11 de enero de 2017

MI AMIGO Y LA LUNA


Tengo un amigo, que dice tener una preciosa amistad con la luna. Yo creo más bien que se ha enamorado de ella...
Y es que mi amigo, es un pobre e incomprendido poeta que no goza de buena salud, y ha encontrado en ella su confidente.
Ella, picarona, se mueve con coquetería femenina nada más le ve en el jardín tratando de captar su imagen.
Es como un juego entre él y ella. Un cortejo de enamorados.
Sobre todo en la noches de luna llena, cuando ella está pletórica de belleza, él, no puede evitar quedarse absorto contemplándola.
Muchas veces a lo largo del día, se encuentra un poco perdido en su pequeño mundo y el llanto le ciega los ojos. . En ocasiones, su pesado cuerpo se niega a seguir viviendo y se acurruca de forma fetal como queriendo esconderse de nuevo en el seno materno en busca de las carencias que le faltan.
Es un niño grande, un poco loco, que se niega a crecer y valerse por él mismo, aunque lo intente una y mil veces.
No sabe como hacerlo, por eso acude a su amiga o enamorada, en busca de su hechizo que le haga salir victorioso.
A los ojos de los demás, su actitud es incomprensible. Somos muy limitados para entender las enfermedades de la mente.  Necesitamos tener empatia y saber lo que su corazón siente.
Con solo mirarle a los ojos, uno puede llegar a saber lo que estos encierran y tender un puente hacía su propio dolor.
Es como otra dimensión diferente en la que él se mueve, tan solo necesita la compañía amorosa que le ayude a dar cada día nuevos pasos.
Mientras tanto, él, seguirá sus citas con la luna para llenarse de su luz misteriosa y seguir viviendo.

Dedicado a H.P.B.