13 de julio de 2013

IN MEMORIAM


Querido Raúl : se cumple hoy un año de tu marcha y la emoción me embarga. A lo largo de este año mi recuerdo sigue unido a la esquina de la calle donde te conocí, y no hay una sola vez que no te recuerde cuando paso por allí en mi ir y venir diario.
Esta fotografía la hice la tarde de tu entierro con tu tumba llena de flores. Me quise llevar el recuerdo de aquella tarde llena de dolor, donde familiares, amigos, vecinos, quisieron despedirte con inmenso cariño.
Como nos has dejado con el alma rota,aquellos que te quisimos nos hemos unido de una manera especial y tu recuerdo nos acompaña cada vez que nos reunimos.
Yo, por ejemplo, me he hecho íntima amiga de tus padres y tu hermana, incluso tu pequeña sobrina- sobre todo cuando le ofrezco un paraguas de chocolate o alguna que otra chuchería- se ha animado a quererme...
Hablamos de ti con inmenso cariño aderezado con una dosis enorme de nostalgia. Eso si, con la naturalidad y sencillez que da compartir el dolor con las personas que te amaron incondicionalmente en esta vida.
Así, resulta un poco mas llevadero nuestro dolor, sobre todo el de tu familia.
Cada vez que me cruzo con alguno de tus amigos, te veo en ellos, en cada uno...
Tu recuerdo sigue vivo en el pueblo. Son muchas las personas que te quisieron y supiste dejar una huella profunda en cada una de ellas que se fortalece con el paso del tiempo.
Este año en las Fiestas patronales de San Antonio, la Corporación Municipal, te quiso brindar un emotivo homenaje en la presentación de las mismas. Tus padres muy emocionados subieron al estrado y recogieron un pequeño detalle de recuerdo. Todo el pueblo allí reunido, rompió en aplausos que volaron al cielo, me imagino que te habrás emocionado...
Además, el cartel de las fiestas estaba representado por tus últimos trabajos presentados al concurso, como para mostrarte que estabas de alguna manera entre nosotros.
Hay mas homenajes y recuerdos previstos, pero es secreto...
Ha pasado un nuevo otoño, un nuevo invierno, una nueva primavera, y de nuevo llega el día quince de aquel triste mes en que nos dejaste.


 Te cuento un secreto: en cada una de las nuevas estaciones de este año de ausencia, he podido sentir tu presencia amiga en la naturaleza. Allí donde el infinito se esconde,allí donde la belleza  aparece, cuando un nuevo atardecer se vislumbra en el horizonte, cuando amanece un nuevo día, cuando la lluvia riega la tierra, cuando el sol besa los campos, cuando la luna se asoma en la noche...allí estas tu presente, porque te llevamos en el corazón.



Ayer, quise hacerte una visita y llevarte una rosa. En realidad, quería tener un encuentro personal antes de dedicarte esta entrada en mi querido "Baúl de Laika"
Amenazaba tormenta. Negros nubarrones me acompañaban mientras subía al cementerio, pero me podían las ganas de visitarte. Eso si. Una vez allí  viendo que comenzaba a llover y tenía que volver andando, me vine con un matrimonio amigo que visitaba la tumba de su hijo. Y es que en el fondo soy una miedica que le dan pavor las tormentas...


Recuerdo el día de tu funeral. Me encontraba en un lateral en uno de los primeros bancos, y de repente vi como una rosa de una de las muchas coronas que te habían puesto, se cayó al suelo.
Esperé al final de la ceremonia, y la recogí. Quise ver en aquella coincidencia, un detalle de tu amistad por mi. La conservo con especial cariño.
Por eso, en mi visita de ayer, quise devolverte una rosa, como detalle de mi amistad por ti.





¡IN MEMORIAM!