23 de octubre de 2021

FIESTA

 


Era un día de fiesta y se puso su vestido de colores y una flor en el pelo.

Se calzó los zapatos de tacón para ver el mundo desde un poquito más arriba que su altura le permitía y salió de casa.

Contoneándose camina dispuesta a saborear la mañana recién estrenada.

A lo lejos, las notas de un pasacalle pone alas a su corazón mientras aligera el paso.

Va en busca de esas notas musicales, mientras saluda a un lado y otro con la mano.

Por las ventanas algunos curiosos la van siguiendo.

Después, al llegar a la plaza, Manuel, la toma por la cintura y ambos emprenden un baile loco, con frenesí.

Los viejos del lugar sonríen con sus desdentadas bocas, haciéndose un guiño de complicidad.

Los niños, acompañan con palmas y se atreven a a marcar algún paso de baile con sus pequeños y torpes pies.

Un perro callejero aparece por una calle y observa la escena curioso. 

Una mujer asomada al balcón llama a su hijo a voces.

Una niña pasa debajo estrenando vestido. Lleva unos lazos de colores en sus trenzas.

Suena y suena la música cada vez más fuerte.

Los pasos de los bailarines se enlazan entre si llevando el son de la música. 

Dos enamorados se besan en un portal, al amparo de miradas curiosas.

Una joven niña suspira de amor.

Un grupo de adolescentes canta hasta desgañitarse.

El bullicio inunda la plaza y la alegría es contagiosa. 

Es mediodía y la fiesta acaba de comenzar.