercasen y les miraran de frente.

Cuando la hija les vio muy cerca, temió como todos, su presencia a dos palmos de ellas.

-Pasarán de largo, pensó-

Su asombro llegó al límite, cuando aquellos individuos se acercaron al banco con una mirada y una sonrisa, llena de sorpresa. Con enorme cariño, se acercaron a la anciana, y le propinaron sonoros besos en su preciosa cara.

- ¡ tía !-dijeron al unísono, los dos hermanos.

La hija, que no recordaba el parentesco, se vió acribillada a preguntas : ¿ eres quien la cuida ? ¿ como se encuentra la tia  ?

Una vez repuesta de la sorpresa, respondido a sus preguntas, y después de haber visto el cariño con el que se miraban mutuamente su madre y ellos, sonrió tambien.

Las demás personas que ocupaban los bancos cercanos, se les veía poner el oído para no perderse nada de la conversación.

Esto me llevaba a pensar en las relaciones de los humanos. Juzgamos sin piedad el aspecto externo, haciéndonos una idea de la persona por lo que su personaje representa.

En nuestro mundo de incomunicación, ponemos un parapeto de prejuicios establecidos en unos parámetros, que marca la fria sociedad.

No nos tomamos la molestia de profundizar más. Nuestro juicio severo es inapelable.

Perdemos así una oportunidad de acercarnos a la riqueza interior de los demás. Preferimos no comprometernos a arañar la capa de superficialidad que todos en mayor o menor medida llevamos puesta.

Nos encerramos en nuestro pequeño mundo de manías, derrotas ,sinsabores...sin tener la valentia de explorar nuevos horizones.

Quizá la vida monótona y aburrida que llevamos en nuestras relaciones humanas, es porque la mayoria de las veces nos quedamos con el personaje sin profundizar en la persona...

Por cierto, aquellos dos, los del sombrero...son excelentes personas, lo han demostrado infinidad de veces. Simplemente son personas auténticas, son ellas mismas, sin artilugios que empañen su humanidad, salvo sus originales sombreros.
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