28 de mayo de 2019

VIDA


INFANCIA





No había llegado a este mundo y era amada. Sus días transcurrieron al arrullo del amor más puro y desinteresado.
Comenzó a dar sus primeros pasos por las callejuelas de un pueblito pequeño rodeado de montañas.
Con pequeños balbuceos intentaba hacerse entender de aquellos que le protegían con su cariño.
Sus ojos oscuros querían descubrir el mundo con enorme curiosidad, de tal manera que siempre que podía se escapaba de la vigilancia materna y paterna.
Era como si quisiera abarcar todo lo que veía con sus pequeñas manitas regordetas. Alguna vez quiso atrapar el sol y la luna.
Con pequeños pasitos aprendió a llevar el ritmo de las notas musicales que le salían al encuentro. Entonces se dejaba llevar, y bailaba y bailaba sin parar.
Los campos se rindieron a su belleza adolescente mientras contemplaba moverse los trigales al atardecer.
El sol castellano de tanto besarle la cara le confesó su amor una tarde de primavera.
Pero ella no le dio importancia alguna. Llevaba en su alma sed de aventuras y libertad.
Sus amores se quedaron prendidos en aquellos paisajes de su infancia al igual que sus recuerdos más bellos.
Y una tarde se alejo del lugar por largo tiempo.


ADOLESCENCIA.





Recorrió otros lugares, con otros paisajes, con otras gentes, con otras costumbres, llevando su corazón en bandolera y su curiosidad al viento.
Sus pies siguieron bailando al son de la vida, mientras aprendía a vivirla intensamente.
Una desbordante alegría le acompañaba siempre, fruto de su carácter amable y divertido con que la naturaleza le había obsequiado.
Era cabezota, respondona, independiente, luchadora, con un puntito de mal genio.
En su ir y venir, le sorprendió el amor.
Con un ímpetu casi irracional se dejo llevar por él.
No era dada a reprimir sus sentimientos ni capaz de poner la cabeza y el pensamiento en primer lugar.
Y con la fuerza de un volcán en erupción hizo suyo aquel encuentro que le brindaba la vida.


JUVENTUD





Los años corrieron veloces a su encuentro como un huracán de pasiones incontroladas. La cordura no formaba parte de sus rutinas.
Alguno de sus sueños se hicieron realidad por entonces. 
Amó con toda la intensidad de sus fuerzas.
También se tropezó con el dolor al volver de una esquina, en un día cualquiera, de un año cualquiera, en un momento cualquiera...
Le pilló de improviso en ese tiovivo de sensaciones por descubrir. En su desamparo se acurrucó como pudo, mientras su corazón se rompía en pedacitos.
Una vez pasada la tormenta, reunió cada uno de los trozos y los recompuso como pudo echándoles a volar de nuevo.


MADUREZ.




La blanca nieve ha venido hoy a visitarla. Su pelo blanco hace juego con el paisaje.
La paz le rodea y le abraza como si no hubiera un mañana.
Su andar se ha vuelto perezoso y lento. Sus pupilas aún conservan la luz de la vida.
Sus manos ajadas son capaces de abrazar horizontes.
Sonríe una y otra vez, sabedora de una sabiduría adquirida con el paso del tiempo.
Como puede esconde su dolor y sus lágrimas a buen recaudo de curiosos y gente cotilla de pobre corazón.
Al mediodía, se cobija a la sombra de un viejo árbol del jardín. Alguna vez la han visto abrazarlo.
La noche oscura extiende su manto, mientras se asoma la luna y le acompaña.

12 de mayo de 2019

CONCIERTO DE LA BANDA MUNICIPAL DE MÚSICA DE ZIZUR MAYOR


Esta mañana tenía una cita a las puertas de la Casa de la Cultura. Lucía el sol, pero un viento un poco desagradable amenazaba con estropear el Concierto de la Banda de Música que iba a tener lugar a medía mañana.
Los músicos luchaban por mantener en pie los atriles, y las partituras volaban por los aires sin recato alguno. Todavía faltaban unos minutos, pero la gente se iba arremolinando poco a poco en la plaza. Por ser Domingo, familias enteras venían dispuestas a disfrutar de la buena música a pie de calle.


El ambiente era alegre y distendido.

Los componentes de la banda iban llegando con sus instrumentos, dispuestos a deleitarnos.


En pequeños corrillos, hacían tiempo, con la ilusión de tocar para nosotros.


Algunos iban tomando posesión de los lugares donde estaban sus instrumentos y preparando todo con enorme detalle.


Os cuento un poco de la Banda que he recogido de su página Web, pues apenas se nada de ellos. Antes de venir a vivir aquí, estaba pasando unos días en casa de mi hermana, y al volver del centro unas notas musicales llamaron mi atención. Me acerqué y eran ellos. Les grabé unos vídeos que andan por ahí, en mi cuenta de YouTube. No pensaba yo entonces venir a vivir aquí.
El año pasado también estuve en su concierto por estas fechas y les conocí personalmente un poco más. Por eso este año no quería faltar a la cita.


La banda fue fundada en el año 2000 por Jesús Guembe y el Ayuntamiento de Zizur con apenas 25 músicos ofreciendo conciertos en la localidad.
Tras años de trabajo, ensayos y viajes, ya son más de setenta los miembros que forman parte de este colectivo.
Esta información esta tomada de su página Web que me imagino estará actualizada.
Esta banda de música está consolidada en la agenda cultural de Zizur, participando durante los diferentes actos festivos del año, y cuenta con una amplia experiencia en conciertos tanto a nivel nacional como internacional.
Por mi parte, agradecerles ese noble empeño en su labor de hacer amar la música.
Cuando rescatamos la belleza de la música, estamos haciendo el mundo más bello.
Necesitamos la música y la poesía para podre sobrevivir en este viejo y cansado mundo.



Tras 17 años Jesús Guembe se retira y toma el relevo, Xavier Folch contrabajista valenciano que cuenta con una larga trayectoria musical y pedagógica que aporta un aíre nuevo .
Me ha faltado hacerle una buena foto para su presentación. Además, siempre acudo a felicitarle después de cada concierto. Pero me ha dado un poco de apuro mandarle posar. Para la próxima no dudaré en hacerlo...jejeje.









Algunos componentes son de la Txaranga Delirium que aunque todavía me cuesta ponerles cara a cada uno de ellos, los he adoptado a todos.








Todos ellos tienen mi admiración y mi afecto.


Izaskun toca el txistu maravillosamente. La podéis ver aquí muy concentrada. Se me olvidó hacerle después otra foto donde no tuviera los ojos cerrados.








Como colofón os dejo estos vídeos que he grabado. La pena que el viento los ha estropeado un poco y el sol te impide grabar por los reflejos del cristal del móvil y han quedado un poco churros...Además el aíre me impedía tener la cámara fija y han salido muy movidos a pesar del palo del selfie.
Pedir disculpas por si he podido molestar en mi ir y venir con la cámara por la plaza.

6 de mayo de 2019

DÍA DE LA MADRE



¡Feliz Día de la Madre!

Quiero recordarla así, como era ella: esposa y madre buena, alegre, generosa, honrada, divertida, sensible, leal, trabajadora, poeta, cinéfila, escritora...


Mujer adelantada a su tiempo, con un halo de rebeldía capaz de romper las reglas preestablecidas de su época y ser ella misma sin importarle el qué dirán.
Con talento para las letras, no pudo estudiar una carrera porque se quedó huérfana muy niña. En su alma quedó prendida  la promesa de su padre, que le había prometido enviarla a estudiar fuera, a pesar de ser mujer. Siempre cultivó el arte de la escritura en recuerdo de él.
Conservo alguna de las cartas que me enviaba al colegio, a León, donde me encontraba interna. Su prosa poética era capaz de trasmitirme la belleza de la vida en las cosas más sencillas a través de su mirada.


Era vital, alegre...le gustaba cantar y bailar.
Me gustaba escucharla cuando entonaba una canción que decía así: "Ay, Barrio de Santa Cruz, placita de Doña Elvira. Hoy te vuelvo a recordar y me parece mentira."
Años más tarde, estuve viviendo en la mismísima placita de Doña Elvira largo tiempo, recién llegada a Sevilla.  Recuerdo con la ilusión que se lo conté, porque a través de su bonita voz, aquel rincón sevillano ya era para mi conocido.
De sus rebeldías de juventud, me contó como estaba mal visto ponerse la permanente por ser de mujeres atrevidas rizarse el pelo en aquella España religiosa y represora. Ella, desafió a su madre, viuda y muy piadosa.
En secreto, le pidió dinero a su hermano mayor y se fue campo a través a lomos de un burro y la compañía de una amiga, a Guardo, un pueblo grande con servicio de peluquería.
A la vuelta, con sus preciosos rizos, se presentó en en la reunión que solían tener los del pueblo al caer la tarde para hablar de  sus cosas.
Ni que decir tiene, que su madre- mi querida abuela- hizo la señal de la cruz varias veces intentando espantar los pequeños demonios que le pareció ver que colgaban de los simpáticos rizos de la cabeza de su rebelde hija.
Mi padre que se encontraba entre los presentes, sonrió de buena gana, pues desde hacía tiempo sabía como se las gastaba...
En un descuido, le cortó uno de sus rizos y lo guardó en su cartera, con la intención de llevar algo suyo muy cerca de su enamorado corazón.


La encantaba el cine y me enseño a amarlo.
Era una mujer muy elegante y coqueta, y siempre iba a la última moda.
Una mujer, que como muchas de la época, les tocó vivir la dureza de aquellos tiempos y forjaron su carácter a fuerza de lucha y mucho sacrificio.
¿Tenía defectos? Pues claro...como todos los humanos. Pero esos me los guardo para mi, pues yo siempre la quise tal y como era.


Hasta el final, conservó su buen humor y la nobleza de su alma buena.
Me puso el listón muy alto, pero aspiro a ser fiel a ese legado maravilloso que me dejó en herencia.
Pude cuidarla en los últimos años de su vida y delvolverle amor por amor.
Su recuerdo perdura en el tiempo, porque el amor es eterno.