24 de mayo de 2016

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.


Con la llegada de internet muchas cosas cambiaron...
Una nueva manera de comunicarnos se metía en nuestras vidas casi sin darnos cuenta.
Tengo que confesaros que me negaba a explorar este mundo virtual, entre otras cosas, porque no tenía ni idea, e incluso pensaba que no sería capaz de aprender el manejo de un ordenador.

Tuvo que ser mi hermana pequeña la que me incentivase para comenzar a aprender lo más elemental, para luego terminar siendo autodidacta y volar yo sola.
Su hija, me dio las primeras clases que me parecían apasionantes. Claro, que los jóvenes van demasiado deprisa a la hora de enseñarte a manejar estos artilugios modernos, porque ellos están acostumbrados a utilizarlos desde su más tierna infancia.
 En honor a la verdad, mi sobrina tuvo bastante paciencia conmigo. Yo, a mi manera, me apuntaba sus clases en un cuaderno tal y como yo lo entendía, sin nombres técnicos y acompañado de dibujos y flechas que me ayudaban a recordar y me servían para practicar en solitario.

Al poco tiempo, estaba encantada con esta ventana al mundo donde podía descubrir otros mundos y otras gentes de lo más variopintas.
Por mi manera de ser, curiosa y atrevida, veía saciadas mis ganas de aprender al poder comunicarme por este medio, que me permitía desde mi casa tener tantas opciones estupendas y un mundo de posibilidades por descubrir.

Comencé a tener mis primeros amigos virtuales. Al principio con un poco de recelo por mi parte, dado que esta nueva manera de amistad resultaba nueva para mi.
Luego, descubrí que como en la vida misma, hay que saber utilizar la prudencia para saber donde te metes y nada más.

Como desde siempre me ha gustado mucho escribir, decidí hacerme bloguera.
 Como pude, hurgando de acá para allá, logre dar forma al "Baúl de Laika" Le puse ese nombre en honor a mi perra que así se llamaba.
Como apenas sabía utilizar el teclado, cualquier escrito se me hacía interminable. Recuerdo que aprendí a poner los acentos y acentuaba todo lo que se movía...
Luego, no sabía meter todo en una entrada si colgaba fotos, y cada foto que aportaba era una nueva entrada, con lo cual volvía locos a mis amigos blogueros que no sabían donde poner su comentario.
Gracias a ellos aprendí a hacerlo.

Mis escritos de entonces, están hechos de frases hechas tirando a cursis y repelentes...jejeje.
Pero después pude contactar con un grupo variado de blogueros de los que aprendí muchísimo y mis escritos mejoraron bastante.
 De allí nacieron amistades que aun conservo como verdaderos amigos.
A algunos le he podido conocer en persona, y la experiencia ha sido magnífica. Nos unía un mundo de sentimientos que se había ido forjando en la red al compartir algo de nosotros mismos con nuestros escritos.
También he llorado despidiendo a otros que se han ido para siempre.

Más tarde, me compré una cámara fotográfica último modelo y pude aprender y explorar este mundo fascinante.
Como llevo dentro una "reportera"me abrí una cuenta en YouTube y comencé a grabar la vida del pueblo.
Tradiciones, festejos, actos culturales y lúdicos, paisajes... todo lo quería trasmitir para regocijo de los del pueblo que estaban lejos y que podían seguir lo que hacíamos in situ.
Fueron meses apasionantes donde viví la vida de reportera a tope. Al pie del cañón de la noticia.
La Semana Santa, las fiestas de San Antonio, patrono del pueblo, la Romería del Cristo, la lucha minera, los acontecimientos de la vida diaria, y la belleza de nuestros parajes, empezaron a correr por la red tomando nuestro pequeño protagonismo en el mundo.
Para mi ha sido un honor poder contribuir para que el nombre de Guardo se conozca y que se quede para un futuro en la red. Dan fe de ello, esos mil y pico vídeos que he ido grabando con mayor o menor acierto y que se conservan en la hemeroteca.
Son muchos los amigos blogueros que me dicen que Guardo es ya su pueblo, porque a través de mis vídeos y fotografías han podido andar por sus calles y conocer sus gentes.

Tuvo mucho éxito la sección: "Personaje del mes" donde rescato vidas anónimas, valiosas, de gentes sencillas que con su ejemplo levantaron la semilla de una sociedad llena de valores y que quizá nadie le haya reconocido.
Muchos aun viven.  Cuando acudo a sus casas para hacerles una entrevista y que me cuenten su historia, me sumerjo en su apasionante mundo de luchas, alegrías y sinsabores, y me hago una con ellos como única manera de entender sus sentimientos. Sus fotos y objetos que me muestran con emoción, os puedo asegurar que tienen vida propia.
Recuerdo que Antena3, queriendo tomar el pulso a las zonas rurales para saber como la gente de una edad vivía este mundo de las nuevas tecnologias, vino a los pueblos con sus cámaras para el programa "Conectados" haciendo reportajes muy entrañables de personas que se habían sumado a este mundo virtual. Fui una de ellas, y pude tener mi minuto de gloria en el telediario.

Como todo lo vivo con enorme pasión, terminé por quemarme...
La vida de reportera- aunque sea en una zona rural- pero con un mundo muy rico en actividades, es agotadora y no estaba dispuesta a trabajar demasiado después de llegar a la tan ansiada jubilación. Y es que me lo tomaba como una profesional de verdad...
Decidí centrarme en la escritura y dejar los reportajes a un lado.
Si lo siento, es por la gente del pueblo que esta lejos y que se me siguen. Aunque yo no le dejado del todo, y de vez en cuando hago algún reportaje también.

¿Como podía haber realizado mi sueño de ser "reportera de pacotilla" sin la ayuda de internet?
¿Como hubiese podido jugar a ser "escritora" y "poeta" sin la ayuda de internet?
Ahora me centro mucho en la redes sociales siendo muy activa y disfruto de nuevos amigos blogueros que hace poco he conocido.
Y no le puedo dar la razón a un buen amigo, que me dice cuando hablamos de este mundo virtual, que los de nuestra edad, hemos llegado tarde...
Siempre se puede uno unir a lo nuevo que comienza. Todo es cuestión de interés.
No todo en internet es magnífico...
Pero esto queda pendiente para otro día.

14 de mayo de 2016

ENCUENTROS AL ATARDECER


Caminaba en soledad por la orilla del río, cuando de repente, allí estaba él.
Un precioso petirrojo que se mecía en una rama.


Me acerqué lentamente para no romper el encanto de ese instante, y aunque se percató de mi presencia no hizo ademan de huir.


Estábamos los dos solos. Era media tarde y la belleza había salido a mi encuentro.
Fueron unos instantes sublimes mientras una y otra vez disparaba el objetivo.


Luego, cambió de postura mientras una luz mágica iluminaba aquel rincón. Era como si estuviera posando para mi.


Me atreví a robar su intimidad para mostrársela al mundo entero. Nadie de los que me conocen bien me hubiera perdonado que no lo hiciera.


De repente, me obsequio con una reverencia como dándome a entender que se rendía a mis encantos.
Yo, le correspondí con una sonrisa.


De un saltito se poso en una rama cercana para que le pudiera fotografiar de su otro perfil dando muestras de ser muy presumido...


Sin palabras, a nuestra manera nos entendíamos...
Y es que la mayoría de las veces no hacen falta.


Después, ambos levantamos el vuelo.
Yo, al ras del suelo, y él hasta las nubes, testigos mudos de nuestro encuentro.

7 de mayo de 2016

PREJUICIOS


Existen prejuicios arcaicos en nuestra sociedad donde impera la idea de que una mujer sola no puede vivir su propia vida.
Hay miradas por las esquinas que juzgan a las mujeres que se atreven a ser ellas  mismas, incluso de otras mujeres.
Miradas ancestrales de unos y otros que es difícil erradicar, porque son comportamientos culturales y sociales que van pasando de una generación a otra.
Situaciones en las que una mujer se siente observaba con reproche por el género masculino, porque no cumplen el prototipo de amante esposa y madre.
Conversaciones banales donde impera la idea de que el estado ideal de una mujer es el de casada.
Miradas piadosas de ambos géneros hacia la mujer soltera como si la desgracia se hubiera cernido sobre ella para siempre.
Existen yugos impuestos en pro del amor, que no conciben que se pueda ser libre y feliz en soledad.
Y también actitudes paternalistas que asfixian la propia creatividad.
Existen mujeres a las que le gustan más los libros que ir de compras, o las dos cosas igualmente.
Algunas hacen de la independencia su bandera. Van y vienen sin tener que dar cuenta a nadie, hacen y deshacen a su antojo...
Existen mujeres que su prioridad más inmediata no es ser madre, e incluso que no lo desean ser nunca.
Hay espíritus libres que se han encontrado a si mismos y cualquier atadura les asfixia. No por eso son personas raras, ni tristes... Necesitan su soledad para su creatividad, su independencia para no estar atadas a nada ni a nadie. Quizá lo que este establecido en la sociedad, no tiene ningún atractivo para ellos, pues son personas singulares y tienen muy claro como quieren vivir.
Y viven, unas veces en compañía, y otras en soledad, porque pueden elegir, al no tener ataduras.
Conquistar la libertad, muchas veces las lleva a la soledad, pero una soledad, consentida por ellas mismas.
Muchas veces los juicios temerarios acechan a la mujer por su manera de vestir o comportarse por parte de una sociedad que la juzga duramente.
Voces críticas de ambos bandos ( mujeres y hombres) se aferran a lo que es virtud- dicen- intentado sofocar todo resto de lo que llaman libertinaje.
Parece que hemos avanzado, y es cierto, pero en el fondo subyacen los viejos prejuicios que luchan por salir a flote al menor descuido.
Prejuicios a todos los niveles: sobre la mujer o el hombre, raciales, sexistas, étnicos...
Prejuicios que no acabamos de soltar y volar libres.