17 de mayo de 2010

MESON "LA CHULETA"

Caco con su habitual sonrisa
Caco con su mujer Azucena.

Los parroquianos no faltan
Manolo,"El Gato"

Caco, me invitó a una ración de patatas y un caldo

Hacia tiempo que quería hacer un reportaje de  el mesón "La Chuleta"conozco a su dueño hace tiempo de ir a tomar sus famosas "patatas bravas"y echar una buena charla con él.

Caco, como se le conoce, tiene una simpatía que hace muy atractiva su figura. Es habitual su buen humor y su sonrisa  que pone en su rostro un aire picarón muy peculiar.

Se pone todo interesante cuando le pido me cuente un poco su vida. Es un trabajador nato . Natural de Villalba de Guardo, ha trabajado en muy variadas profesiones: pastor de vacas, albañil, minero...

Desde  el año 66 hasta el 76, vivió en Alemania en "Selva Negra"

A su regreso, empezó a trabajar en el mesón y conoció a Azucena con la que se casó en el año 1982. Desde entonces regentan los dos este negocio familiar.

Sus patatas bravas, son algo típico del lugar. Siempre a la hora del aperitivo, está lleno de parroquianos que acuden a tomar su caña y una ración de tan delicioso manjar. Con las vacaciones de verano, Navidad, Semana Santa ...la clientela aumenta de una manera considerable. La gente que vive fuera, no quiere perderse la oportunidad de acercarse al mesón y disfrutar de unos momentos familiares.

El secreto está en la salsa...un secreto que él guarda celosamente. A lo sumo, de vez en cuando te obsequia con un bote de tan preciado tesoro para que te lo lleves a casa y hagas tu las patatas fritas.También tiene exquisitos pollos asados y comedor,  con menú del día.

Mientras contesta a mis preguntas, deja de atender la barra y alguno de los presentes se pone nervioso por la falta de atención. No se inmuta, está convencido de que su minuto de gloria en la red es muy importante en su vida y sonríe divertido.
Cerca de mi, una persona mayor, no deja de observarme con curiosidad y me lanzo  a preguntarle su nombre . Es Manolo "El Gato",  me responde un tercero que está al lado. Le hago una fotografía y le explico para que es, También él quiere aparecer en el reportaje, un anciano encantador.

Azucena se queda con la dirección de mi blog, para que lo puedan ver sus hijos, Juan Pablo y Azucena.

Caco con una sonrisa afectuosa, me invita a una ración de patatas y un caldo.¡Están buenísimas!

Antes de despedirme, me atrevo a robar la imagen de los últimos que acaban de llegar y les hago una foto. Son conocidos, no creo que les importe.

Saludo de nuevo a Caco y Azucena y me alejo del lugar feliz por el momento vivido