1 de noviembre de 2013

EL BANCO


Erase un banco, un sencillo banco de madera vieja casi carcomida por el paso del tiempo. Un banco que guardaba secretos escondidos de las gentes que allí se habían sentado a lo largo de los años. Secretos alegres y tristes. Secretos de color sepia que se pierden en la fugacidad de los días.


Pero también guardaba en su interior secretos de colores, donde la magia de la vida se había parado en un instante en aquel lugar. Risas, besos, bailes, miradas cómplices, abrazos, amores, niños, flores, amistades, padres, madres, promesas a la luz de la luna, besos de enamorados...
Y muchas mas cosas que guarda dentro, como un celoso guardián de la memoria .


Con  especial cariño escondía en su corazón los juegos infantiles de los niños, los primeros pasos, las primeras palabras, los tebeos, las canicas, la peonza, las carreras...
Y después, los primeros amores, el primer encuentro con el dolor, las pequeñas traiciones, las grandes aventuras, los grandes ideales, la muerte, la huida, el regreso, las despedidas,los encuentros, las promesas, las derrotas, las victorias, las traiciones...


Muy cerca , otro banco mayor que él y amigo de recuerdos, le recordaba con sorna que era un idealista de los que ya no quedan. Él por ejemplo reía a carcajadas cuando de sus recuerdos sacaba los sospechosos ruidos que escuchaba  cuando el  tío Nicolás  allá por la hora de la siesta  cabeceaba sentado a la puerta. También la señora Rosa, aunque muy pizpireta ella, había dejado mas de una vez la impronta de su perfume en aquel rincón. Y es que, "no todo es poesía" decía su amigo mientras se escuchaban sus risas calle abajo.
Estos bancos, guardianes de la memoria y de secretos humanos, poseen la belleza de lo eterno. Nada que ver con los "Bancos" que nos están asfixiando en la actualidad, y es que el dinero todo lo embadurna de color marrón, el color del desencanto y la hipocresía.